Capítulo 8

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Ahora que los dos mocosos se habían ido, Dumbledore se dejó caer en su silla, golpeó el reposabrazos y exclamó:

- ¡Este niño es infernal!

- Y de nuevo, ¡no lo tienes en curso! -Severus lo notó con una sonrisa divertida.

- ¿Cómo es eso? -El viejo director preguntó mientras todos los demás escuchaban atentamente lo que decía el profesor de Pociones.

- Llegan temprano Albus, muy temprano. Realmente no quieren estar aquí. Es divertido. Todo lo que los estudiantes aprenden, ya lo saben.

- Pero, ¿por qué viniste aquí, entonces? -preguntó James.

- Pero por supuesto que para fastidiarte Potter, para fastidiarte. -respondió Severus.

- Pero...

- Están registrados en Dumstrang. Y para cabrearte y divertirte, fueron a Hogwarts. Dentro de un año partirán hacia Dumstrang. Sus familias están de acuerdo con su testamento. Lucius quería que su hijo fuera a Hogwarts durante al menos un año.

- Está fuera de discusión que el sobreviviente vaya a otra escuela. ¡Él debe quedarse aquí! -decidió Dumbledore.

- ¿Pero cómo? -preguntó Lily.

- Te aconsejaría que no hicieras nada. Harry puede ser peligroso y lo sabe perfectamente. -Severus comentó, bastante asombrado de ver que lo que su ahijado había dicho se estaba haciendo realidad.

- ¿Peligroso? ¡Es un niño de once años! -exclamó James.

- ¿Qué tan peligroso es él? -preguntó Dumbledore preocupado.

- Como diría Petunia, comparado con él, ¡eres mierda de gato!

Este último comentario solo hizo reír a Severus. Dumbledore sintió que el joven Harry tenía la confianza de Severus y si... El anciano mago tuvo una idea y se la contó a Severus.

- Gracias Severus. Pronto tienes clase con los Slytherins y los Gryffindors de sexto año. No te detendría más.

- Bien, Albus.

El moreno profesor de Pociones saludó a la asamblea un poco fríamente, luego salió de la oficina. Cerró la puerta con cuidado y se sorprendió mucho cuando vio a dos niños que estaban muy callados sentados en el último escalón. Estaba a punto de hablar cuando Draco se llevó el dedo a la boca y Harry susurró:

- ¡Shhhh!

- Queremos escuchar...

- El resto. siento que sera...

- Edificante.

Los dos niños se movieron un poco para hacer lugar a Severus, luego los tres escucharon lo que decían los magos en la oficina. Harry había lanzado un hechizo que permitía escuchar incluso en presencia de un hechizo silenciador.

- Albus, no podemos dejar a Harry con Snape y Malfoy. ¡Se arriesgaría a caer del lado de Voldemort! -James indignado.

Sirius y Remus exclamaron:

- Pero Severus es un aliado, espió del lado de la Orden del Fénix.

- Sí, pero es un mortífago, traicionó una vez y puede volver a traicionar. -Lily respondió con frialdad.

- Sirius, Remus. Los Potter tienen razón. -Tranquilamente respondió el viejo director.

Severus al escuchar esto sintió lágrimas de dolor rodando por su mejilla. Saltó al sentir una mano secándose las lágrimas y otra frotando su espalda en un intento de animarlo. Sonrió agradecido a los dos niños y luego continuaron escuchando la conversación.

Harry DursleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora