42.

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Volví a dormirme. No sé en qué momento, pero supe que lo hice cuando volví a despertar con esos molestos ruidos de máquinas, y cuando al despertar, vi que la enfermera de blanco ya no estaba, y el pasillo se veía más oscuro que cuando había la había visto rondándome.

Necesitaba respuestas.

Intenté levantarme, pero mi estómago...

Me dolió como los mil demonios.

Necesitaba a alguien, pero cuando intentaba gritar, me pasaba como en las pesadillas; abría la boca, y nada salía de allí. Y para más, me cansaba, y el aire se me iba. Y tenía que esforzarme por volver a respirar de forma normal.

Me dolía respirar con esta cosa. Me molestaba además.

La puerta sonó, y vi a Julia allí. Sola.

Abrió la puerta como si estuviese temerosa, y entró, con la mirada parecida a la expresión de lastima de los doctores.

Por primera vez me alegro verla.

—Ju... —intenté hablar, pero la respiración me quemaba

—Tranquila hija —me sonrió dulce, se acercó y me acarició el cabello —No te preocupes, no pasa nada

Quería hablar, joder.

Como no podía, solo me limité a dejar de intentarlo y mirar a Julia. Cada movimiento que hacía.

—Mi niña, no sabes cuánto te quiero —vi algo cerca de sus ojos —No puedo creer que te hicieran esto. No puede ser —se pasó la mano por las mejillas

Eso que tenía cerca de los ojos era su maquillaje corrido. Estaba llorando. Llorando por mi...

Y ahora que lo pienso, hace una horas me pregunté por mis ''padres''. No por mi padre solamente. Quizá inconscientemente si la quería. No como una madre, pero si como a alguien que quiero y que al menos intenta darme seguridad.

Me acarició el rostro, la frente, el cabello... y después de decirme algunas cosas, se fue.

Volví a dormirme una vez más.

°°°

Esta vez fue distinto. Cuando desperté por tercera vez, tenía a Dominik frente a mí. Me quité rápido esa cosa encima de mi boca y nariz, y respiré con fuerza.

—¡Hey! No, no te lo saques... —me miró asustado, y se acercó a mí, reposicionando esa cosa que me proveía de algo importante, al parecer

Me lo volví a quitar, y lo miré mal cuando quiso volver a colocármelo.

—No... déjame hablar —dije con dificultad

Negó con la cabeza

—Te acaban de operar. Bueno...hace una semana

Quedé pasmada. ¿Una semana?

—Pero... —intenté tomar aire

—No te esfuerces. Katine, el cuchillo te alcanzó una arteria pulmonar...o algo así —torció el gesto —Y bueno, por eso te cuesta respirar

Sólo me limite a suspirar y escucharlo.

—Y... ¿Cómo te has sentido? —me miró —Espera, si es bien, solo asiente, no hables. El doctor me dijo eso antes de entrar...me dijo que no te hiciera hablar

Sin ánimo, meneé la cabeza de un lado a otro. Quería decirle que estaba algo ''estable''. Pero no me sentía bien.

—Tengo que contarte algo. Sobre todo esto —su rostro se puso más serio, y se acercó hasta mí —El doctor dijo que perdiste a...''tu bebé''

Toma mi mano || DOMINIK SANTORSKI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora