Cine

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Inna...

Estoy en la escuela, pensando que voy a pasar tres meses con un extraño, muy sexy pero extraño al fin, ¿qué voy a hacer? seguramente no voy a poder salir como normalmente lo hago, me voy a aburrir mucho, estoy pensando en eso cuando alguien me saca de mis pensamientos.

—Tierra llamando a Inna ¿qué tanto piensas? —me pregunta mi amiga Laura.

—En que mi papá se va de viaje por tres meses.

—¿Queeeee? ¿en serio? ¡Genial! haremos fiesta en tu casa todos los días —dice Ana emocionada.

—No que va, me voy a quedar en casa de un amigo de él, porque flor se va de vacaciones.

—¡Qué horror! —dice Emma, Laura y Ana al mismos tiempo.

—Ya se, lo peor del caso es que el tipo esta para morirse de bueno.

— ¿En serio?

—Sí, pero debe de tener esposa, espero que sí, porque ayer que estábamos cenando se sentó a un lado mío y me toco el muslo.

— ¿Queeeé? —las tres al mismo tiempo de nuevo.

—Sí, no me quiero imaginar que puede hacer si estoy sola con él, aunque esta como le da la gana de bueno.

—Y no le dijiste a tu papá —negué con la cabeza—¿Por qué? —pregunta Emma.

—No lo sé...

—Amiga, te tienes que cuidar mucho de ese pervertido.

—Sí, lo sé.

—Hola chicas —saluda Dylan y Samuel.

—Hola —contestamos todas, Dylan se sienta a un lado mío.

—Inna ¿te dejaron ir al cine conmigo?

—Sí. —respondo sonriendo.

—Qué bueno, entonces nos vemos en la salida —asiento— nos tenemos que ir tenemos entrenamiento.

—Que les vaya bien. —se van sonriendo.

—Creo que Dylan va en serio —dice Emma.

—Parece que sí.

Después de clase, estoy afuera esperando a Dylan, por fin sale, me da un beso en la mejilla y nos vamos caminando a la plaza comercial lo bueno que no esta tan lejos de la escuela, durante todo el trascurso me siento observada no sé porque, llegamos a la plaza entramos, compramos los ticket, palomitas y refresco, entramos a ver la película, la película empezó y Dylan entrelazo su mano con la mía, ¡que emoción!, pasamos toda la película con las manos juntas, una vez que terminó, salimos igual, íbamos platicando por la plaza, cuando de repente veo que alguien se acerca a nosotros no puedo creer de quien se trata ¿Que hace él aquí?.

Caleb...

Igual que ayer, Ian no me dejo dormir, terco con que quería ver a nuestra Luna, una vez que terminé de revisar unos documentos en la empresa, decidí salir al instituto donde acude mi bella Inna, me estaciono y la veo sentada en los escalones de afuera, parece que espera a alguien.

*Mate, mi bella luna, huele tan delicioso, acércate a ella quiero verla de cerca* —aúlla Ian todo emocionado.

Estaba por bajarme del carro cuando veo que un niñito se le acerca y le da un beso en la mejilla, ella sonríe feliz, los veo como empieza a caminar, así que decido seguirlos.

*Lo voy a matar, como se le ocurre besarla ella es mía, solo mía* —gruñe Ian.

—Es mía también, no voy a dejar que la toque tampoco.

*Está bien, es nuestra, pero apúrate no dejes que la vuelva a tocar, no me gusta*

Llegue a la plaza y ahora recuerdo que ayer dijo que iría al cine con Dylan así que debe ser este idiota, salgo de mi auto, los sigo y veo como entran al cine,

*Qué te pasa idiota la vas a dejar entrar sola con él* —Grita Ian enojado.

-Calma, es un niño.

*Un niño que fuma hierbas, recuerdas ayer, te juro que, si él la toca te quedas sin lobo, idiota*

—Está bien, estaré al pendiente, no te preocupes.

Veo cómo sale del cine y el niñito la lleva tomada de la mano, en ese momento Ian toma el control y empieza a caminar hasta donde ellos se encuentran, intento tranquilizarlo.

—Ian, tranquilo la vas a asustar.

*Te dije que no la dejaras sola, la está tocando y ella es mía*

—Si la asustas la perderemos para siempre, ella no sabe nada de nosotros.

Ian deja de hablarme, pero es demasiado tarde ya estoy enfrente de ellos.

—Hola Inna —digo sonriéndole.

—Hola señor Caleb ¿cómo esta? —sonríe, pero la noto nerviosa.

—Bien y ¿tu? —le digo mientras miro al niñito que la acompaña.

—Bien también, le presento a mi amigo Dylan, Dylan él es el señor Caleb amigo de mi papá —dice sonriéndole al mocoso.

—Mucho gusto señor —contesta el mocoso yo solo asiento.

—Me dio gusto verlo señor Caleb, pero ya nos tenemos que ir —dice Inna.

—Igualmente, que les vaya bien, con cuidado —le digo con una sonrisa, aunque estoy muerto de celos.

Veo como se marcha, aunque ahora ya no van agarrados de la mano, mejor, esta noche iré a llevarle una documentación a su papá, así que ella y yo tendremos una conversación seria.

MI LUNA [SAGA ALFA REAL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora