Colisión (bilogía Lazos)

Cap. 19: No princesas y bufones

Holaaaa, en este capítulo narra el sexi Bastian.....

— Bastian, ven aquí, ahora mismo — ahí estaba el entrenador, llamándome nuevamente

Para nadie es un secreto que me gusta molestarlo, pero ya es hora de ir

— Ya voy

— Tenemos que escoger a los nuevos, ¿tú qué dices?

— Yo digo que Becker y Rodríguez están bien.

Aunque me cueste aceptar que el imbécil que quiere estar con mi hermanita es un muy buen jugador, tengo que hacerlo, además Vic se ve feliz.

— Justo en ellos pensaba.

— Vale, yo me voy,

— Ven Lenox, necesito que me hagas un favor

— ¿De qué se trata?

— Tiene que ver con una chica

JA. lo iba a ayudar sin ningún inconveniente y ahora mucho más

— Dígame de una vez

— Se trata de mi sobrina, Clara, solo quería que le lleves esto

Me extendió unos papeles y no comprendí nada hasta que vi que eran requerimientos médicos

— Ella debe estar en el campo de vóley, pero necesita entregarle esto a la entrenadora.

— Vale

Me dirigí hacia allá aún con la ropa de deporte, estaban en pleno juego, así que me quedé a verlos.

Vi como Vic no tenía piedad al igual que el resto de sus compañeras, a algunas las conozco muy bien, pero vi a varias chicas que no conocía y supongo que eran las nuevas. Me concentré en una chica algo bajita, delgada, de cabello castaño, jugaba bien, pero le faltaba un poco más de fuerza, Me llamó la atención la forma en la que celebraba cada punto, parecía un conejo, dando esos saltitos.

Cuando acabó el tercer set, me parece que la escogieron, pues dio un salto más que me hizo sonreír, esa chica estaba loca.

La entrenadora les habló de algo y luego yo me acerqué a la chica, cuando iba vi a Vic salir con Nathan, ambos iban riendo, puede que ellos sí lleguen a algo.

Yo preferí dejar de tener relaciones serias, por que literalmente nuca duran más de 4 meses a veces son solo semanas, y todo es mi culpa, mi miedo al compromiso y al estar pendiente de alguien me hace un reverendo idiota a veces.

— Hola

— Hola, ¿necesitas algo? — dijo restándome importancia, mientras guardaba sus cosas

— Busco a Clara, ¿la conoces?

— Ah, sí, sí la conozco.

— ¿Me podrías decir quien es?

— Soy yo — dijo levantándose por completo

La detallé por completo, era muy bonita, sus ojos eran color café claro, sus pestañas largas y sus labios rosados.

— Bueno, el entrenador me mandó a entregarte esto

Cuando vio los papeles, la noté tensarse

— Bueno, ya los viste, espero no le cuentes a nadie

— No lo haré

— Confío en ti, entonces. ¿Cómo te llamas?

— Soy Bastian

— No te conocía, ¿eres nuevo?

Esta chica vivía debajo de las piedras

— No de hecho soy el capitán del equipo de fútbol

— Ya me acordé, bueno no te conocía pero mi tío siempre te describe como su dolor de cabeza

Ambos reímos un rato

— Bueno fue un gusto Bastian, me tengo que ir, aunque... ¿quieres molestar a mi tío?

Ya me caía bien, cualquier persona que quiera molestar al ogro, me caía bien.

— Nada me haría más feliz

Le brillaron los ojos de forma adorable, mmm digo, de forma normal

— Bien, este es el plan

Empezó a narrar su malévola idea y con cada palabra me demostraba que era tan loca como la imaginé

— ¿Entendido? —asentí — Pues andando

Salimos del gimnasio, no sin antes darle los papeles a la entrenadora, nos dirigimos a donde aun estaba el ogro, guardando los balones y los elementos.

— Espero, que seas buen actor — susurró

— Lo mismo digo

Y sin más fuimos hasta donde él, gritándonos

— ¡Entrenador, su sobrina, me ha golpeado!

— ¡Él se acercó a mi!

— ¡Porque quería entregarte tus papeles, maldita loca!

— ¡Imbécil!

—¡Loca¡

—¡Inmaduro!

— Ya basta par de niños — Habló el profesor

— Me siento mal, siento .....

Y sin más, la mejor actriz que he conocido, se desplomo en el suelo

— No, Clara, escúchame— el entrenador se veía preocupado, luego dirigió su mirada hacia mí— Ayúdame, rápido

Me acerqué a ella y como fue parte del plan, la besé, o bueno solo uní nuestros labios, no fue nada del otro mundo, sin embargo en mi despertó una sensación extraña

— ¿Qué haces imbécil? — me gritó enojado

— Pues así se levantan a las princesas en los cuentos

Y ''milagrosamente'' despertó

— Pero ella no es una princesa ni estamos en un cuento

— Tienes razón no soy una princesa, soy la nueva compinche de Bastian para hacerte bromas

Ambos empezamos a reír y el entrenador se ponía rojo

— Par de bufones, 5 vueltas a la cancha, rápido

Paramos de reír de golpe y el entrenador dibujó una mueca que supongo era de felicidad

Y ahí estábamos corriendo injustamente, pero aprovechando para conocernos y planear nuestra siguiente jugada.

Clara se convertiría en mi más grande secuaz, pero nada más, sé que la puedo lastimar, y me alegra saber que por lo visto a ella no la atraigo.

''JA, ni tu mismo te la crees, te decepciona saberlo''

A veces quisiera no tener conciencia.

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Ódienme, mátenme e incinérenme.

Lo siento pero esta semana entro a estudiar, aprovecharé estos últimos día para subir más, pero a partir del lunes solo subiré tres o cuatro capítulos semanales. 

Los quiero.