18.

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-¿Qué miras tanto, Katine? -me habló Aleksander, tomándome esta vez de la mano.

Aún asombrada por lo que observaban mis ojos, me volteé rápido hasta mi ex compañero, para poder ignorar la escena.

-Yo...-bajé la vista

Sentí como mis ojos se humedecían, y comenzaba a nublarse mi mirada. Pero no, no conseguirían hacerme débil. Ya me pasaron a llevar un montón de veces.

-Nada -terminé de decir, mirando a Aleks

Él solo sonrió, y me tiró de un brazo a la pista de baile.

Demonios. Precisamente es de allí de donde me quería alejar.

Comenzó a bailar, pegándome mucho a él, por lo que me estaba obligando, básicamente, a bailar a mi también. La verdad es que yo no acostumbro a bailar, no esta entre mis cosas preferidas...de hecho no esta entre ninguna acción que yo haga.

Pero bailé por no quedar de anormal en aquella pista llena de chicos, y principalmente, porque desde aquí podía vigilar de cerca a la pareja que estaba bailando a una distancia muy corta de nosotros; Dominik y su ya concurrente amiga de cabello rosado.

Mi mente era un torbellino de sentimientos de ira, decepción, tristeza y confusión. No asimilaba que Dominik no era nada de lo que se mostró conmigo. Me mintió. Me dijo llorando que me quería. Vi sus cortes. ¿Todo había sido mentira? ¿Cómo pudo hacerme daño, después de que todo el mundo lo hubiese hecho?

Esto era tan irónico; yo lo ayudé desde un principio, y el me pagaba mintiéndome.

Al diablo con todo. Lo único que se me ocurriría hacer en este momento, es irme a mi casa y hacer cualquier cosa, menos estar pensando en alguien a quien no le importo.

-¿Y si vamos al baño y terminamos lo de la otra vez? -me susurró de pronto al oído, Aleksander, mientras seguíamos bailando

¿Y porque mierda, estaba yo aún aquí, aguantando las imbecilidades que hacia Aleksander?

Me solté rapidamente, y lo miré con el entrecejo fruncido, en señal de enfado.

-Eres increíble -solté furiosa, sin otra cosa que decir

-Lo sé, muñeca -respondió, sin entender el sentido de lo que yo había dicho

Rodé los ojos.

-Sabes que no lo digo en ese sentido -dije y miré de reojo a Dominik. Seguía bailando con su ''amiga'' -Me voy de aquí, antes de que te pases como la otra vez...

Me fui de allí sin más, y por suerte, no insistió.

Pero un brazo me detuvo.

-Aleks, por favor no me... -volteé, pero en definitiva no era quien yo pensaba.

Él me observó atento, como si yo fuese una aparición sobrenatural.

-Si eras tú... -susurró aún con la mirada perdida en mis ojos

Lo miré confundida. Y detrás de mi expresión de desentendimiento, guardaba rencor y odio por lo que él me hacia.

-No sé de que hablas -me volteé bruscamente, y me traté de alejar de allí lo antes posible

Pero Dominik insistió.

-Lo siento. Te vi de lejos, y juré haberte confundido con alguien más... es que estas... distinta -hizo amago de sonreír

¿Distinta? ¡Por favor! Era una excusa barata. Y justamente me hablaba cuando estaba solo, sin su amiga.

-Claro -contesté cortante, y miré al techo

Toma mi mano || DOMINIK SANTORSKI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora