Oscura Venganza [+21]

CAPÍTULO 21

Malika

Ya es la hora de la cena para la cual elegí un vestido negro ceñido al cuerpo, unos tacones Alexander McQueen, un abrigo marrón oscuro suave y por ultimo mi cabello castaño cayendo en ondas por mi espalda, en mi rostro aplique algo suave y un labial rojo intenso.

Me observo en el espejo de mi habitación mientras me coloco el auricular por donde me comunicare con los idiotas que están abajo esperándome. Me repito que todo saldrá de la mierda y salgo de mi habitación.

—Pareces una reina— pronuncia Liam justo cuando aparezco en la sala.

—Soy una— alardeo guiñándole un ojo—. Ya podemos irnos antes de que esto resulté peor de lo que ya imaginé.

—Malika Queens y su positivismo por delante— ironiza Kira saliendo de la cocina con un bowl lleno de fruta.

—Bien, dejemos de perder el tiempo y ya vámonos que Daniel no demora en llamar a preguntar dónde estoy y reclamar sobre mi impuntualidad.

—Me sigo preguntando, ¿Cómo es que duraste tanto con esa idiota? —se cuestiona a Liam saliendo de la casa junto con Kira.

—Porque antes de todo esto, no era tan idiota— confieso cerrando la puerta de casa para dirigirme a mi auto—. Además, uso buen sexo.

Tampoco se trata de mentir por convivir Malika.

—Del uno al diez— grita Kira desde la ventana del auto de Liam— ¿Cuánto?

—Ninguno supera el 7 — confieso guiñándoles un ojo para luego subirme a mi auto.

Enciendo el motor de mi Ford Gt blanco con negro, coloco Reality de Lost Frequencies mientras conduzco hacia el idiota más grande que me he conocido en mi vida. En el camino sospeso todo lo malo que va a ocurrir sin nos descubren, no iremos a la cárcel, pero si tendremos problemas y ya no podré acercarme a Daniel porque lo habré puesto en sobre aviso, cosa que no me simpatiza y me genera dolor de cabeza, trato de pensar en la esencia a vainilla para relajarme y que no le rompa una botella a Daniel en la primera ridiculez que salga de su boca.

Aparte en el estacionamiento y antes de bajar enciendo el dispositivo de mi oreja, comenzando a escuchar la risa de mis amigos, suspiro hondo para llamar su atención logrando que automáticamente se queden callados.

—¿Lista? —pregunta Liam.

—Completamente— aseguro— ¿Ustedes?

—Listos— aseguran juntos.

—Bien, ya saben el plan, yo estaré atenta— les indico—. Yo lo estaré, pero por favor cuídense y si las cosas se complican salgan de ahí y aborten todo.

—Tranquila, cuídate tú, sabes que solo debes dar la señal y ellos entraran por ti— confirma Liam.

—Bien, andando.

Salgo de mi auto, camino a paso firme hacia la entrada del restaurante donde retiran mi gabardina, pronuncio el nombre de Daniel y automáticamente me llevan hacia un apartado VIP que utiliza su familia, a lo lejos logro visualizarlo con un traje verde moco totalmente horroroso para mis ojos.

¿Pero por qué se ve tan mal?

No lo sé.

Coloco mi mejor mi sonrisa y tomo asiento cuando veo que no hace el ademan de levantarse a saludar.

—Hola— saludo.

—¿Cómo ha estado? —pregunta serio haciendo que me tense porque espere una actitud más positiva o al menos su típica altanería, pero ni eso, además de que se ve cansado y estresado.