Tenía un grupo de amigas del liceo con las que salía mucho, fueron de a poco interesándome y haciéndome sentir curiosidad por las cosas del amor. Ahí conocí a Lu, éramos amigas por amigas en común, sabes cómo es, la amiga de mi amiga es mi amiga. Había cosas que me hacían sentir rara cuando estaba con ella, me ponía incómoda pero a la vez quería verla. ¿Qué estaba sintiendo?, es solo una de las preguntas que me hacía. ¿Por qué sentía que esa chica me gustaba? Estaba mal lo que estaba pensando, solo el hecho de imaginarme con una chica estaba muy mal, mi educación cristiana me hacía sentir culpable. En cambio, en contra de mi buen juicio, mi cuerpo me llevaba hacia donde estaba ella, porque quería tenerla cerca.
Durante meses luché conmigo misma, sentía un enorme conflicto interno, me manifestaba siendo grosera al hablar, desobedeciendo a mi madre que no tenía idea de qué me sucedía. Estaba dejando de ser la niña que había sido y comenzaba a explorar un área completamente nueva, mi sexualidad.
Poco a poco me fui acercando a Lu, hasta que un día nos besamos. Fue algo muy raro lo que sentí, me di cuenta de que no era solo curiosidad lo que me sucedía. Me gustó besarla... y mucho. No sabía cómo reaccionar con tantos sentimientos juntos, había besado a una chica y no sabía qué iba a suceder después de eso. ¿Qué pensarían mis amigos de mí? ¿Qué le iba a decir a mi madre? ¿Qué iba a pensar mi familia? Y miles de preguntas más que no paraban de surgir en mi mente, pero aún así se sentía bien, me sentía bien... Cada vez que la veía me sentía mejor al tenerla cerca, al verla, al sentirla, pero había un problema..., ella no sentía lo mismo por mí.
Claro a ella le gustaban las chicas. Simplemente no le gustaba yo. Resulta que estaba enamorada de otra persona, pero eso no me hizo parar. Yo estaba segura de que quería hacerla feliz, de que quería estar junto a ella y tenerla conmigo, pero no estaba tan segura de cómo enfrentar todo esto, era algo tan grande lo que había iniciado aquel beso que no lo podía parar. Era un hecho que no podía cambiar, simplemente sucedió, simplemente lo sentí.
Y la esperé..., y me la jugué por ella. Me banqué que ella me hablara de lo mal que se sentía porque la persona de la cual ella estaba enamorada no le correspondía. Le daba consejos y la abrazaba cuando estaba mal, la escuchaba incluso cuando sentía que mi corazón se rompía y pensaba por dentro "quisiera ser yo". Lucía fue una gran parte de mi vida. Fue mi primer chica, fue la primera persona a la que le entregué el corazón. Podría decirse que fue mi "primer amor", estaba tan enamorada que me volvía ciega. Todo lo que hacía o decía me parecía perfecto. Al verla lo único que me interesaba era ella y nada más, era el centro de mi mundo. Y ahí me di cuenta de que caí en sus redes.
Salíamos juntas a todos lados, era mi mejor amiga y mi amor al mismo tiempo. Después de un tiempo de ir formando una gran amistad ya me había hecho la idea de que solo sería mi amiga e intenté borrar mis sentimientos por ella. Iba funcionando, pero de repente y justo cuando ya no tenía esperanzas sucedió que ella empezó a sentir cosas por mí. Lo hablamos y decidimos empezar a salir y ver cómo nos iba y ver qué nos pasaba y cómo nos llevábamos.
Lucía me enseñó muchas cosas y lamentablemente no todas fueron buenas. Era ese tipo de persona que no tenía a nadie, no tenía con quién hablar ni tenía apoyo de nadie porque había decepcionado a sus familiares, pero yo siempre me mantuve ahí, para ella. La adoraba. Era como mi dosis diaria de droga, pero no fue la única droga que se cruzó en mi vida después que conocí a Lucía.
Cuando estábamos juntas ella fumaba mucha marihuana, y no me refiero que lo hacía una vez cada tanto, sino todos los días. En una ocasión me invitó a que la probara, dijo que "el viaje estaría genial" y lo hice, y no sentí nada, solo me sentía estúpida que no pensaba en nada y me quedaba colgada mirando un punto fijo sin pensar en lo que pasaba a mi alrededor.
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Yo no soy una chica Pink.
Novela JuvenilLucía Muraña tiene 19 años, es estudiante en bachillerato y vive en Maldonado (Actualmente en Montevideo). A los 14 años decidió compartir con su familia que era lesbiana. A través de la red Ask, llegó a responder más de 60 mil preguntas de todo el...