Capitulo #10

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Narrador.

Bueno, últimamente todo iba muy rápido incluso los días. Había pasado una semana, una semana de chistes malos por parte de Izzy dirigidas a Axl por aquel secreto que le contó claro que los chistes no iban con mala intención.

¿Olvide comentar que desde entonces Axl no a vuelto a ver a Saúl?, también está de más decir que le daba vergüenza verlo a los ojos o siquiera estar en el mismo lugar con el, usaba como excusa que estaba enfermo pero Saúl no era tonto y sabía perfectamente que era mentira, al principio lo dejó pasar pero a medida qué pasaban los días el moreno anhelaba poder ver otra vez a Axl y poder hablarle.

Basta, recalquemos que esto está mal, ambos lo sabían pero era exactamente como cuando olvidas una tarea al último momento, no haces nada para cambiarlo y duermes preocupado ¿Le encuentras el sentido? Por que yo no y al parecer nuestros protagonistas les importaba poco y nada, si les constaba que estaba mal pero no era como si fuesen a hacer algo.

Últimamente Axl pasaba un poco más tiempo con Kurt y Shannon, ya que Izzy tenía que ordenar unos papeles para su salida de el hospital así llevaba desde hace tres días, Pero bueno ya sabiendo esta Graan introducción vamos al grano.

Una de las cosas favoritas de Axl aparte de su doctor, era la lluvia ¿por que? Era muy simple, sentía tanta paz únicamente escuchando y viendo la lluvia caer, era un tanto extraño de explicar.

— Llevas horas mirando por la ventana ¿En que piensas? — preguntó Kurt.

— Me relaja es todo — dijo dando un suspiro — ¿Izzy aún no llega? —.

— No, lo más probable es que llegue más tarde, por cierto antes de irse dejó esto para ti — El rubio sacó un cigarrillo que ya antes habían probado.

— Gracias — fue lo único que dijo antes de irse a su hueco.

Algo que al pelirrojo le encantaba era su habitación ya que tenía una ventana bastante grande y que por cierto era excelente para observar afuera. Era medio tarde la enfermera ya había pasado para asegurarse que todos los pacientes estuvieran en su lugar.

De repente la puerta se abrió dejando ver al Doctor Saúl quien miraba fijamente en dirección a Axl.

— Tenemos que hablar — dijo tomando de el brazo al contrario.

No le dio tiempo de protestar ni de rehusarse ante el agarre de él mayor, y sin mucho más que hacer este solo siguió caminando, ambos llegaron a la oficina de Saúl estaba muy oscura únicamente la iluminaba la luna.

En la ventana se podían ver muchas gotas de lluvia que al chocar en el vidrio estas poco a poco iban resbalando hasta caer por completo.

— ¿No te gusta la lluvia? Es decir es todo lo bueno en el mundo — dijo Axl sin quitar la media sonrisa que tenía en sus labios.

— Es... relajante — respondió el moreno.

— Al parecer nos evitamos o creo que yo te estoy evitando — soltó una risa nerviosa.

— Me gustaría aclarar lo qué pasó la otra vez — habló con un poco de vergüenza.

— Si... llego el momento de hablar sobre eso, creo que nos equivocamos estábamos confundidos y no debió pasar —.

— ¡Si! Estoy totalmente de acuerdo, fue algo tonto y sin sentido que jamás debió pasar, deberíamos pretender que nada de eso paso ¿Estas de acuerdo? —.

— Así es, concuerdo contigo — dijo viéndolo a los ojos.

— ¿Nunca pasó? — preguntó el moreno.

— Nunca pasó — afirmó el pelirrojo.

No pasó mucho tiempo cuando estos volvieron a unir sus labios de manera desesperada, Saúl posaba una de sus manos en la nuca de Axl atrayéndolo más hacia el beso mientras su otra mano rodeaba su cintura.

Los brazos de Axl fueron a parar en el cuello de Saúl y prontamente se enrollaron ahí mismo, estaban perdiendo la cordura, El pelirrojo después de unos minutos abrió su boca dando paso a la lengua de el ruloso, este inmediatamente entendió el mensaje.

Sus lenguas estaban formando una tercera guerra mundial, vaya que disfrutaban sentir al otro de cualquier manera incluso si se rozaban las manos. Ambos tuvieron que separarse por la falta de oxígeno.

Una vez recuperaron el aire se miraron a los ojos y tontamente comenzaron a reír, habían muchas emociones flotando entre ellos y sus corazones latían con fuerza <Al diablo con todo> pensaron ellos, ya les daba igual si es que lo que estaban haciendo estaba o no bien.

— Es tarde, Mañana quiero volver a verte — Saúl tomó la mano de Axl con un poco de duda.

— Entonces... Mañana volveré ¿Esta bien? — dijo Axl besando la comisura de los labios de el moreno.

— Perfecto, esperare con ansias tu llegada —.

Axl dio media vuelta para retirarse pero antes de que pudiera abrir la puerta Slash lo volteó y besó nuevamente los labios de su pelirrojo, y otra vez volvieron a reír en medio de el beso.

Rose volvió a su hueco y de la emoción no pudo conciliar el sueño y pasada las 4 de la mañana por fin pudo cerrar sus ojos para despertar más tarde. Saul por su parte se dirigió hacia su departamento con una sonrisa tatuada en su rostro, todo parecía irreal y cada que recordaba lo que había pasado su corazón comenzaba a latir con muchísima fuerza y sus mejillas tomaban color, no se quejaba pues le gustaba la idea que Axl fuese la principal persona que causaba ese sentimiento tan bonito en el.

[... Al día siguiente ...]

7:45 de la mañana se presentó un hombre al hospital. Aquel hombre dejó unos papeles con información personal tales como nombre, estudios, honores, fecha de nacimiento y entre más cosas venía por un empleo de enfermero o doctor psiquiátrico, que podíamos decir acerca de esto, su hoja de vida era impecable nadie podía comentar algo negativo de eso.

Era innegable que el tipo merecía el trabajo y sin pensarlo mucho le dieron un espacio para que este se instalara y pudiera iniciar su objetivo laboral dentro de el hospital, Saúl como el buen jefe que es le dio la bienvenida a Bob Forrest.

The Day Strange   [ ..SlAxl.. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora