Toma mi mano || DOMINIK SANTORSKI

12.

Debía estar un poco loca, o al menos estar perdida dentro de todo lo que me pasaba. Me sentía tan distinta últimamente. Cada vez me daba cuenta de que todo a mi alrededor era raro, o quizás yo era la que estaba diferente. Realmente no estaba segura.

—Katine, ¿En que piensas? —me quitó los audífonos alguien. Dominik.

—¡Agh! quiera estar sola —volví a poner los audífonos en su lugar.

Fijé mi vista al cielo, desde los pies de un árbol en el que estaba sentada, en el patio del instituto.

Pero parece que éste chico no comprendía, ni se rendía fácil.

—¿Qué te pasa? ¿Te eh hecho algo acaso? Dime, porque sinceramente no lo recuerdo —dijo frío y mirando serio

Suspiré. Entre los cambios que tenía, uno era el de estar a la defensiva con todo el mundo.

—Lo...lo siento —murmuré —¿Qué necesitabas?

—Pues nada, solo quería hablar contigo, por... —pausó un momento —lo del otro día.

Lo del otro día. Joder, no tenía idea por que lo había hecho. No debí hacerlo. No debí demostrarle mis sentimientos, pues ahora estaba expuesta.

—Dominik, mira yo...

—Shh, no digas nada... —me interrumpió —O mejor, no me digas nada si es algo malo...con respecto a esto —bajó la mirada

Simplemente estaba siendo demasiado bueno para mi. Y no merecía a alguien como yo estorbándole en su vida. No contesté nada, me levanté y me fui de allí.

Entré a los baños de mujeres. Habían unas chicas. Me miraron de una forma extraña, y noté algo de recelo en ellas. Y tan solo bastó con eso para que me enfadara, pero me controlé a no decirles algo. Después de todo no sabía con certeza si fuese capaz de decirles algo; conociendo lo cobarde y poco arriesgada que soy.

Me acerqué al espejo y miré de cerca mi labio. Aún seguía un poquito hinchado, luego de la pelea que había tenido con Barbara y las otras dos idiotas, no había salido tan ilesa que digamos. Una chica salió del baño y quedamos solo dos castañas y yo.

—¿Ya te acostaste con Dominik? —habló alguien

Como por acto de reflejo, miré. Ambas me miraban. No dije nada, quizás había oído mal.

—Hey, Katherine, te hablamos a ti — volvió a hablar la misma voz.

Y sus miradas seguían puestas en mi. El asunto era conmigo.

-¿Me están hablando a mi? —pregunté confundida

-Pues si, ¿O ves a alguien más? ¿Estás ciega? - habló la otra chica

-En ese caso, mi nombre es Katine - miré enojada - Y tu pregunta no va...

-¡Ah! - me interrumpió - Es que como fuiste desesperada con Aleks, pensé que con Dominik fue lo mismo

Esto no podía colaborar mejor a mis niveles de enfado.

-¡Escúchame imbécil! A mi no me vienes a tratar de desesperada por que si no...

-¿Qué harás? ¿Golpearme? - levantó una ceja

Oh, se nota que no sabían.

-Pues podría romperte esa ''bonita'' cara que tienes, si no cierras la boca, muñeca - sonreí falsa

-Ah, ¿Para que te enfadas? Creo que lo de ofrecida te llegó y te queda bien...

Pero no le dí tiempo de seguir hablando. A ninguna.