Mensajes de la mamá de Lucía a los lectores.

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Luh, mi gran amor:


La amaba desde mucho antes de conocerla, fue mi sueño, aunque no tenía idea de lo que esto signifcaba, ¡ni del extremo en que cambiaría mi vida!

Éramos muy chicas las dos y fue lo difícil encontrar la manera, pero la encontramos...

Hoy mirando hacia atrás y recordando ese largo camino lleno de angustias, de dolor, de risas, de amor, de gritos, de rabia, miro con orgullo su forma de salir adelante. Pasaron cuatro años desde que Lucía me dijo en unas pocas líneas escritas y conmucho miedo que era homosexual, y que esperaba que yo la siguiera amando de la misma manera.

A partir de allí se abrió un mundo nuevo e el que enfrenté a padres diciéndome que preferían ver a sus hijos muertos y no homosexuales, niños automutilándose, haciéndose cortes, recibí amenazas, llamados de atención, profesores destratando y discriminando en lugar de educar, psicólogos que me decían: "Ya se le va a pasar, no está nada dicho" y ¡y mirándome como si me dieran 'el pésame'! En ese entonces me sentí horrorizada frente a un mundo de locura en el que traté de ayudar y defender a mi hija con todo y contra todos, porque ella era lo que más me importaba y me importa.

Porque en definitiva Lucía es eso, mi hija nada más ¡y nada menos! ¿En qué cambiaría para mí ese hecho, su opción sexual? En nada en absoluto, estaba ahí y era el mismo regalo de Dios o de la vida o como quieran llamarle, me dio. Hermosa, como siempre, perfecta para mí corazón.

Pero sabía que la batalla no sería, ni será fácil. Creo que si bien el mundo avanzó bastante en sos temas que requieren mucha tolerancia, aún le falta mucho amor. Es solo eso lo que hace falta, más amor, para no apuntar con el dedo, para no dañar, para no discriminar ni al gordo, ni al flaco, ni al negro, ni al homosexual, y así una lista interminable...

Es muy emocionante para mí ver lo que logró mi hija. Mucha gente no lo entenderá, mucha otra lo cuestionará, pero lo que hay que resaltar es algo que vieron en ella los jóvenes que hoy la siguen, la toman como referencia.

Quizás mucha gente hoy no tiene tiempo para escucharse, quizás hay que tener mucha valentía para enfrentar cada día sus propios miedos, el destrato, que ella sufre y sufren miles de chiquitos que pasan por situaciones similares y no saben o no tienen a quién recurrir.

Sería muy bueno que abriéramos todos nuestros corazones y que entendiéramos que todos somos hermosamente diferentes..., así como hay colores en el mundo, hay personas y no importa lo que tú pienses, tan solo respeta al otro y sus ideas, sus gustos, su manera de vivir, ¡no es tan difícil!


¡Te amo, Luhhhh! ¡Pa' lante hijita!

Yo no soy una chica Pink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora