Toma mi mano || DOMINIK SANTORSKI

34.

—Katine, no pasa nada. Esa personalidad violenta que has desarrollado se debe a que estas creando una especie de escudo contra todos —apoyó el codo contra el escritorio —Pero debes entender que ni tu familia ni la gente que te quiere, es una amenaza en tu mundo

>>¿Mi mundo? ¿Qué carajos, cree que creo mi propio mundo y me imagino todo?<<

pensó

—Ok

Estaba frente a la psicóloga de la escuela. Su padre, probablemente, había ido a hablar para que conversaran con ella. Aunque, más probable hubiese sido que solamente la llamaran por el hecho de haber golpeado la otra vez a la novia de Alwar.

—¿Quieres decir algo? ¿Cómo te sientes en este instante?

La mujer la miraba esperanzada. Pero Katine solo la miró seria.

—No —respondió

—De acuerdo —asintió —Puedes irte a clases, Katine

Ella se levantó y llegó al salón de clases. Recordó que antes, cuando llegaba a mitad de la clase, siempre la molestaban, le gritaban cosas, se reían de ella...Pero ya no lo hacían.

¿Por qué estaría mal entonces haber cambiado su actitud? De todos modos, había podido crear un poco de respeto hacia ella.

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Fue a buscar a Dominik. No sabía de él hace días.

Pero no apareció.

—¿Buscando al marica? —preguntó Aleksander, llegando al lado de ella

No le gustaba verlo. Se sentía un poco asqueada.

—No te interesa —se alzó de hombros —Aunque...¿Me haces un favor?

El chico alzó las cejas.

—Claro que sí, sobre todo si es sexual —sonrió

Ella frunció el cejo. ¿Qué rayos le pasaba a ese chico?

—Raro —habló —¿Podrías ir a buscar a Dominik por mí? No puedo entrar.

—¿Qué te hace pensar que iría a buscarlo? —se burló —Suerte —hizo un ademán con la mano, y se fue

Ella se quedó plantada allí, sin saber qué hacer. Pero reaccionó, y se dio cuenta que nadie más podría ayudarla ahí. Aleksander era el único con el que hablaba, además de Dominik, en esa escuela.

—¡Aleks! ¡Espera! —corrió tras de él

—Hmmm, vienes hasta mi corriendo, eso es nuevo —alzó sus labios

—Por favor, te lo estoy pidiendo en serio —lo miró suplicante

>>No todos son una amenaza en tu mundo, no todos son una amenaza en tu mundo...<<

—Aleks, por fa —Katine intentó sonreír —Jamás te he pedido nada, solo te estoy pidiendo que entres, y busques a Dominik, y bueno, le digas que lo estoy esperando

Había sonado simpática, al menos era un paso.

Él se mordió el labio y pareció pensarlo.

—En verdad te mentí —se comenzó a reír —Ni siquiera vino

La expresión de Katine se volvió en decepción

—Bueno...supongo que, gracias de todos modos —volvió a sonreír

Iba a irse, pero Aleks le habló

—Espera —la miró más serio —Estas distinta

Ella alzó una ceja