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Después de estar media hora buscando a George por todos los pasillos del reino, Clay decidió ir a su habitación, estaba nervioso, no quería que pensará que lo que habló con Sapnap era real pero sería contradecirse a sí mismo.

Cuando estuvo detrás de la puerta, pensó demasiadas veces en tocar, porque bien sabía que no debería, por mucho que lo quería lo que hizo estaba mal, pero sabía que necesitaba su perdón.

Tocó suavemente a pesar de sus nervios, esperó un momento a que abrieran, pensaba que no había nadie hasta que Wilbur abrió, este al verlo inmediatamente quiso cerrarle la puerta de nuevo, pero Clay no le dejó.

—Quiero hablar con él. — Habló Clay con voz calmada, Wilbur negó con la cabeza.

—Vete. — Intentó cerrarle la puerta de nuevo, pero nuevamente no pudo.

—Porfavor, Wilbur.

Wilbur rodó los ojos dando un suspiro cansado, salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él.

—No te quiere ver, Clay.

—Necesito explicarle.

—No hay nada que explicar, fue suficiente con lo que dijiste, espero estés satisfecho. — Dijo Wilbur con frustración. —Te dije que él no quería un matrimonio por una razón, sabias el miedo que le tenía por el reino y decidió arriesgarlo por ti, solo por ti. Eres un maldito egoísta.

Wilbur paró un pequeño rato por lo alterado que estaba, dio un suspiro y después miró nuevamente a Clay.

—Ya está más tranquilo, vete antes de que lo empeores.

Se formó un silencio entre ellos dos, Clay tenía la mirada apartada por la culpa, Wilbur lo miraba serio. Poco después llegó la reina, deslumbraba felicidad.

—¿George esta adentro? — Le preguntó a los chicos, Wilbur le sonrió.

—Si, pero esta ocupado arreglandose.— Respondió Wilbur amigable ante la reina.

—Está bien. Clay, los reyes quieren que bailen juntos una canción, cuando acabe George vayan al salón.

Clay asintió con la cabeza, después miró a Wilbur.

—Los veré allá.

La reina se fue, Clay esperó a que Wilbur le dijera algo, Wilbur suspiró.

—George no tiene intenciones de cancelar el matrimonio, pero yo no creo que él pueda casarse y vivir así. — Wilbur tomó la manija de la puerta. —Ve al salón, esperalo allá, pero no lo esperes feliz.

Wilbur abrió la puerta y entró, antes de que cerrará la puerta, Clay pudo ver a George y a Quackity hablando sentados en la cama, Quackity intentaba distraerlo pero la cara de George demostraba curiosidad para ver que hacía Wilbur, George volteó hacia la puerta, chocando miradas con Clay, el rubio solo apartó la mirada y salió de ahí.

George bajó la mirada triste, Quackity y Wilbur se vieron uno al otro preocupados, después Wilbur se agachó para estar de la altura de George.

—George, los reyes quieren que bailen juntos.

Un silencio se formó en la habitación, George seguía con la mirada baja.

—Si no quieres hacerlo, no lo hagas, no lo necesitas. — Habló Quackity, George negó con la cabeza.

—Tengo que hacerlo. — Habló George con un nudo en la garganta, su voz se escuchaba entrecortada.

George se levantó de su asiento para después dirigirse a su espejo para arreglarse, Wilbur lo siguió.

—No tienes que hacerlo, no lo necesitas. — Lo tomó del brazo, haciendo que lo vea. —George porfavor, preocúpate por ti mismo por primera vez.

George lo miró, conocía a Wilbur y fácilmente podía decir que en él veía enojo y frustración, pero a la vez tristeza y preocupación. George inmediatamente lo abrazó, no le dijo nada y solo empezó a sollozar de nuevo.

Wilbur lo abrazó también, soltando un suspiro, claramente le dolía a él también, toda su vida estuvo cuidándolo y se sentía impotente al verlo mal por Clay.

—Necesito reflexionar todo, al menos por hoy. — Habló George, separándose de Wilbur dedicándole una sonrisa claramente sin felicidad.

—Sé que buscaras una solución. — Respondió Wilbur limpiandole unas lágrimas de la mejilla de George.

Después de eso, le ayudó a arreglarse, ocuparon maquillaje para que no se viera que había pasado todo eso, también acomodaron su traje.

Al final, Wilbur acomodó por última vez la corona de George, al verlo listo, lo tomó de las mejillas y le dio un tierno beso en su frente.

Se dirigieron al salón, no estaba tan lejos, pero los nervios hacían que se sintiera como una eternidad, George estaba seguro, pero igual sentía el miedo en sus manos, por lo frias que estaban.

Wilbur y Quackity en ningún momento dejaron a George, Wilbur le tomó de la mano y lo sostuvo con su antebrazo, en parte le ayudaba con sus nervios, además de que le dejaba en claro que no lo iba a dejar nunca.

Al llegar a la entrada del salón Wilbur le acomodó por última vez su cabello, después de un acompañado "Tú puedes" Quackity y Wilbur lo dejaron, para que el pueda buscar a sus padres y a Clay.

Los buscó por todo el salón hasta que los encontró, todos estaban parados firmemente y Clay estaba a su lado, dio un último suspiro agarrando valor y se dirigió a ellos.

—¡George! — Exclamó la reina cuando lo vio, haciendo que la mirada de los presentes cayera en él, hasta la de Clay.

—Oh dios, aun recuerdo cuando eras niño, no me tenía que preocupar por todo esto. — Respondió el rey, George sacó una pequeña sonrisa.

Era normal que sean sentimentales en un momento como este, al final era su hijo y el compromiso era como "darselo" a Clay.

La corona [DreamNotFound] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora