Pequeñas Pesadillas | Terminada

Sueño Profundo

• Souya Kawata.

Lunes, 14 de marzo.

Una vez, de pequeño, fui con mi hermano a casa de mis abuelos, en la época en donde la familia aún era unida. Jugamos con mis primos y almorzamos rato después, era un lindo día, por la tarde, vimos una película con mi abuela hasta que ella se durmió, nahoya se fue a jugar afuera y yo quedé solo en la sala.

Tenía curiosidad, no sé porqué hice lo que hice, pero fui hasta una de las habitaciones, exactamente a la de mi tío que aún vivía ahí; él coleccionaba peluches y a veces me dejaba jugar con ellos. Por desgracia mía, él no se encontró ahí dentro, así que decidí jugar con el pequeño pulpito de peluche que yacía sobre su escritorio, al agarrarlo, se cayeron unas golosinas de colores al piso. Tomé un par, ingiriendolas inmediatamente, ya que había escuchado el abrir de la puerta principal y las voces de mis papás, llamándome para volver a casa.

Salí de la habitación con el pequeño pulpo, mientras caminaba tranquilamente hacía mis papás, ellos estaban en el comedor junto a mis otros tíos y mi abuelo, todos me miraron alegres, al menos eso es lo último que recuerdo.

Lo demás, es solo lo que soñé, escuchaba voces lejanas, mi vista estaba nublada y de a poco se volvía un entorno oscuro y aterrador, estaba sobre una cama, dormido y despierto al mismo tiempo, escuchaba todo pero no comprendía nada, sentía que me tocaban en casi todas partes, veía sombras ocultas y sonrisas retorcidas.

Las golosinas eran pastillas para dormir, y al ingerir tanta cantidad, mi corazón estuvo a punto de detenerse, después de haber dormido plácidamente durante 4 días enteros, tengo miedo de volver a dormir y ya no despertar.

Nadie sabe lo que se le espera, y no quiero morir al quedarme dormido.