Renacido como la ex esposa del protagonista paranoico

Capítulo 10 - ¿Estás esperando que yo te limpie?

Jian Shiwu no sintió la crisis en absoluto. Estaba hablando con su compañera de pupitre. Se llamaba Kong Wenjing. Como su nombre indica(1), era una niña muy tranquila con un rendimiento académico medio, pero le gustaba mucho comer. Incluso ahora, antes de la clase de la mañana, ya se había comido unos cuantos pastelitos y, mientras se limpiaba las manos, preguntó: "¿Terminaste de buscar los datos de los deberes asignados ayer?".

(1) 文静 – Wénjìng­- Lit. Gentil y tranquila.

Jian Shiwu asintió: "Terminé".

La niña se sorprendió: "Tan rápido".

Jian Shiwu enterró la cabeza y dio el último bocado: "Lo encontré muy rápido en mi ordenador".

Kong Wenjing se sorprendió ligeramente: "¿Tu familia te compró un ordenador?".

Jian Shiwu asintió ligeramente: "Bueno, es algo que sobró del trabajo de mi padre. Mi madre vio que mi actitud de estudio era relativamente buena últimamente, así que me lo compraron".

No hay que olvidar que era un joven maestro rico y consentido y que eso tiene que ver con sus cariñosos padres. Aunque son estrictos en apariencia, sus padres le dan todo lo que quiere. Esto también desarrolló su carácter arrogante y desafiante. Pero debido a todos esos años antes de su renacimiento, había suavizado algunos de sus bordes y esquinas, haciéndolo más comedido, y su temperamento más suave.

Sin embargo, la voz de Kong Wenjing en este momento no fue demasiado baja, y la gente de la primera fila no estaba demasiado lejos, y pudo escuchar su fuerte exclamación, y pronto, algunos se volvieron:

"¿En serio?"

"Vaya, Jian Shiwu, tu madre es tan amable contigo".

"Increíble".

"¿Puedo ir a tu casa a jugar con el ordenador?"

Jian Shiwu mostró una sonrisa avergonzada pero educada y dijo: "Está bien, puedes venir a jugar si quieres".

Todos se interesaron aún más al oír esas palabras. Mientras hablaban, un chico entró por la puerta del aula. Era el joven maestro Ji Beichuan. Seguía pareciendo fresco incluso después de que le confiscaran dos teléfonos móviles, y entró a grandes zancadas, mirando a Jian Shiwu de forma provocativa. Pero descubrió que Jian Shiwu, que normalmente no era muy popular, en este momento varias personas se agolpaban a su alrededor. Él debería ser la persona alabada por todos los estudiantes, no Jian Shiwu.

Ji Beichuan se sentó en su asiento y levantó los brazos exageradamente, como si temiera que la gente no pudiera ver el reloj electrónico que llevaba en la muñeca. Después de todo, en esta época, los relojes electrónicos para niños eran todavía muy raros, incluso más que los teléfonos móviles, pero la atención de su compañero de pupitre no estaba puesta en él. Al verle entrar, se giró y dijo alegremente: "¡Adivina qué, los padres de Jian Shiwu le han comprado un ordenador!".

El orgullo de Ji Beichuan se congeló un poco.

El compañero de pupitre sintió envidia: "Pocas personas de nuestra clase tienen ordenadores".

La casa de Ji Beichuan fue la primera de la clase, seguida por la de Liu Heng, y ahora la de Jian Shiwu también tiene ordenador. Sin embargo, con su foco de atención robado, el joven maestro hedonista no podía soportarlo.

Ji Beichuan resopló suavemente, pulsó el reloj para que se iluminara el teclado numérico, seleccionó un número para marcar, y sonó el teléfono móvil que el compañero de escritorio guardaba secretamente en su bolsillo.