†CAPITULO SIETE†

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La semana había pasado más lento de lo que creí, se sentía como una eternidad, aún más estando encerrada en las cuatro paredes de mi habitación porque mi estupido hermano creía que estaba al borde de la muerte.

Luego de perder el conocimiento por golpearme la cabeza contra unas raíces en el suelo no supe más de mi hasta siete horas después, según mi hermano todo el lugar quedó en cenizas, constaté que fuera cierto y me di cuenta que si cuando el noticiero lo afirmo, no había quedado nada, toda vida dentro de ese lugar solo se resumía en cenizas.

Mentiría si dijera que no siento nada, pero eso no es cierto, tengo un gran vacío y tristeza, a pesar que no he podido llorar por más que lo deseo. Tenía la esperanza de sacarla de ahí, tenía las esperanzas de estar juntas, esa noche al verlas sentía completa, Brooks fue mi familia, como mi hermana y ahora, ahora no estaba, ahora yo me encontraba tan sola como aquella mañana cuando llegue al internado.

Han pasado cinco días y aún lo siento como si fuera un mal sueño, uno donde quisiera despertarme.

Zeus viene a la mansión en las tardes para saber cómo me encuentro y para asegurarse de que no esté planeando una estupidez, Atenas por orden de mi padre se tubo que ir el lunes por la mañana, supuestamente no quiere que ella esté cerca de mi por qué soy "inestable".

No he visitado la empresa, ni cerca de hacerlo.
Zeus me recomendó no ir todavía, así que hoy me encargaré de asistir a la universidad para por lo menos tener un título en algo o eso fue lo que dijo él, he elegido criminología, se me da bien esa carrera, desde pequeña veía casos criminales y antes de que se acabara el programa ya sabía quién era el asesino.

Quizás debí decirle que en el internado daban clases y estudié psicología, aunque ahora mi título debe estar hecho cenizas, quizás no lo tenían ahí, necesito mi título y saber más sobre psicología, hay muchas cosas que debo entender.

Tengo dos horas levantada desde que el reloj sonó a las 5:30 AM, no fue buena idea y ahora tengo que comprar otra reloj ya que el que tenía tubo un pequeño choque contra la pared de mi habitación. Una vez que salgo del baño abro el closet buscando que es de mi gusto.

Nota del día: No dejar que Zeus vuelva a comprar mi ropa.

No hay nada de mi gusto, todas son cosas muy coloridas, éso definitivamente no va con mi personalidad, soy una chica que prefiere pasar desapercibido y con estos colores chillones haré todo lo contrario.

En el fondo del armario encuentro un jeans negro roto, un jersey gris plomo y una chaqueta de cuero con cierre por todos lados, para combinar tomo unas botas de tacón negras mate. Tomo la ropa y me la pongo, el jersey me queda un poco ancho, nada del otro mundo, decido no maquillarme, total, ni que fuera ir a un concurso de belleza.

Mi cabello está hecho un desastre, paso mis manos en cima de mi cabeza aplacandolo y así salgo al comedor.

Cuando llegó la comida ya se encuentra servida, me siento en la mesa a devorar.

Sí mundo, ella no come, ella devora... Grrr

Cuando terminó me levanto para buscar mis cosas y largarme de una vez por todas.

— Wow, wow, wow ¿Que eres? ¿El ángel de la muerte?— Drew me habla una vez que estoy a unos pasos de él.

El viernes cuando nos reunimos Zeus dijo que sería bueno que tuviera guardaespaldas, por un momento pensé que pondría al molesto de Zack, pero me equivoqué, por suerte ahora mis guardaespaldas son Drew y el chico Barbie.

— Debería serlo, ya provoco la muerte, solo me falta el llevarme las almas.— Me encojo de hombros.

— Ojalá eso sea una broma eso de provocar la muerte.— Comenta Greiston.

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