Salí con prisa para ver qué sucedía, cuando llegué al salón, vi a una rubia alta, despampanante estaba de pie mirando con ira a Margarita, su cara me sonaba de algo pero no daba. Margarita la miraba con odio, se veían las ganas que le tenía de saltarle.- ¿Se puede saber que pasa aquí? - La voz de Carmen retumbó en el salón, mi amiga siempre risueña estaba seria, demostrando que ella era la gerente encargada.
- Sí, esta mujer es la que va atender a mis invitados, no va haber reunión.- su acento guri se escuchaba marcando. La molestia destilaba en cada palabra.
- Mira, puta, tú no vas a exigir nada.
- Margarita, cállate la boca ahora mismo.- le dirigió una mirada envenenada.
- Tú no eres nadie para mandarme a callar.- ladró
- Anne, ¿Cuál es el problema? - ignoró por completo a Margarita.
- No deseo tener esta clase de persona en mi evento.- señaló con desdén a la arpía, Manuel, el vigilante, con sus casi dos metros tuvo que ponerse enfrente de ella, bloqueandola como una gran pared para que esta no saltara encima de Anne.
- Eres una puta, me quitaste a Rodrigo y ahora vienes y exiges que me saquen del lugar donde trabajo.- La mujer se volvió loca, patalió y trató de dañar la decoración. Me adelanté un paso a la hermosa mesa donde estaba la cristalería fina, las botellas de champagne; no iba a permitir que esta mujer arruinara esta oportunidad para todos y en especial para el café. Le hice una seña a Manuel, quien asintió y la tomó del brazo, eso la enfureció muchísimo y empezó a gritar como una desquiciada.
- Basta ya, Margarita, deja de dar este show tan desafortunado, solo estás quedando en ridículo, además de dañar el nombre del local.- hablé con fuerzas, mirándola con la mayor seriedad, ya está situación sobrepasaba lo ridículo.
- Cállate maldita negra.- sus palabras salieron como dardos llenos de veneno, hubo un silencio inquebrantable todos la miraban asombrados e indignados y antes que alguien hablara, me acerqué a Margarita con la frente en alto sin mostrar ningun tipo de molestia.
- Qué triste ver la falta de inteligencia que posees ,no se puede esperar nada bueno de una persona racista.- Ella iba a decir algo pero Manuel la sujetaba con firmeza.- Primero que nada, debes saber que no soy negra como dices y si lo fuera, estaría muy orgullosa de llevar la sangre de personas trabajadoras, honradas que llevan una historia muy triste y desafortunada acuestas; preferiría mil veces ser negra.- Di otro paso con valentía para verle la cara a esa mujer tan despreciable.- Que ser una persona venenosa como tú, además no creas que esa belleza vacía te va a durar toda la vida.- Mi piel ardía, sentía la sangre ebullir, mis manos temblaban un poco.- Hasta la flor más hermosa se marchita, hasta la fruta más exótica, se pudre.
Todos me veían orgullosos, hasta la blogger sonreía con ternura y cierto orgullo. Carmen se acercó a mi y me abrazó antes de dirigirse a Margarita.- En Ninfas Café no aceptamos este tipo de comportamiento y menos en dónde se excluya a un compañero o cualquier persona ya sea por su raza, religión, orientación sexual o su nacionalidad.- hablaba con firmeza, su voz era como un hielo cortante.- Quedas suspendida de tus labores por dos semanas sin derecho a pago.- mis ojos se abrieron
- Tú no eres nadie para decidir este tipo de cosas.- Se burló. Podía ver el miedo que se instalaban en esos bonitos ojos azules.
Carmen no se molestó en responderle, solo sacó su móvil del bolsillo marcó un número y esperó a que la otra persona contestara, cuando obtuvo respuesta, le platicó acerca del comportamiento de la compañera y la situación con nuestra cliente, ella solo sonreía escuchando lo que decía Juan José y al final le tendió el teléfono a Margara, que por su rostro sabíamos que nuestro jefe estaba totalmente de acuerdo con la decisión de Carmen.
Yo traté de ignorar las cosas que decía y la molestia que se había instalado en mi estomago, me concentré en observar lo hermoso que había quedado todo, todas las mesas estaban cubiertas con manteles blancos y un rosa gold según lo que me había explicado Carmen días antes, en las mesas habían pequeños floreros con flores silvestres de todos lo colores, al fondo había una pared blanca con las letras bronce del blog de la chica, había un gran arco con las mismas flores y tenía pequeños globos con los tono de los manteles. Todo era tan fresa y creído que me daba un poco de repelus. Me sentía fuera de lugar.
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Mi nueva vida
RomanceLos comienzos nunca son fáciles y menos al otro lado del mundo, donde no conoces a nadie. Pero eso no iba a detener a Ari una chica de 28 años con tantos sueños y con unas enormes ganas de comerse al mundo pero a veces parece que el mundo se la va a...