†CAPITULO DIEZ†

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Corro como si mi vida dependiera de ello... Y la verdad, es que sí depende de ello. Mis pies están doloridos y heridos, he pisado ramas, roscas, todo lo que se encuentre en el piso, mis pies sangran, tengo una herida abierta por la cual se meten diferentes basuras del suelo y eso me está dificultando mi escapada.

— Hera...— canturrea en una melodía terrorífica.

Al escucharlo mi cuerpo tiembla, lágrimas salen de mis ojos mientras trato de callar mis sollozos incontrolables, el miedo apoderándose de mi y acelerando mi corazón de una manera irremediable, late tan fuerte que es como si se fuera a salir en cualquier momento.

Y solo me pregunto: ¿Por qué yo? ¿Yo solo....

Una roca se atraviesa en mi camino, lo que hace que me rompa más la piel de mi pie y caiga al suelo soltando un grito de dolor.

Mi ropa está sucia y desgarrada, mi cabello está hecho un desastre. Estoy muy débil, no me han dado comida ni agua en días, solo les gusta verme sufrir y suplicar clemencia.

— ¡Heranyx! ¡¡Maldita zorra te estoy llamando!!— grita más fuerte y molesto.

No merezco ésto, yo no hice nada para merecerlo.

Trato de levantarme pero caigo al piso en un golpe seco, cayéndome en cima de rocas y ramas rotas.

— ¿Pensaste que ibas a escapar de mí?— dice frente a mi.

Cuando levanto la mirada veo su cabello rubio brillar por la luz de la luna, trato de ver su rostro, pero todo es borroso por mi vista llena de lagrimas, lo único que logro ver es sus esos ojos verdes como un demonio acechando a las pobres almas para obligarlas a cometer el peor pecado.

Las lágrimas comienzan a empañar mucho más mi visión, mis sollozos se vuelven más fuertes, no lloro por tristeza, lloro por dolor, me siento tan traicionada.

— No quería castigarte de nuevo... pero, tu te lo ganaste.— al terminar de decir eso me sujetan por el cabello arrastrándome hasta llegar.— Nos divertiremos.

***

Me levanto con el corazón agitado y la respiración inestable.

Tranquila Hera, solo fue un sueño...

Aunque sé que no lo fué, no es solo una mala pesadilla.

Trato de buscar en los más profundo de mi mente su rostro, una imagen que no sea distorsionada. Solo veo borrones y me desespera el no saber.

Me levanto de golpe soltando un grito de frustración, todo lo que tengo a mi alcance lo lanzo al piso o a la pared haciéndolo pedazos.

¿Por qué? Tengo tantas preguntas, preguntas que antes no tenía porque pensé que lo que yo recordaba era la realidad, pero no es así.

— ¡¿Heranyx estás bien?!— la puerta se abre mientras hablan.

No miro ni reconozco la voz, tengo la mente en otro lugar, mi parte de razonamiento no está y me siento... Perdida, asqueada, traicionada, dolida y frustrada.

— Hera, cálmate ¿Sí?— me toma de la mano, siento como el simple contacto hace que mi piel arda y lo primero que hago es lanzar un golpe.

Por suerte no le pego a nada, estoy temblando, tan solo el contacto de otra persona me hace temblar.

Miro a la persona que me habla y lo primero que veo es el rostro preocupado de Bross. Giro el rostro en otra dirección molesta, aún no sé el por qué estoy molesta, y siendo sincera no creo que molesta solo sea la emoción que siento, no se qué siento.

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⏰ Última actualización: Apr 30 ⏰

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