Capítulo 9.

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Hyun Jin intentaba convencerse de que lo mejor sería terminar su relación con Seung Min, de que sólo estaba esperando el momento adecuado para hacerlo sin parecer un "cretino que desaparece tras conseguir lo que quiere", pero sabía que sólo estaba engañándose. A pesar de todo, la verdad era que él no deseaba separarse del castaño.

Sus sentimientos se habían vuelto complicados, eso no quería decir que ya no existía el amor. Se aferraba a la habilidad de creer con todas sus fuerzas que había una explicación para todo y que Seung Min no era una mala persona.

Habían pasado tres días y Hyun Jin seguía sin poder descansar bien, pero era bueno para fingir que no se trataba de una situación grave. En esos momentos estaba en uno de los jardines posteriores más pequeños de todo el campus, sentado en una banca, aprovechando la hora de descanso antes de su siguiente clase para almorzar con su novio.

Rara vez pasaban otras personas por ese lugar.

—Ayer hubo más de quince víctimas nuevas... —Sentado junto a él, Seung Min leía un artículo del noticiero en su teléfono celular—. Parece que las ilusiones que crea Oisuled no sólo engañan a los que caen dentro de ellas, también hacen que pierdan el control de sus acciones... Ese villano los convierte en títeres incapaces de pensar por su cuenta. Todos empiezan a correr tan pronto como lo ven acercarse, pero él los persigue, como si estuviera cazando animales. Los encierra en una ilusión y después los obliga a hacer cosas malas.

Hyun Jin bebió un poco de leche de su bote. Escuchaba al contrario y, sabiendo que debía tener más cuidado al andar por la ciudad, se preguntaba si Oisuled había encontrado la manera de desatar el poder máximo de su Jouel, volviéndose así más fuerte y peligroso, tal y como Zand había intentado hacer. Eso tenía sentido.

¿Kín también habría conseguido algo así con un poco más de tiempo? Tuvo sus poderes desde antes de que él se convirtiera en un héroe, por lo que no se sorprendería mucho si la respuesta fuera positiva.

El pelinegro movió su cabeza de un lado a otro, queriendo dejar de pensar en eso. Debía admitir que el otro chico se veía bastante tranquilo a pesar de haber perdido algo tan importante. Si él llegara a perder su brazalete, no sabría ni cuál sería su reacción.

—Seung Min...

—Seung Minie —lo corrigió tras darle una mordida a su pan relleno de carne—. Dices que no estás enojado conmigo, pero desapareciste durante casi veinticuatro horas y ya llevas otras setenta y dos llamándome sólo "Seung Min" —bajó su almuerzo para poder cruzar los brazos por encima de su pecho.

—Perdón. Es que... —Ya no podía concentrarse al ver a su novio.

¿Quién era ese chico en verdad? El impactante descubrimiento seguía nublando los pensamientos de Hyun Jin, después de todo. Y lo peor era que, si cerraba los ojos, podía escuchar la voz del más bajo en sus recuerdos, haciendo todo más difícil.

"¿Y si un día hago alguna cosa que no te guste y dejas de quererme?"

"Muchas personas son consideradas villanos, incluso sin conocer sus motivos. ¿Y si en realidad no deberíamos temer tanto?"

Quería entender a Seung Min. Si lo que había dicho era cierto, entonces quería escuchar su historia de principio a fin y descubrir exactamente cómo Kín nació y empezó a dedicarse a robar, pero también tenía miedo.

—¿Hyunie? ¿Hola?

—¿Eh?

—Te quedaste callado de repente. ¿Quieres decirme en qué piensas? —Colocó una de sus manos encima del hombro ajeno—. ¿Estás asustado por lo de Oisuled? Tendremos que ser más cuidadosos de ahora en adelante, pero estaremos bien...

Héroe [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora