Capítulo 11.

264 39 14
                                    

Volver a localizar a Crimson les estaba tomando más tiempo del que querían. Se encontraban en una zona muy peligrosa de la ciudad, donde casi todo había sido invadido ya por las extrañas luces de Oisuled, las cuales no dejaban de buscar nuevas víctimas. Aunque se esforzaban por hacer reaccionar a todas las personas que veían para así liberarlas de las ilusiones, no siempre tenían éxito.

—¿Qué...? ¿Sapphirus...? —Confundida, una chica castaña que no se veía mayor de diecisiete años recién conseguía salir de una ilusión gracias al pelinegro—. ¿En dónde estoy? ¿Cómo llegué a este lugar? —Miró a su alrededor.

—Fuiste atrapada por una ilusión, pero no te preocupes, la derrotaste —le sonrió.

—¡¿En serio?!

—Sí, seguiste mi voz hasta nuestro mundo, ¡pero no te puedes quedar aquí! Ahora tienes que ir a un lugar seguro. Aún no hemos encontrado a Oisuled —dijo, ocultando su preocupación para no contagiársela a la chica—. No pierdas de vista la realidad y sólo corre hacia el otro lado, ¿está bien? No debes detenerte o mirar hacia atrás, no hasta que llegues a donde están estacionadas varias patrullas. Los oficiales te ayudarán.

La jovencita asintió y empezó a correr sin hacer preguntas. Kín se acercó a Sapphirus poco después, anunciando que había logrado rescatar a otras tres personas, pero que seguía sin encontrar rastros de Oisuled o de Crimson.

—¡Esto es demasiado lento! Ni siquiera sé si realmente estamos avanzando.

—Vamos bien, no hay que detenernos. Salvaremos a la ciudad persona por persona si es necesario —dijo con tanta seguridad como pudo.

—Romper ilusiones ajenas es más complicado de lo que creí que sería.

—Hay una cosa que no entiendo. ¿Por qué algunas ilusiones no se rompen aunque les mostremos la realidad a las personas atrapadas en ellas? —Se preguntó el más alto.

—Eso es porque no basta que sean capaces de ver que están atrapados en algo irreal —explicó Kín—. También tienen que aceptarlo para que las luces se alejen. ¡Incluso nosotros estamos en peligro al movernos por aquí! Si perdemos la concentración y dejamos de ver nuestra realidad claramente, podríamos quedar atrapados.

—Tengo claro lo del peligro que corremos, por eso estamos siendo cuidadosos. Si seguimos así, aunque el ritmo no sea ideal, entonces todo estará bien. ¡Lo presiento!

De repente, Crimson finalmente se acercó a ellos y atacó a Kín, ya que al haberlos visto desde lejos pensó que el pelinegro estaba teniendo problemas con el villano y que necesitaba ayuda para deshacerse de él. Sapphirus tuvo que ponerse en medio de ambos para detener a su compañero.

—¡¿Cuál es tu problema, idiota?! —Se quejó el de antifaz blanco, teniendo que quedarse con las ganas de responder al ataque.

—¿Estás bien, Sapphirus? —Preguntó el pelianaranjado, ignorando por completo lo que había dicho Kín—. Lamento haber tardado en llegar, no podía encontrarte por ningún lado, eso sin contar que esta parte de la ciudad es todo un desastre por culpa de las ilusiones.

—Descuida, estamos bien —habló con calma.

—¿"Estamos"?

—Sí. Kín está conmigo, así que espero que puedan trabajar en equipo —los miró seriamente a ambos—. Ya sabemos cómo liberar a las víctimas de Oisuled, lo que todavía no tenemos claro es cómo ponerle un final definitivo a sus poderes.

—¿A cuántas personas han rescatado ya? —Crimson cruzó los brazos por encima de su pecho y miró a Kín con cierta desconfianza—. Deberían venir conmigo y echarle un vistazo al caos que está más adelante, no lo podrán creer.

Héroe [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora