𝙉𝙤𝙘𝙝𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙃𝙤𝙧𝙧𝙤𝙧, 𝙈𝙖𝙣̃𝙖𝙣𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝘼𝙢𝙤𝙧

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A veces solo tienes que correr, sin importar que te duelan las piernas y la respiración te falte: solo debes avanzar, mirando siempre al frente.

SooBin seguía aquella filosofía, pedaleando lo que más podía, mientras pedía a todos los santos que su novio estuviera bien. Había empezado a llover incluso, por lo que veía un poco borroso; sin embargo, jamás detuvo su marcha.

La voluntad del fuego corría entre sus venas.

- Me llevaré al pecoso entonces - se burló uno de los bárbaros - me servirá muy bien.

- ¡Cuida tu maldita boca! - espetó YeonJun, poniendo a Felix detrás suyo - ¡a él no lo tocas! ¡e inténtalo! ¡será sobre mi cadáver!

Los intrusos habían llegado a cobrar como de costumbre; pero, esta vez, exigieron más. Gracias a la venta de ese día, pudieron cubrir la cuota extra que pidieron los tipos. Aún así, empezaron a hacer bulla, pidiendo que toda la familia saliera, antes de que "sucediera alguna desgracia". Cuando por fin salieron todos, empezaron a humillarlos, aquejando una y otra vez que ya sabían que el pelirosa se hacía pasar por SooBin.

- A los mentirosos se les debe castigar - aseguró una mujer entre el grupo, con un tono ácido - sobre todo a alguien como tú.

- ¿Y ustedes? ¿Acaso tampoco serás castigados por ladrones? - escupió el pelirosa - sí ustedes no son castigados, yo peor.

- Cuidado con tus palabras, niño -

- Cuidado con las tuyas, intrusa - amenazó, molesto - vienes aquí y amenazas a mi familia, ¿qué esperabas? ¿Un abrazo?

Otra mujer salió del final, caminando hasta quedar a una distancia considerable del menor; tenía otro color de ropa incluso.

- Me parece que nos amenazas, ojalá no sea así - murmuró esta.

- Yo solo respondí a lo que ustedes primero lanzaron - contestó de vuelta - ¿qué quieren? Ya les dimos todo.

- Te queremos a ti - la mujer cruzó los brazos - ya sabemos quien es tu madre, ¿verdad chicos?

El resto de bárbaros respondió de forma unisona un estrenduoso "sí", y uno de ellos tiró un periódico a los pies de la abuela Choi. En la portada de este salía su hija a lado de otro empresario, y el título decía "Empresas Choi y Empresas Song se alían: un futuro mejor se acerca".

- Ven con nosotros, y dejaremos en paz hasta tu noviecito, por el que te hiciste pasar - añadió ella - te conviene: si tu madre puede pagar millones por una inversión, ¿por qué no podría pagar por ti?

- Porque ella no me quiere, y si represento un gasto, me deshechara - objetó, con un tono triunfante - la mayoría de gente rica no se preocupa por sus hijos, créeme; y no pierdas tu tiempo en ello.

- ¿Tanto así? No puedo creer semejante horror -

- Ellos son tan monstruosos como ustedes, para que veas -

- Bien, veo que intentas inventar excusas para no colaborar - ella rió - lancen el insentivo.

Por encima de sus cabezas cruzaron varias flechas prendidas en fuego, llegando hasta el jardín de la mansión y prendiéndolo completamente. SeokJin tuvo que abrazar a su patrona para que no se lanzara al jardín a intentar salvar sus plantas; Felix sollozó en el hombro de Rosé, asustado.

YeonJun se quedó congelado, viendo como aquello se quemaba; ya que las flores de lotto y rosas no estaban puestas porque sí en aquel jardín: estas eran en memoria de su abuelo y de su hermana menor. Una rabia inhumana nació dentro de su pecho, girándose cuam exorcista ante sus agresores.

un amor ən daəgu ☆ yəonbin/soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora