EPÍLOGO

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Lexi

Con veintidós años puedo permitirme alardear de que he publicado dos novelas propias, escritas e ilustradas por mí, he viajado por toda Europa para visitar museos y galerías de arte.

De mi promoción yo obtuve las mejores notas, en la Academia de Bellas Artes hay un libro con mis obras hechas en todo el curso. 

Ahora mismo me encuentro en un bar clandestino en Francia viendo el pequeño concierto de Sara, que se decantó por las artes escénicas y la música. 

Canta una canción que me encanta, Bienvenidos Al Show, de Amaia, siempre dice que le recuerda a mí. 

Mientras canta toca una guitarra que yo pinté, se la regalé por su cumpleaños hace dos años. 

Mañana celebraré mi primera exposición de arte en Francia, y eso me pone de los nervios, siempre me pongo de los nervios con estas cosas, pero sobre todo porque estoy nerviosa por algo y no sé el qué. 

"Sí que lo sabes tonta. "

...

-Cómo te sientes al volver a la ciudad donde empezó todo? -pregunta Sara antes de darle un sorbo a su café mientras caminamos por las calles para ir al hotel. 

-Cómo me debería sentir? -pregunto poniéndome las gafas de sol en la cabeza. -La verdad no me había parado a pensar en ello hasta que me lo has dicho. 

-Te imaginas que se vuelve a repetir la historia? Sería muy graciosa. 

-Ja ja ja, que graciosa eres chica. -pongo los ojos en blanco. -Es prácticamente imposible que vuelva a pasar. 

No volví a saber nada más de él después de mi graduación de la carrera de Artes, ya casi van a pasar seis meses desde eso, dentro de poco cumplo veintitrés años. 

La verdad, intenté hasta hace poco volver a ponerme en contacto con él, pero no sé qué pasó. Simplemente dejó de contestar mis llamadas y mis mensajes. 

Perdimos el contacto poco a poco hasta que dejé de insistir. 

-Bueno, quién sabe. -entramos al hotel y nos dijimos hacia recepción. -Bonjour, nous avions deux réservations au nom de Lexi. (Hola, teníamos dos reservas a nombre de Lexi. )

-Bonjour, laissez-moi trouver vos chambres. (Hola, déjeme buscar sus habitaciones. )

Mientras esperamos hablamos y comentamos cómo irá mañana la organización de mi expo y dónde será. 

Quiero que Sara cante mañana, la organizadora quería pagar a alguien que no conocía, pero me negué en absoluto, y ahora tengo a Sara aquí. 

-Mesdames suivez moi s'il vous plait. (Señoritas, síganme por favor. ) -pide un Botones de traje rojo con detalles dorados y pantalones y zapatos negros. 

La primera habitación es la de Sara, una en el penúltimo piso. Tiene cocina, salón, dos baños, cama de matrimonio y terraza. -La hostia, todo esto para mí? Sabías que te quiero mucho, verdad? -pregunta alucinada. 

-Lo sé, lo sé, buenas noches. -me despido de ella y sigo al Botones hasta entrar en el ascensor, no veo que piso marca porque estoy respondiendo a los mensajes de papá y mamá, que me desean buena suerte para mañana. 

En cuanto las puertas se abren y me encuentro antes una habitación de lujo pienso que se han equivocado y me están llevando a la reserva de otra persona. 

-Ce n'est pas mon... (Esta no es mi... )

-C'est pour vous, bonne nuit mademoiselle. (Esto es para usted, buenas noches señorita. ) 

Me da una carta y vuelve a entrar al ascensor para irse. 

"Al final Sara va a tener razón y la historia se está repitiendo. "

Han vuelto a traspapelar mi nombre? De verdad? Pero qué pasa en esta ciudad? 

Me acerco al gran ventanal que tengo en frente para sacar la carta del sobre y empezar a leer. 

Arte II

Una de las decisiones más importantes en esta vida es es elegir entre quedarte un poco más o darte por vencido...

[...]

Es que ella es fría, bastante complicada, pero escupe te quieros tan leales y sinceros que a cualquier otro podría darle miedo, pero no a mí, porque yo sé que ella no es fría, solo sincera, no es complicada, solo que sus sentimientos son una montaña rusa con muchos altibajos. 

[...]

Le pregunté que era y me dijo que que definirse era una manera de limitarse. 

Le pregunté en qué pensaba mientras pintaba y me dijo que en todo. 

Le pregunté qué era todo y ella me dijo "Tú". 

Una vez ella me preguntó qué teníamos en común, y sin pensarlo dos veces le solté "Nos gustamos", y se rio, y fue el sonido más bonito que nunca había escuchado, y deseé ser gracioso solo para ella. 

[...]

Pero resulta que al final los extraños se conocieron, y dejaron de ser extraños. 

Dejaron París y volvieron a encontrarse en ella. 

Porque ahora no somos "Extraños en París", ahora somos "Lexi y Nic en París". 

-Qué me dices? He mejorado? -me giro con una sonrisa tonta en la cara. 

-Extraños en París, buen título para un libro. -sonrío. 

-Ese me lo dejas a mí, Arte. -cierro los ojos haciendo resonar ese apodo en mi cabeza cientos de miles de veces. 

-Qué tenemos en común? -pregunto cruzándome de brazos.

-Nos gustamos. -afirma sin pensárselo ni un segundo. 

***

Gracias a todos por leer y votar! Espero que os haya gustado esta pequeña historia!

<3

Att. J_CAOS_

Extraños en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora