Luz en la oscuridad - |Tokyo Revengers|

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La calma antes de la tormenta

Parte 2

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-¡Souta sal de ahí!- Nahoya ya estaba a punto de romper la puerta de la habitación de su hermano y es que él chico desde hace días que había estado demasiado raro. 

Souta solo entraba y salía de esa habitación cuando era estrictamente necesario, y eso estaba poniendo ansioso a Nahoya ya que no podía comprender que le había pasado a su hermano. 

Y se estaba preocupando por esa actitud. 

-Déjale en paz Nahoya, debe estar cansado- Dijo Mucho ganándose una mala mirada del Omega

Mucho había llegado a casa de los gemelos hace poco tiempo. Desde el tiroteo el alfa había estado visitando frecuentemente a los hermanos para asegurarse de que estuvieran bien, aunque esto solo era una excusa. 

La verdad era que Mucho estaba intentando volver a hacer lazos con Nahoya, intentar ver si podía volver con el omega, pero Nahoya no se la estaba poniendo nada fácil.

Mucho sabía que Nahoya tenía un carácter difícil y aparte tenía un gran ego, haciendo difícil para el alfa volver a conquistar al Omega. 

-No te metas Mucho- Refunfuñó Nahoya pero luego respiró profundo para tranquilizarse y es que Mucho no tenía mala intención y él estaba tratando muy mal al alfa.- Perdón, es solo que estoy muy cansado y preocupado por Souta- 

-Lo entiendo, no tienes porque disculparte- Mucho se acercó lentamente al chico para evitar asustarle. Cuando estuvo frente al omega, puso sus brazos alrededor de la pequeña cintura del chico y dejó un beso en su frente, aprovechando para aspirar el aroma del chico.- Si quieres puedo entrar e intentar ver si se abre conmigo- 

-Te lo agradecería- Nahoya se sentía apoyado al tener a Mucho a su lado, sin duda era un buen alfa. 

Un buen alfa que Nahoya había dejado escapar por sus ideales y es que si Mucho no estuviera en el mundo de las pandillas de seguro ambos estarían juntos pero no podía estar con un criminal. Era peligroso estar con alguien así. 

Mucho sin decir ni una palabra más se alejó de Nahoya para golpear la puerta del cuarto del menor y decir:

-¡Souta voy a entrar!- Anunció Mucho antes de entrar a la habitación sin esperar respuesta del menor.

Cuando el alfa entró en la habitación vio al peliazul sentado en la cama viendo por la ventana de su habitación. 

-No quiero ver a nadie Mucho. Solo déjenme en paz- Expresó Souta con un poco de molestia en su voz. 

-Nahoya esta preocupado y yo también. Tú no eres así Souta, algo te pasa y no te voy a obligar a que me lo digas pero quiero que sepas que aquí estamos para cualquier cosa que necesites- Mucho esperó ver alguna reacción o respuesta por parte del omega pero al no ver nada decidió pararse para retirarse.

-¿Crees que es malo salir con personas que están metidas en problemas?- La pregunta salió como un murmullo pero el alfa pudo entenderla. 

Mucho empezó a sospechar el porque de la extraña actitud de Souta, pero como le había dicho al omega, no lo iba a presionar. Así que se limitó a responder la pregunta