Chico tímido 💌SOPE 💌

💌Secretos intimos

Se separaron suavemente.

—Espera, ¿me estabas viendo? —los ojos del menor se abrieron como platos al tiempo que su cara imitaba el color de un tomate.

Se cubrió rápidamente con una almohada y le dio la espalda.

—Lo siento, no pude evitarlo. —Min se disculpó, abrazándolo por detrás para enterrar su nariz en el cabello castaño. —... Hueles tan bien... —susurró dejando besos en su nuca.

Hoseok asomó los ojos, abrazando la almohada mientras su corazón palpitaba con fuerza.

—... ¿Sabes? Cuando te conocí, pensé que eras un rebelde engreído que no tenía miedo de nada. —murmuró dejando caer sus párpados mientras unos dedos le acariciaban el cabello.

—¿Y ahora?

—También. —soltó una pequeña risita. —Pero ahora que estamos juntos, además eres tierno y atento. —se dio vuelta y quedaron de frente.

—Solo contigo. —añadió sonriendo de lado.

—... ¿Y cómo sabías que era yo el indicado?

—Ya te lo dije. Amor a primera vista. —encogió sus hombros.

—Pero...

—Ya sé, ya sé. No existe tal cosa, ¿no? Supongamos que es así. Entonces, eso significa que yo lo inventé. Solo por ti. —lo abrazó más. —¿Ahora crees?

—... Claro que sí. —sonrió enternecido, dejando la almohada de lado para abrazarlo también.

Se sentía realmente especial cuando estaban juntos, y Yoongi, por otro lado, se sentía completo, como si toda la riqueza material que poseía no valiera absolutamente nada, porque al final del día, tenía lo más valioso del mundo: el amor del chico que amaba. Y no importaba nada más.

Hablaron así durante horas. Comieron los bocadillos que habían llevado mientras se escuchaban atentamente el uno al otro, conociendo así sus preferencias, ideas, anécdotas, e incluso sus secretos más íntimos.

—Así que... ¿por eso no querías que posara contigo? ¿Por lo que pasó con Park? —sonrió leve, un poco triste luego de haber oído aquella historia del romance entre Yoongi y la única persona de la que se había enamorado tanto. Hasta ahora.

—Sí. —suspiró, recostado en el regazo de Hoseok. —Intenté superarlo de todas las formas que se me ocurrieron, hasta que terminé ligándome a medio instituto. —rió avergonzado. —Quería reemplazarlo rápido... para que dejara de doler.

—Hmm... —asintió jugando con su cabello. —Pero, ¿sabes? Yo nunca te dejaría.

—Lo sé, bebé. —se sonrieron mutuamente. —Lo sé.