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Después de pasar un rato con Wilbur, este se fue, George regresó al castillo y sabía que era momento de decirle a sus padres que quiere ir con Clay.

Entró al castillo muy decidido, pero por cada paso que daba su valentía acababa, al llegar a la sala de estar, donde solían estar sus padres, dio un suspiro tratando de sacar todos sus nervios.

Abrió la puerta, sacando el olor a té y a flores que había, no era su lugar favorito, pero tampoco le disgustaba.

Caminó por un pequeño pasillo decorado con flores y algunas estanterías con libros, después el lugar se extendía, con un sofá alrededor de una mesita, en esta habían galletas y té, la habitación llena de figuras y libros de arte.

Solo estaba su madre sentada en el sofá leyendo un libro, George se aclaró la garganta para que su madre lo escuchará.

—¿Mamá?

—¿Si, George?

George dio unos pasos y se sentó en el sofá delante de ella, estaba nervioso y se veía claramente, pero aún así la reina lo dejó hablar.

—Ehh.. quiero ir al reino de Clay.

Su mamá se sorprendió, George solo evitó su mirada tratando de mirar a otro lado.

—¿Por qué ahora quieres salir del reino? ¿Es por que se fue? ¿Pasó algo entre ustedes dos?

—Uhh. — Eran demasiadas preguntas, le ponía nervioso. — No, no, claro que no, solo pensé que sería bueno salir, quiero ver su reino también, él estuvo mucho tiempo aquí.

La reina le sonrió y cerró su libro.

—Claro. —Se levantó. — Yo le diré a tu padre y mañana estarás cruzando el mar. Pero tu padre tiene mucho trabajo, tendrás que ir solo.

George asintió con la cabeza, era su primera vez que iba a pasar mucho tiempo en el mar y aparte, solo.

—Gracias, mamá. Supongo que prepararé las maletas.

Salio de la habitación, sintió un alivio más en su pecho, solamente tenía que hablar con Clay y todo el enredo se acabaría. El amor simplemente era difícil, ahora con obstáculos y distancia lo eran aún más.

『♡』

Era de mañana y ya todos estaban en el puerto, lo trabajadores metían las cosas necesarias al barco, George los miraba pensando en que si necesitaban todo eso solo para él.

La brisa no era tan brusca, solo acariciaba suavemente, era perfecto para navegar.

—Allá ya saben que vas a llegar, te esperan ahí.

George asintió con la cabeza, lo único que pensó fue una reunión incomoda con Clay.

Se despidió de sus padres y de Wilbur, quien lo había acompañado ayudandole para calmar sus nervios, caminó al barco y estando ahí, pudo ver como los anteriores aún lo despedían con su mano, George sonrió y movió suavemente su mano mientras el barco se alejaba.

Cuando los perdió de vista, soltó un suspiro y empezó a caminar por el barco, era un gran barco, no había mucho que observar, solo era mar, pero aún así era muy lindo.

Miró su anillo, perdió la cuenta de cuantas veces lo había hecho, pero realmente era muy lindo, el simple hecho de que Clay se lo hubiera dado jurando amor eterno le llenaba el corazón de alegría.

Decidió no pensar más y descansar, pues necesitaba energía para mañana encontrarse con Clay, lo rechazara o lo aceptara nuevamente no le importaba, solo quería verlo de nuevo.

Le habían hecho un cuarto especial en el barco, era pequeño, pero acogedor, se acostó en la pequeña cama que había, solo con acostarse le dio sueño, unos segundos después cayó dormido.

『♡』

Escuchó golpes, se levantó rápidamente pero al solo ser la puerta se relajó y con un "Puede pasar" dejó entrar a un trabajador.

—Disculpe príncipe, faltan pocos minutos para llegar a tierra.

George sintió con la cabeza aunque sintió los nervios de golpe, se levantó y después de "arreglarse", salió de la pequeña habitación, desde ahí se podía ver el gran castillo.

Se acercaron más, en tierra solo lo esperaba el rey y unos trabajadores, no vio a Clay por ninguna parte, eso lo decepcionó.

Cuando llegó fue el primero en bajar, saludo al rey con una reverencia y una sonrisa.

—Buenos días príncipe, sea bienvenido a mi reino.

—Gracias, es muy lindo.

Caminaron mientras charlaban sobre el viaje, George no pudo decir mucho pues estaba durmiendo, pero aún así le contó algunas cosas.

—Es la primera vez que viajo tanto tiempo en mar, tenía nervios pero fue bien.

El rey sonrió, se abrieron las puertas del muro, dejando ver un pasillo de pequeñas piedras color durazno que mostraban un camino directo al castillo, también guiaban a un patio de flores, había muchas y no seguían un orden, solo vivían ahí.

Caminaron hasta el castillo, pudo ver que Clay nunca lo recibió ni lo saludo, ni siquiera sabía dónde estaba.

—Es un placer tenerlo aquí, cualquier cosa puede hablarme. —Habló el rey pensando en retirarse pero después dio una pausa. — Oh, Clay esta afuera, no sabe que estas aquí.

La corona [DreamNotFound] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora