Cap: 1 Mirack y la serpiente.

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—¡No!—dice Mew, no creyendo lo que sus padres habían hecho

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—¡No!—dice Mew, no creyendo lo que sus padres habían hecho.

—¿Mew Royal del bosque Dragón, ¿qué diablos dices?

—Lo que escuchaste, me puedes mencionar mil apellidos más y tú no vas a decidir con quién me voy a casar.

—Pero pensé que te gustaba Win.

—Si, pero me lo estás imponiendo, no es justo para mí o él.

—Descuida, él está de acuerdo.

—Te dije que esto era mala idea, es mejor que Mew decida.

Mirack responde a su esposo:

—Mew lo que está haciendo es mucho berrinche, le gusta Win, únicamente estamos organizando las cosas para facilitarle la vida a ambos.

—No entiendes, supuse qué me dejarías ir a mi ritmo, solamente tengo 18 años para que llenes mi cabeza de responsabilidades maritales.

Se levanta del sillón y sale enojado de aquel despacho, dejando a un padre bastante frustrado y a otro no estando de acuerdo con nada de lo planeado.

—Mirack, rompe aquel trato que hiciste con la madre de Win y qué Mew salga con quien quiera salir.

—Lukade, ese chico necesita a alguien que lo guíe cuando tome el poder.

—¿Te escuchas?, ¿acaso no confías en tu hijo?

—No, sacó todo lo malo de ambos, necesita a alguien con conciencia humana que controle su ímpetu, no queremos que se pelee con medio mundo en un futuro, y está el hecho que tiene poca empatía con todo lo que tiene que ver con el reino.

—Todos los príncipes pasan por esa etapa de no querer responsabilidades con el reino que representa, así que démosle tiempo, se bueno y deja a Mew decidir.

—Es que ya los comprometí de palabras y...

Lukade no evita girar los ojos, se levanta de su escritorio y se pone delante de su esposo.

—Amor, eres un caso perdido—besa su frente y sale del despacho, dejando a Mirack a solas con sus pensamientos.

—Amor, eres un caso perdido—besa su frente y sale del despacho, dejando a Mirack a solas con sus pensamientos

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