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La verdad siempre sale a la luz. 

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Souta estaba sentado en el borde de la cama del motel, esperando a que llegara Rindou y pensando en todo lo que había pasado hasta ese momento. 

Nunca imaginó que todo esto iba a pasar. Desde que salió de las pandillas nunca pensó volver a pelear o estar involucrado en un conflicto con estas, pero nada es como uno dice. Ahora iba a tener que participar en una guerra.

Desde el incidente que tuvieron Kazutora y Takemichi con Sanzu, hace ya varios días. Mikey se había movido rápido para poder organizar una defensiva y estar preparados para la pelea contra Bonten. 

Varias pandillas se habían aliado a ellos para ayudarlos en su inminente pelea, eso era algo bueno para todos menos para Souta. El omega se sentía muy ansioso por todo lo que estaba pasando y cada vez que veía que una nueva pandilla se unía a sus filas hacía que los nervios de peliazul aumenten. 

Este conflicto iba a ser mucho más grande de lo que imaginó al principio. 

Souta también estaba consternado por lo que descubrió de Rindou. Es por esta razón que estaba en ese mugriento hotel el día de hoy. Luego de mucho esfuerzo Souta había logrado contactar con Rindou y lo citó ese día al motel de siempre. Iba a encararlo y sacarle toda la verdad.

Aunque esa verdad rompiera su corazón en mil pedazos debía saberla, ya que no podía dormir de tanto pensar en Rindou. 

-Souta- Rindou entró a la habitación con muchas ansias y es que había pasado mucho tiempo desde que no veía a su Omega y cuando su chico lo citó al motel de siempre se emocionó. 

Por su lado, Souta al ver llegar al chico con esa sonrisa que lo volvía loco, se enojó. El omega sentía que su sangre hervía. Odio, decepción, tristeza e ira, todos esos sentimientos se mezclaban dentro del peliazul. 

Souta fue directo hasta el alfa y cuando estuvo en frente de este le dio un buen puñetazo en la cara, pudo ver la sorpresa e incredulidad en los ojos del alfa cuando se recuperó del golpe. 

Rindou iba a hablar para intentar entender que estaba pasando pero Souta no lo dejó. El omega lo golpeó una y otra vez, mientras lo hacía lágrimas caían de sus ojos. 

Souta se estaba desahogando, estaba sacando todo lo que se había guardo esos días, desde que se enteró de que todo lo que le había dicho Rindou era una mentira. Sentía su corazón romperse pero también se sentía herido y estaba cansado. Cansado de creer las mentiras de un idiota que, al parecer, solo había estado jugando con él. 

-¡¿Qué mierdas te pasa?!- Rindou al fin pudo sujetar las manos del omega para detener los golpes que el chico le estaba dando. 

Al mirar a la cara a Souta se dio cuenta que este estaba llorando, pero no de tristeza, después de todo los ojos del peliazul demostraban ira. Souta estaba enojado con él. 

-¡Eres un maldito mentiroso!. ¡Todo este tiempo me has mentido y visto la cara de idiota!- Souta intentó soltarse del agarre de Rindou pero el alfa era más fuerte que él.

-¡No entiendo de qué mierdas me hablas Souta!- Rindou estaba empezando a desesperarse al no saber que estaba pasando. Según el iba a tener un día maravilloso con su omega, nunca imaginó estar en esta situación. 

-¡¿A qué me refiero?!. ¡Eres un cínico!. ¡Todo este tiempo juntos y no tuviste los huevos de decirme que eras parte de Bonten!. ¡De Bonten!-  Con esas palabras de Souta, Rindou se congeló. 

Luz en la oscuridad - |Tokyo Revengers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora