Capítulo 11

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Tres meses después;

Aquellas rosas las recibía a diario y siempre anonimas con mesajes como ; Te extraño o pienso en usted.

Al principio pensé que era una broma pesada de Tony, pero al hablar con él me di cuenta que no estaba al tanto de nada, o incluso el equipo. Seguí permitiéndo aquello, no era de mucha relevancia para mi. Suficiente tenía con Steve Rogers, que a pesar que no le hablaba y no sabía nada de él desdé ya hace meses, siempre se mantenía presente en mis pensamientos.

Al venir a realizar la misión a Moscú, mi decisión era clara dejar de pensar en él y abandonar todo posible sentimiento, pero era realmente algo estupido ya que cada vez eran unos sentimientos más intensos. Hablaba con todos los de la torre cuando podía a excepción de él. Resultaba un tanto difícil el mantenerlo fuera de mi radar.

Por lo poco que supe de Tony, es que él se había ido a vivir a Washington y que cada vez se incorporaba con más facilidad a SHIELD.

Una parte de mi luchaba por verlo, pero mi voluntad era mayor a mi deseo. A penas recuerdo haber estado hace unos días en california en nuestra casa, junto con Pepper y Happy. Investigar los experimentos y las exportación de suministros nos llevo hasta allí.

Estuve de recuperación al haber recibido una bala en la pierna, eso no era impedimento para continuar con mi trabajo pero me sentía tan agusto en casa. Mi continuidad en california estaba mucho mejor cada vez, pero sin duda era tortura de cada dia pensar en Steve. Y por más que saliera de fiesta con unos viejos amigos, beber o fumar hasta perder el conocimienton no era suficiente e incluso conocíendo unos cuantos chicos o teniendo sexo con ellos no podía sacar el fantasma de Roger en mi cabeza. Aún solo lo ocrrido de hace unas horas en la madrugada en la que me plante toda fumada y alcoholizada en la puerta de su piso. Muchas cosas pudieron haber ocurrido pero gracias a Happy quién me salvo de un gran casi error de por vida.

Quería besarlo, pero también golpearlo por dejarse manipular de Nat, quién le estaba buscando citas últimamente o eso es lo que me conto Jarvis.

— Happy, dejame.— Susurre e hice que se soltará de mi brazo. Yo iba a golpear la puerta de Rogers. — No le he visto en meses.

—¡No voy a permitir que lo hagas! Serias capaz de matarnos a todos mañana en cuanto se te pase las sustancias.

Nege divertida y le di un abrazo.

— Happy, espera en el auto. — Mi aliento a alcohol le hizo frucir el ceño. — El capitán y yo tenemos que hacer cosas de adultos. — Comencé a reir y toque el tiembre de su puerta.

Happy me lanzo por las escaleras, en las cuales caí rondado hasta llegar dos o tres pisos más abajo. A penas logro recordar la voz de Roger con Happy.

—¡¿Señor Hogan?!¿ Le puedo ayudar?. —La voz de Steve sonaba un poco dormitada.

—Si, cap...¿Me presta 10 dolares?.

Luego solo recuerdo sentir un profundo sueño y al amanecer un fuerte dolor de cabeza y mi cuerpo bendado por todas partes.

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—¡Oh, mi cabeza!. — Exclame mientras me dirigía a la cocina.

Estaba en california con Happy, supongo que el me trajo después de mi tragica noche en Washington.

—¿Sigues mejor? — Pepper me ofreció una pastilla y un vaso con agua.

Asentí.

Un largo viaje // Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora