5. Pens(arte)

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Nicolai

Sus ojos verdes conectan con los míos y no puedo evitar sonreír y sentir mariposas, esta chica tiene algo que no acabo de comprender qué es pero lo tiene, y me atrae mucho. 

Vuelve a centrarse en el papel al igual que yo, de vez en cuando mi mirada se escapa hacia ella, la veo ladear la cabeza, apartarse el pelo de la cara, hacerse un moño desordenado mordiendo el lápiz analizar su dibujo antes de seguir para corregir errores. 

Intento plasmar todo lo que ella me transmite en un puñado de palabras, a pesar de que es difícil creo que lo estoy consiguiendo. 

Sigue hablando de ella misma sin darse cuenta, es como si hablase con ella misma pero a la vez se lo cuenta a todo el que quiera escucharla. 

Sus expresiones son tan únicas que me causan escalofríos, y es porque son tan suyas que las hacen especiales. Nos conocemos de hace cuatro días, pero cuando abre la boca me hace imaginar miles de escenarios ficticios que no he podido evitar escribir desde que la vi por primera vez y hablamos por primera vez. 

Cuando ella se acababa de despertar y no fue capaz de procesar lo que le estaba diciendo. 

Eses aires de despreocupación que transmite y que relajan a todo el que esté en la misma habitación que ella. 

Su mirada conecta con la mía de nuevo y no puede evitar que un brillo especial pase por sus ojos como una estrella fugaz. Me habla con tanta confianza y tanta confidencialidad que es como si nos conociésemos de años. 

Y es en ese momento en el que me doy cuenta de que podría describirla cientos, miles, millones de veces. Podría escribir incontables poemas o innumerables historias de amor con ella de protagonista. 

-Por eso no me gusta usar gomas cuando dibujo, porque me hacen borrar fallos que puedo tapar con el lápiz. -explica orgullosa. -Perdona si hablo mucho de mí. -sonríe tímida dejando el lápiz en la mesa. 

-No te preocupes. 

-Qué te parece? -me enseña su cuaderno. 

-Dios, ha hecho eso en veinte minutos? 

-Te gusta? 

-Me encanta, es perfecto!

-Me alegro. -sonríe bajándose de la silla. -Quiero un café, tú no?

-Con leche y sacarina. 

-Eres un chico tranquilo por lo que veo. -se va sonriendo y vuelve en un par de minutos con dos vasos de cartón en lo que yo me permito ver las hojas de su cuaderno, no todas están pintadas, algunas tienes cosas escritas solo en inglés, nada en español. 

Tiene letras de canciones o escenas que creo que ella ha escrito. Sus dibujos son impresionantes, este cuaderno casi roza lo absurdo. En la primera página te encuentras un autorretrato suyo y al pasar la página hay una rana con tutú y corona balando sobre un nenúfar. 

-Cotilleando la privacidad de una chica, sabes que eso es ilegal en mi país? -bromea dejando el vaso frente a mí. La veo echar dos sobres de azúcar antes de beber. 

-En el mío también, pero tenía curiosidad. -me llevo el mío a la boca. -Qué tomas? 

-Cortado. 

-Con mucho azúcar? Eso es una bomba. 

-Lo sé, qué se le va ha hacer? Soy adicta a la cafeína. 

Nos pasamos el resto de la mañana hablando hasta la hora de comer, caminamos hacia la entrada del hotel para reunirnos con los demás. -Esta noche los de mi escuela hacen una fiesta, te apuntas? 

-Puede venir mi amiga? -pregunta levantando la cabeza para mirarme a los ojos. 

-Claro. 

-Pues contad con nosotras, luego me pasas la ubicación? -la veo escribir en su cuaderno para arrancar un trozo de papel y dármelo, su número y su Instagram. 

-Por supuesto, nos vemos. -le guiño un ojo alejándome por el pasillo hasta juntarme con mis amigos. 

-Ya estás ligando? Una francesa muy guapa por cierto. -dice Alexander. 

-No es de aquí. 

-Es del otro colegio? -asiento sacando el móvil para buscar su perfil. -Déjame ver. -se pone a mi lado para cotillear. -Es muy guapa, y pinta muy bien, yo me tuve que poner con una chica que no se enteraba de nada. 

-La he invitado a la fiesta, viene con una amiga. 

-Genial, cuantos más mejor. -chocamos puños y seguimos a los demás, no sin antes echar un vistazo hacia atrás para verla hablar con su amiga, le enseña su dibujo orgullosa y con una sonrisa en la cara. 

Por Dios, qué me pasa? Solo quiero pasarme el día hablando con ella y admirándola. 

Esto no es normal, nos conocemos de menos de cinco días. 

Lexi

Bailo en el baño mientras me planco el pelo en el baño de la habitación de Sara, ella se está duchando detrás de mí, con la cortina cerrada y cantando la canción. 

-Líate con él. -suelta de repente. 

-Sí, qué más? 

-Míralo como si fuese un ligue de vacaciones, solo eso, es casi imposible que os volváis a encontrar después de que acabe el viaje. 

-Pues tienes razón...-dejo la plancha sobre la encimera del lavabo y la desenchufo al comprobar que tengo el pelo bien. 

-Lo sé. -se envuelve en una toalla antes de salir de la bañera. -Venga, ahora déjame cambiarme, qué te vas a poner? 

-Un vestido supongo. 

-Cuál? 

-El azul de tiras, el que tiene estampado de flores. 

-Joder, vas a por todas hoy eh. -bromea riéndose de mí. -No pongas esa cara anda, me traes el sujetador y el tanga? 

-Dónde están? 

-Maleta roja. 

-Vale. 

Extraños en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora