Crush ⎯ KOOKMIN

028

TW: Homofobia.

Jimin caminaba por los pasillos de la escuela en un día como cualquier otro, aunque con un poco más de confianza y una sonrisa más grande en su rostro en comparación a su versión de varias semanas antes.

Acababa de iniciar el primer receso y se dirigía a buscar a Taehyung en su clase. Su novio aún no llegaba, y lo sabía porque le había dicho por mensajes que había amanecido algo enfermo.

Fue en aquél instante en el que llegó a la realización de que no se había convertido en lo que más odiaba, las personas que necesitaban estar con sus parejas todo el tiempo. El pelinegro odiaba eso intensamente, y se llenó de calma al notar que si bien Jungkook había ayudado un montón en su proceso de ganar autoconfianza, no lo necesitaba a su lado para ejercerla.

Estaba demasiado perdido en sus pensamientos que no oyó el alboroto hasta que lo tuvo al frente.

Se trataba de nada más y nada menos que Seokjin, golpeando a alguien contra un casillero mientras un grupo de alumnos observaba expectante como si aquel estudiante se mereciera esa paliza. Por supuesto, el resto del equipo de fútbol se hallaba ahí. 

Pensó en ir a buscar a algún profesor y estaba preparado para ponerse en marcha hacia el salón más cercano cuando notó que era lo que realmente ocurría. El chico que estaba siendo golpeado era Taehyung.

"Eres realmente asqueroso", dijo Seokjin separándose del peliteñido el cual sangraba por la nariz, "siempre supe que era mentira eso de que los gays no son unos depravados".

"¡Lo que dicen no es cierto!", exclamó Taehyung a la defensiva mientras tapaba la herida en su rostro con su mano.

Entonces, Jimin vio como un puño se levantaba nuevamente con la intención de golpear a su mejor amigo, y antes de darse cuenta ya se hallaba entre medio de ambos y había empujado a Seokjin con todas sus fuerzas. No lo movió tanto como le hubiese gustado, pero definitivamente lo tomó por sorpresa.

"Aléjate de él", dijo el de lentes, apretando sus brazos a sus costados.

"Jimin", le llamó Taehyung desde atrás al borde de las lágrimas, "no es cierto, tu sabes que yo no haría algo así".

"¿De qué estás hablando?", le preguntó el pelinegro confundido y aterrado ante el inminente golpe que de seguro iba a recibir, "¿qué mierda está pasando?".

"No entiendo como es que aún no lo sabes", le dijo Seokjin, "pero tu amiguito ha estado acosando a Yoongi para que tenga sexo con él, como el asqueroso que es"

"Eso es una mentira", replicó Taehyung molesto antes de voltearse para mirar a Yoongi que se hallaba entre el grupito de estudiantes de alrededor, "diles que no es cierto".

El nombrado desvió la mirada e hizo una mueca que indicaba que no quería estar allí en ese preciso momento.

"Ya déjalos en paz", dijo Yoongi para ponerle fin al espectáculo, "Jungkook va a matarte si le vuelves a tocar un pelo a su novio".

Jimin no esperó ni un segundo para tomar la mano del más alto y llevárselo a otra parte lo más rápido posible. No sin antes asegurarse de que su nariz había dejado de sangrar y de que no era nada grave.

Una vez estuvieron en un lugar más tranquilo, un salón vacío, el de lentes abrazó a su mejor amigo y lo dejó esconder su rostro en su cuello mientras sollozaba por lo bajo.

"¿Podrías explicarme qué sucede?", preguntó Jimin una vez el contrario se había calmado.

"No sé qué pasó", explicó Taehyung abrazándose a sí mismo, "durante toda mi primera clase todos me miraban como si fuese algún depravado y cuando inició el receso, llegó Seokjin junto al equipo de simios a decir que obligué a Yoongi a hacer cosas o algo así".

"¿Qué mierda?", preguntó el de lentes extrañado, "¿quién diría algo así?".

"Yo lo dije", dijo una voz desde la puerta que al parecer habían olvidado cerrar, dejando que el recién llegado oyera todo.

Se trataba de Yoongi, luciendo como si acabase de cometer una estupidez que no sabía cómo arreglar.

"¿Por qué siquiera harías algo así?", le preguntó Jimin, cubriendo a su amigo e interponiéndose entre ambos.

"¿Puedo hablar con Taehyung a solas?", pidió Yoongi.

Al ver que ninguno de los dos dijo nada y que el de lentes lo miraba como si quisiera matarlo, simplemente comenzó a hablar ante su evidente desconocimiento sobre alguna forma de remediar la situación.

"¿Recuerdan cuando esas chicas hicieron esa tontería de vender globos con forma de corazón para que todos le enviaran uno a la persona que les gustaba?", comenzó a decir, incapaz de mirar al peliteñido a los ojos, "resulta que hice una apuesta con alguien, y si esa persona conseguía más globos que todos, tendría que hacerle pensar a Taehyung que estaba enamorado de él porque todos sabían que yo le gustaba, para después humillarlo en frente de todo el mundo".

"¿Qué?", preguntó el pelinegro sin creer lo que oía, mientras Taehyung comenzaba a sollozar un poco más fuerte, "¿qué clase de persona haría algo así?".

"Ya le dije a todos que es mentira y que más les vale dejar de hablar mierda sobre él, lo juro", se defendió Yoongi para posteriormente dirigirse exclusivamente al peliteñido que limpiaba las lágrimas de su rostro, "ahora, ¿puedo hablar contigo, por favor?".

"No quiero seguir viendo tu rostro", le respondió Taehyung frío, "por favor vete".

Sin decir otra palabra y viéndose resignado ante la respuesta obtenida, Yoongi se dio la vuelta y se fue con la mirada baja.

"Voy a matarlo", dijo Jimin luego de que ambos se quedaran solos otra vez, "prometo que voy a hacerlo".

"Tienes mi permiso", replicó el más alto completamente desanimado.

"Vamos a la enfermería a que vean tu nariz", dijo el de lentes agarrando al contrario del brazo para abandonar el salón.

"Ojalá me deje una cicatriz que me haga ver rudo", bromeó Taehyung.

El más bajo rió, amando la capacidad de su mejor amigo de intentar hacer bromas en una situación así, pero mientras se dirigían a la enfermería, otro pensamiento invadió su mente.

Las posibles personas que le habían hecho aquel reto a Yoongi, aún cuando no había mucho que pensar. Todos sabían quién había recibido la mayor cantidad de globos ese día, la persona de la cual la mitad de la escuela estaba enamorada. 

Jungkook había provocado que su mejor amigo terminase así, y Jimin casi podía oír como su historia de amor se caía en mil pedazos.