Estaban mirando algo en el cielo y no pensaron que eso sería el inicio de todo.
Definitivamente, encontrarse no estaba en sus planes y mucho menos imaginaron que aquel sentimiento que experimentaron al verse sin previo aviso se repetiría una y otra...
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"¿Somos humanos porque miramos las estrellas o miramos las estrellas porque somos humanos?" - Neil Gaiman
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Una habitación impecable. Puedes observarla de lejos y admirar el reluciente brillo de aquellas lozas blancas en el piso que brillan más que tu futuro, cada cosa está ubicada en donde debe estar. Puedes observarla de cerca y apreciar cómo es que en las pulcras sábanas de aquella cama no hay arrugas, ya que se encuentran perfectamente tendidas, y ni qué decir de los vidrios de la ventana, relucientes.
¡Damas y caballeros! Si alguno de ustedes tiene complejo de señora minuciosa, obsesionada con la limpieza, ¡hoy es su día de suerte! No teman, y ¡adelante! Atrévanse a pasar alguno de sus dedos por cualquier superficie dentro de la habitación, podrán percatarse de que no hay nada de suciedad.
Un trabajo digno de elogio, una limpieza completamente prolija.
«Estos dos días organizando mi cuarto no pudieron haber sido en vano»
Orgullosas lágrimas imaginarias descendieron por mis ojos, las cuales procedí a secar con mi pañuelo imaginario.
¿Una reacción dramática? Quizás, pero nada podría quitarme la satisfacción de haber logrado tal hazaña.
«Dios, ojalá se quede así para siempre...»
En fin, lo mejor que puedo hacer ahora es ir a presumirle a mi madre el magnífico trabajo que he realizado... y a pedirle que me devuelva mi celular, por supuesto. Después de todo, ese era el trato.
'—Estaremos aquí por tan solo dos semanas y no has avanzado nada con tu habitación, ¡ya han pasado cuatro días y lo único que hiciste fue desempacar y tirar todo por ahí!
—¡Pero mamá! Tú no lo entiendes, ya sabes que nos ha quitado tiempo el estar conociendo la zona, comprando la despensa y además...
—¡Nada de "peros"! He estado haciendo todo eso junto a ti y de igual manera he conseguido limpiar todo el departamento. La diferencia es que tú te has estado distrayendo en el aparato ese y ahora el único lugar que parece chiquero es tu cuarto.
—¡Eso no es verdad!
—¿Ah, no?
—Bueno, quizás un poco...
—Ya que tú te lo buscaste, te quitaré el celular hasta que tu cuarto quede completamente limpio y ordenado. No escucharé quejas o negociaciones al respecto'.
«Diablos, esa mujer podía ser intimidante cuando se lo proponía»
Supongo que sabía lo que hacía, francamente creo que hubiese tardado más de lo debido si no tenía la motivación de volver a tener mi celular entre mis manos.
