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Un Romeo buscando a su Julieta

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-¡Hermano lo encontré!. ¡Lo encontré!- 

Shinichiro no pudo evitar despertarse por el alboroto que sucedía afuera de su cuarto. Cuando la puerta de su habitación fue abierta abruptamente se puso en guardia, empezó a soltar feromonas y sabía que sus ojos estaban de color amarillo, demostrando que era un alfa.

Usualmente era alguien tranquilo y no le molestaba ser  levantado, pero no podía evitar que su lado animal saliera a flote cuando su omega estaba a su lado. Su instinto le decía que su pareja estaba en peligro y que tenía que protegerlo.

No se dio cuenta de lo que estaba haciendo hasta que sintió un golpe en su cabeza, haciéndolo reaccionar. Su hermano menor estaba en frente de él, mirándolo con los ojos muy abiertos, completamente sorprendido, y es que Shinichiro nunca había mostrado ese lado suyo a sus hermanos menores.

-¡¿Qué diablos te pasa?!. ¡Es tu hermano!- Wakasa lo miraba con molestia.

Shinichiro miró nuevamente a su hermano y a su pareja, cuando se dió cuenta de que no había ningún peligro, y que solo era su molesto hermano menor, relajó su cuerpo y ocultó las feromonas.

-¡Mikey, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no entres así a mi cuarto?!. Es más, ¡¿Dónde estabas?!- Fue lo primero que dijo Shinichiro cuando recobro su cordura.

-¡Tengo que contarte algo sumamente importante!- Mikey, como siempre, le quitó importancia a lo sucedido y rápidamente empezó con su actitud despreocupada y alegre. Parecía muy ansioso por hablar.

-Mikey son las 2 de la mañana. ¿No puedes esperar hasta mañana?- Lo único que quería hacer Shinichiro era volver a dormir a lado de su pareja, pero al parecer su hermano no iba a irse.

Mikey estaba tan extasiado que intentó subirse a la cama, tal y como hacía cuando era pequeño y quería contarle algo o tenía miedo, pero ya no eran niños y no estaba solo en la cama.

-¡Espera!- Shinichiro y Wakasa detuvieron al menor antes de que entrara a la cama y...viera algo que no debía.

-Mikey danos 5 minutos. Tenemos que...arreglarnos- Wakasa intentó ser lo más discreto posible pero al ver la sonrisa pícara de Mikey, Shinichiro supo que el menor había entendido todo.

¡Dios!. Ahora iba a tener que soportar las burlas de su hermano.

-Bueno, me voy para que se arreglen. ¡Tienen 5 minutos!- Mikey se fue dejando a los dos mayores ahí.

-Recuérdame, ¿por qué seguimos viviendo con mis hermanos?- Shinichiro lo único que quería era asfixiarse con la almohada que en ese momento estaba cubriendo su cara.

Wakasa apartó la almohada de su cara y dejó un pequeño beso en sus labios.

-Porque los amas y no querías dejarlos solos- La sonrisa de su Omega hizo que él también sonriera antes de cambiar posiciones para quedar arriba de su amante, empezar a besar su cuello y explorar su cuerpo desnudo.

El de ojos violetas se reía por sus besos y le susurraba que pare, pues su hermano menor estaba detrás de la puerta, pero a Shinichiro no podía importarle menos, después de todo Mikey ya era mayor y no se iba a traumatizar por escuchar a su hermano teniendo sexo.

-¡Se les acaba el tiempo!- No pudo evitar maldecir al escuchar la voz molesta voz de su hermanito, cortando todo el momento.

-Iré a dormir con Inupi. Que tengas dulces sueños- Wakasa dejó un último beso antes de levantarse cubriéndose con la sábana.

Luz en la oscuridad - |Tokyo Revengers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora