Min YoongiLo había hecho. Lo había dicho y ahora no sé que hacer, decir, sin mirarla o no, si moverme. ¿¡Qué debo hacer!?
— ¿Eh? —es lo único que dice, su mirada enfocada en mí, confundida.
— Pues eso... —digo sin saber que decir, huyendo de su mirada.
— ¿Qué significa eso, Yoongi? —cuestiona, sus ojos buscando los míos, pero no la miro.
— Ya sabés lo que significa, Hannah, no me hagas decirlo... —suspiro.
Me quedo helado cuando siento su mano suave en mi mandibula, haciendo que la mire a los ojos.
— Soy medio corta de mente a veces. —se encoje de hombros.
Kim Hannah
Claro que lo había entendido, puedo ser tonta a veces pero no para tanto. Sólo quiero que me lo diga directo, para quitarme de dudas. Por que sí, llego a ser muy insegura para estás cosas, creyendo que he entendido mal aun que sepa que no. Prefiero aclarar todo bien antes que quedar mal.
Yoongi se queda unos segundos mirándome, ambos mirándonos a los ojos. Una sonrisa creciendo en mis labios al ver que su mirada baja a mis labios por unos pequeños segundos.
Sólo yo, él y la luna.... Vamos Hannah, tú puedes.
Me armo de valor, cortando nuestra pequña distancia. Juntando sus labios con los míos. Los labios de Yoongi respondiendo al segundo, siendo suave, lento.
Y mierda, que bien me sentía de haber hecho esto.
La mano de Yoongi fue directo a mi nuca, agarrandome de ahí para acercarme más a él, si eso era posible.
Sentí como sonreía a mitad del beso y se me derritio el corazón, sintiéndo las dichosas mariposas en el estómago.
— Me gustas, Hannah. —susurra, cuando nos separemos por falta de aire— Me gustas mucho.
Mierda, Yoongi iba a matarme de amor.
— Me gustas más que el helado de oreo, Chico Menta. —digo y él ríe, mirando hacía otro lado. Una sonrisa dibujada en mi rostro.
— Eso es realmente bueno teniendo en cuenta cuanto te gusta. —dice divertido.
Hay unos segundos de silencio, en los que ambos pensamos en lo mismo. Soy yo quien rompe el silencio;
— Yo... —hablo, me doy cuenta de que la frase no la empiezo bien y vuelvo a hablar— Dejé plantado a Tae en el restaurante para ir dónde tú estabas. No me sentía cómoda estando en una cita con alguien que no me gustaba, y sinceramente, sólo podía pensar en un chico de sonrisa bonita. —digo, evidentemente refiriéndome a él.— Por eso no quería decirme el por qué estabas ahí. —parece pensar en voz alta, asiento con mi cabeza— Ya que te has confesado... Yo sólo estaba jugando a basketboll para pensar en otra cosa. El saber que estabas con otro chico... me hacía sentir celos.
— ¿Celos? —pregunto confundida, él ríe asintiendo con la cabeza.
— Creo que me tienes lo suficiente enamorado como para darme celos.
— ¿Enamorado? —pregunto de nuevo. Un cosquilleo de emoción recorriendo mi cuerpo.
— Sí, Bonita. Enamorado.
Ahora mismo siento tantas emociones juntas que me decantó por abrazarlo. Sus brazos rodeando mi cintura, su espalda cayendo en la arena.
— Creí que habías dicho gustar, ¿si sabés que no es lo mismo? —pregunto, mirándole con una ceja alzada.
Mi cuerpo encima del suyo, por haberse estirado en la arena mientrás le abrazaba.
— Sé la diferencia, Boba. —formula sonriendo.
— Muy bien, Romeo. —hablo y intentando separarme de él, sus brazos en mi cintura impidiendomelo— ¿Podemos quedarnos despiertos mientrás la ciudad duerme?
— Tu hermano se preocupará. —ruedo los ojos.
— Le puedo decir que estoy en casa de Jimin, —pienso— también le puedo enviar cualquiera foto que tenga en casa de Jimin. O, le puedo decir a Jimin que me envíe una foto de él como si la hubiera hecho yo para enviársela a mi hermano.
Fin.
×××
Hooolaaa, ¿qué os ha parecido?
Me ha gustado tanto escribir este fic, estaba demasiado inspirada y me ha gustado mucho como me ha quedado, ¿qué piensan vosotras?
Espero que os haya gustado¡!
Seguirme porq de seguro estaré subiendo más historias de los chicos.
Love, M 🧡
ESTÁS LEYENDO
The end of the day ✔
FanficY pensar que todo empezo con esas miradas... Referencias a la canción de One Direction. Prohibida la copia o adaptación.