Tengo un problema con la bebida, suelo romper los vasos de vidrios de un disparo. Paciencia ya no desayuno, el cielo estaba rubio como ella, el viejo reproductor funcionaba a la perfección, no teníamos una canción, las teníamos todas. Los niños jugaban en el pasto, ignorando que su padre le apuntaba a su madre, medio ebrio, medio muerto, le metí parte de la pistola en la boca, cucharilla particular, le sacaba cada palabra con amargura.
Quería denunciarme, yo la denuncié conmigo mismo y la sentencia fue una bala, la justicia sí había funcionado. La habrían quemado por brujería si yo así lo hubiese querido, no soy el mandamás pero ser hombre implica dominio para esta sociedad, es algo utilizable y conveniente de vez en cuando. Yo era la hidra, aunque independientemente mi mujer había sido asesinada por el hombre que días antes dejó su semen dentro de ella, con el que tenía hijos, no podía ser más cliché, divertidamente común.
Matamos lo que amamos, matamos mujeres. Hay cosas que no puedes evitar, incluyéndote, el vulgar siempre vociferará lo indebido, el asesino buscará víctimas, el adicto drogas o alcohol, somos en esencia bestias, físicamente vamos a ello. Qué vergüenza no ser lo que somos por temor a la sociedad, qué vergüenza su vergüenza. Dulces sueños, querida tolerancia.
He tenido epifanías, escribo mi epitafio y no descanso de ver mi testamento escrito en una piedra, me siento como Moisés. Temo morir joven, como muchos otros artistas, en el afán del saber puedo acercarme considerablemente a la Lanza del Destino, la resolución de un problema conlleva a otra docena más, la normalidad no es una opción, no puedo optar por ella porque estaría violando la razón de mi existencia: la creación singular.
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Cuerpo Astral
Fiksi UmumPiezas mías y de otros, lo que soy y lo que no soy. La astralidad de mi universalidad.