Pisadas

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Souya Kawata.

Domingo, 10 de abril.

Maldigo amargamente mi habilidad de escucha, estoy harto de poder oír todo, me cansa tanto ser parte de aquellos sonidos escalofriantes que tanto me desesperan, escucho mi propia respiración, el crujir de la cama cada que me muevo, los golpeteos que los seres dan por las paredes, los ronquidos de mi hermano, el goteo del agua correr en el baño por el grifo mal cerrado, los ladridos de los perros y aún más, esas ruidosas pisadas en el pasto frente al edificio.

Quisiera prenderle fuego a aquel pasto molesto, al menos así el idiota que camina por ahí a altas horas de la noche no haría ruido con él. Me enferma escuchar sus molestos pasos de aquí para allá, y estoy completamente seguro de que él sabe que lo escucho.

A veces pisa con fuerza, corre e incluso salta por todos lados, no sé si es un deportista normal que estuvo entrenando durante días y a la madrugada, despertarse a las 3:33 am es completamente patético, innecesario y ruidoso, lo peor de todo es que al parecer yo solo lo escucho, me da fastidio.

Muchas veces le lanzó agua y corro a la habitación de mi hermano, porqué sabe quien soy y podría hacer escándalos si nota de dónde salió el agua.

Pero también es aterrador, es alto, delgado y asusta, muchas veces me lo cruzo por la entrada y apenas puedo verlo, él se me queda observando y me incomoda, entonces como represalia lo jodo.

Es molesto verlo, nadie sabe nada de él, solo desaparece durante el día y a la noche se la pasa en el pasto, a veces lo veo cavando por ahí, pero nunca reviso qué escondió, tal vez un gato muerto o alguna mascota...

Al menos eso espero, por favor que no sea un cadáver humano.

Pequeñas Pesadillas | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora