CAPÍTULO 13

75 8 6
                                    

Kira

Luego de despedirme de todos los que estaban en la sala esperando más noticias de Malika, Liam y Emma se ofrecieron a ir conmigo, no les dije nada sobre la carpeta, solo que necesitaba cambiarme y descansar un poco ya que mi ropa estaba llena de sangre.

¿Sientes que alguien podría decir algo verdad?

Siento que ahora no puedo confiar en nadie y si quiero mantenerlos a salvo debo alejarlos de todo lo que tenga que ver sobre la desaparición de mis padres, el imbécil de Daniel, de Silas y cualquier cosa que amenace su seguridad.

¿Crees que él podría hacerles daño?

Si lo hizo conmigo, no quiero imaginar que le hará a los demás.

Cuando mamá nos dijo que Silas, su hermano, vendría a quedarse unos meses en casa por unos negocios, a papá no le gusto, hubo muchísimas discusiones, pero al final mamá logro convencerlo. En todo momento el ambiente era pesado y muy incómodo, pero poco a poco nos fuimos acoplando, se supone que solo serían meses, pero llegamos al año y el todavía seguía en casa.

Las peleas de mamá y papá eran cada vez más frecuentes, mamá no quería que pensara que no lo queríamos en casa y papá lo quería lejos de mí. Él no me caí mal, era gentil y muy poco hablábamos ya que yo jamás estaba en casa, hasta que dos noches antes de que mis padres desaparecieran lo encontré en el despacho de papá hurgando y buscando documentos, cuando encontró lo que necesitaba recibió una llamada, todavía la tenía grabada en mi memoria.

—¿Para qué mierda me llamas? —Susurro con ira— Sabes que no debes llamarme a esta hora— Silencio—. Si, ya tengo los documentos solo debo añadir a mi nombre y la mitad de todo será mía— Fruncí el ceño con eso último, ¿Cómo que todo será de él? ¿de que hablaba? —. Hablaremos cuando llegues a Londres, recuerda enviarme la invitación a la gala.

Y otra vez silencio, cuando escuche pasos acercarse salí corriendo a esconderme donde no me viera, lo vi salir con pasos firmes pero silenciosos hacia la puerta y salir por ella.

Esa noche pensé y medite todas sus palabras, todo lo ocurrido, a la mañana siguiente le dije a mis padres, ellos solo me dijeron que no me preocupara, que arreglarían todo y no dijera a nadie ni una sola palabra de esto, pero como sabemos no solucionaron nada porque no están acá, Silas tiene el 50% de todo y yo estoy arruinada.

Deberíamos hablar sobre lo que paso.

Deberíamos ir a dormir y olvidar todo sobre esa noche.

Deja de estar en negación, así no le sirves a Malika, no sirves si eres débil.

No soy débil, solo me enfoco en lo que realmente importa y eso son mis padres y Malika.

Cuando envié mis pensamientos al fondo de mi cabeza, me fije que ya estábamos entrando a mi residencia, eran casi las 5 de la mañana, el tiempo pasaba rápido, baje del auto y les dije que no hacía falta que me acompañaran así que me despedí de ellos e ingrese a la casa.

Como siempre estaba sola y fría, deje mi abrigo encima de una mesa con un jarrón lleno de flores marchitas y subí las escaleras a mi habitación, camino a ella, fije mi vista inconscientemente en la habitación de mis padres.

Joder los extraño tanto.

Sentí que me pondría a llorar así que camine rápido hasta llegar a mi destino, pero cuando iba a ingresar escuche como la puerta del despacho de papa se abría, me asome por la escalera sin que me vieran y logre visualice a Silas con otro hombre, alto, espalda ancha, vestido con traje y cabello castaño oscuro, no logre ver su rostro ya que estaba de espaldas, agudice mi oído y cerré mis ojos para lograr escuchar lo que hablaban.

Oscura Venganza [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora