«Eres un buen poli, papá. Te pones esa placa y llevas una pistola porque, si no, lo haría alguien que no debería. Cuando yo me puse esta máscara, sólo lo hice... porque me liberaba de responsabilidad. Pensé que era especial. Pero no lo soy, si lo fu...
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❝Iron Man, me salvo de las cosas malas.❞-Gwen.
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PRÓLOGO
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NUEVA YORK
2012.
Las explosiones, y los gritos resonaban por todas las calles, edificios derrumbándose, explosiones, disparos, destrucción en cada rincon. El centro de Nueva York se había convertido en una zona de guerra, mientras en la cima de la Torre Stark se disparaba un rayo de luz azul, y del cielo, en un portal gigante, salían extraterrestres, naves espaciales que lucían como algún tipo de ballenas robóticas, y los Vengadores trataban de combatirlos.
Podrías escuchar los rugidos de Hulk, los disparos de la armadora de Iron Man, al Capitán America corriendo arrojando su escudo, Thor volando con su martillo, La Viuda Negra, y Hawkeye luchando codo a codo, derribando alienígenas. Nueva York estaba en caos. Y en medio de todo eso, una pequeña niña rubia, corría mientras trataba de evitar que los escombros cayera sobre ella, las lágrimas manchaban su dulce y pequeño rostro, sus ojos azules, que siempre brillaban con ternura e inocencia, ahora solo brillaban con un único sentimiento, miedo, pánico, temor.
— Mami— lloro la niña, cuando una explosión la hizo girarse a su espalda, sus pequeños ojos se abrieron llenos de horror, cuando una de esas naves gigantes con forma de ballenas, volaba directo hacia ella, derribando un gran edificio.
Los labios de la niña temblaron, y cerro sus ojitos a la realidad, sus brazos cubrieron su cabeza, esperando quizás el final. Pero más explosiones fue lo único que capto, sus ojos se abrieron de miedo, cuando escucho el metal cayendo con un estruendo cerca de ella.
— ¿Estas bien, pequeña?— esta con ojos llorosos, y labios temblorosos, comenzó a lagrimear, el miedo acumulado, el trauma, la desesperación de haberse alejado de su madre, y haber a perdido, la niña se arrojo a los brazos de metal del hombre.
— Y-Yo... n-no, no encuentro a mi mami...— sollozo la niña, Tony Stark suspiro, y trato de consolar a la niña en medio de todo esta destrucción.
— ¡Gwen! ¡Gwen! ¡Gwen...! ¡Oh, gracias al cielo, Gwen!— una mujer joven, casualmente rubia como la niña, con tantos rasgos compartidos, que no podrías negar que eran madre e hija llego suplicando encontrar una respuesta al nombre de su pequeña, cenizas, sangre, y ropa llena de tierra entraron en la visión.
La mujer llego corriendo igual de desesperada, y con tanto miedo como la pequeña en los brazos de millonario, al escuchar la voz de su madre, la nombrada Gwen, libero al hombre de brillante armadura, y corrió hacia su madre.
— ¡Mami!— esta lloro en los brazos de su madre, cuando la sostuvo en ellos, estos solo le hicieron sentir segura. A Tony le fue inevitable sonreír al encuentro dulce, de madre e hija, los ojos de la mujer se dirigieron al héroe, y sonrío.
— Gracias, gracias, de verdad, gracias.— esta lloro, abrazando con fuerza a su hija, cargándola en sus brazos, dejándola en el hueco de su cuello, Tony sonrío, y recoloco la parte frontal de su casco.
— De nada, pero deben salir de aquí.— la mujer asintió, y de inmediato corrió en otra dirección, tratando de alejarse de toda esa destrucción y encontrar a su esposo. Cuando la rubia entro en el perímetro asegurado que tenia la policía de Nueva York, de inmediato un hombre rubio salió de estos, había cenizas en su rostro, algunas gotas de sangre, pero su chaleco antibalas y armas estaban en sus manos, este corrió hacia su esposa y su hija.
— Capitán Stacy.— llamo uno de sus hombres, al ver a la familia de su jefe. Este finalmente pudo respirar con calma, al poder tener de regreso en sus brazos, y su protección a su esposa, e hija.
— Oh, gracias a Dios.— suspiro el hombre, la niña abrazo a su padre, feliz, y a salvo de estar en sus brazos.
— Papi, Iron Man, me salvo de las cosas malas.— George Stacy, suspiro, y beso con amor la frente de su pequeña.
— Y estaremos agradecidos eternamente.— susurro el hombre, para su hija, su esposa logro calmar su respiración, y madre e hija, fueron guiadas por la policía de Nueva York, a un lugar seguro en toda esta destrucción.
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N/A:
Hola Gente.
Sí, yo y una nueva historia con Peter.
No me juzguen, amo al Peter de Tom.
En fin, espero que les haya gustado, nos veremos luego.
