—Oh, querido... Lo lamento tanto —la abuela Hwang no supo qué otra cosa decir cuando, con los ojos llorosos y una decepción indescriptible, su nieto le contó en dónde encontró la Jouel que permitía la existencia de Kín.
La anciana guardó el collar junto al anillo que por un tiempo estuvo bajo el control de Zand y explicó que era mejor mantener esas piedras alejadas de las manos equivocadas, sin importar que creyeran conocer bien a algunas personas que las habían poseído.
—No puedo seguir con él, ¿cierto? —Hyun Jin se esforzó por mantenerse fuerte.
—Tu confianza y tu corazón están heridos —la mujer le acarició un brazo con dulzura—. Lo primero que debes hacer es descansar un poco para no pensar de más, Hyun Jinie... Sé que es temprano, pero opino que una siesta te vendría bien, así que ve a tu habitación e intenta dormir.
El pelinegro asintió y, sin ganas, se levantó para dirigirse hacia las escaleras.
No podía aceptar la realidad, pero estaba ahí; el enemigo al que más detestaba y el chico al que más quería eran la misma persona. Una de las respuestas que más ansiaba encontrar había estado cerca de él durante todo ese tiempo y aún le costaba creerlo, pues le parecía una locura. Muchas preguntas daban vueltas en su mente, quería entender por qué Seung Min era un villano y a la vez quería regresar al punto en el cual no tenía ni la más mínima idea de que su novio ocultaba semejante secreto, no sabía qué hacer o cómo podría volver a ver al castaño frente a frente.
Pasó el día perdido en sus pensamientos e ignorando al más bajo. No contestó sus llamadas, no leyó sus mensajes de texto y no salió de su habitación para nada hasta que a las dos de la mañana su estómago le exigió que se levantara a conseguir un poco de comida. Seung Min había ido a buscarlo en la tarde, pero su abuela comprendía que no deseaba ni verlo ni hablar con él en esos momentos, por lo que lo ayudó y le inventó al castaño que había salido a algún lugar sin dejar aviso.
Hyun Jin se convenció de que nada podría terminar bien si veía a Seung Min. Incluso imaginó que lo primero que el contrario haría sería exigirle que le devolviera el collar con la Jouel de color lila –cosa que no pensaba hacer– y enfadarse. Como héroe, tal vez él debía sentirse al menos un poco más feliz por saber que le había puesto un final definitivo a Kín, pero en sus labios no se formaba siquiera una sonrisa débil.
Se dio por vencido y, tras terminar de comerse una manzana, se dejó caer en su cama y revisó los mensajes que Seung Min le había enviado durante el día. ¡Eran bastantes!
Seung Minie
¡Buenos días!
Acabo de despertar.
¿En dónde estás, Hyunie?Esperaba despertar junto a ti.
¿Decir eso es extraño?
Espero que no.
Pensé que estaría bien decirlo
si tomamos en cuenta lo que
pasó ayer...¿Cómo era posible que Seung Min fuera así de tierno? Kín no se parecía ni un poco, era un ladrón fastidioso y Hyun Jin todavía no terminaba de procesar que su chico lindo se escondía debajo de aquel antifaz blanco. Algo frustrado, se acomodó mejor entre sus cobertores antes de seguir leyendo los mensajes.
¿Fuiste a comprar algo para
que desayunemos juntos?
Jajaja.Hyunie...
En serio, ¿en dónde estás?
¿Te encuentras bien?
Hyunie, por favor contesta
mis llamadas.¿A dónde fuiste?
Dímelo, por favor.Oye, esto no es gracioso.
De una manera u otra podía sentir la preocupación auténtica de Seung Min en cada uno de sus mensajes. Empezaba a sentirse culpable por no haber dado señales de vida en todo el día, pero poco después le bastaba recordar que en realidad se trataba de Kín buscándolo, así dejaba a un lado esa sensación y volvía a fruncir el ceño.
Hyunie, ¿estás enojado
conmigo? ¿Hice algo que
te molestó?Si es así, podemos hablar
al respecto y puedo ofrecerte
una disculpa apropiadamente.Hyunie...
¿Te arrepientes de lo que
pasó ayer? Dime la verdad,
por favor.Siento que me estás ignorando
y es horrible.Necesito hablar contigo.
Frente a frente.Voy hacia tu casa.
Ya llegué.
¿En dónde estás, Hyunie?
¿A dónde fuiste?¿Ni siquiera a tu abuela le
avisaste en dónde estarías?Tendré que buscarte.
Estoy muy preocupado,
por favor responde. Lo que sea
está bien. Sólo dime algo.Por favor...
¿Estás actuando así por
lo de ayer?No puede ser.
¿Acaso lo único que
querías de mí era
tenerme por una noche?¿Por qué no respondes?
¿Me utilizaste?
Vaya... No parecías ser el tipo
de cretino que desaparece
inmediatamente después de
conseguir lo que quiere.Hyun Jin cerró los ojos y sintió un nudo de lo más grande en su garganta. Una espada atravesando su corazón habría provocado una sensación menos dolorosa que leer esas palabras, podía jurarlo por su vida.
Fue entonces que se dio cuenta de algo: Seung Min no había hecho mención alguna del collar ni le estaba pidiendo que le regresara aquel objeto.
Al leer sus mensajes con atención, veía con toda claridad que él sólo era ese adorable chico con ojos de cachorrito, intentando entender por qué su novio lo ignoraba tras haber avanzado un paso en su relación.
—Ay, no... —Reaccionó súbitamente—. ¡No, no, no! ¡Soy un imbécil!
El pelinegro empezaba a entender lo mal que se veía al ignorar al otro chico como lo había estado haciendo, pues esa actitud se podía malinterpretar con mucha facilidad.
Seung Minie
Lo siento.No sé por qué dije eso.
Perdón, perdón, perdón.
Tú no eres así, ¿verdad?
Perdón, Hyunie.
En serio estoy asustado.
No era mi intención decir
algo tan estúpido y feo
como eso.Hyun Jin soltó un suspiro. No quería hacerle daño a Seung Min, sus sentimientos por él eran reales, pero a la vez se sentía incapaz de verlo como antes, pues sabía que todo ese tiempo él había sido Kín.
Pasó los siguientes tres minutos pensando en qué hacer. Aún había muchas cosas a las que tenía que poner en orden, pero lo primero en su lista mental era reconocer que había lastimado a Seung Min al ignorarlo. Restándole importancia a la hora, llamó por teléfono al castaño y esperó que éste contestara.
—¡Hyun Jinie! —Su voz lo delataba: llevaba un largo rato llorando—. ¿En verdad eres tú? Lo siento, ese mensaje fue... Y-yo... no lo dije en serio —hizo una breve pausa—. Sé que tú no eres ese tipo de persona... ¡Lo siento!
—Yo también lo siento, Seung Min —habló con tanta tranquilidad como le fue posible, evitando pensar en su enemigo—. No quería lastimarte. Estuviste preocupado y preguntándote si habías hecho algo mal, así que también te debo una disculpa.
Su conversación no fue demasiado larga, pero bastó para que ambos pudieran dormir con la idea de que hablarían más al día siguiente.
Continuará.
............................
¿Ustedes creen que Hyun Jin y Seung Min dejarán de ser novios?
Gracias por leer, votar y comentar. ~
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Héroe [HyunMin]
FanfictionIr a la universidad, gustar de su mejor amigo, ser un héroe, proteger su identidad... ¡No es tan fácil! ⚠ PROHIBIDO COPIAR O ADAPTAR ESTA HISTORIA. 🔹 HyunMin. 🔸 Contiene fantasía.