Estaban mirando algo en el cielo y no pensaron que eso sería el inicio de todo.
Definitivamente, encontrarse no estaba en sus planes y mucho menos imaginaron que aquel sentimiento que experimentaron al verse sin previo aviso se repetiría una y otra...
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Capítulo 144 del manga
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"Las estrellas pedían deseos al verla pasar"
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Golden week.
¡¡Una semana de vacaciones demoniacas donde todos los turistas y todas las familias se reúnen en los centros turísticos!!
¡Y la familia Tadano no es la excepción!
Eso era lo que acababa de descubrir.
—¿Te parece aceptable? Porque creo que no está muy aceptable —mencionó la latina mirando su teléfono.
—¡Oh, por favor, _________! Es la quinta vez que me lo lees, ¡está BIEN! —Exclamó quitándole el celular enviándole por fin el mensaje a la madre de la peli___.
Recapitulemos, Hitomi omitió relevante información cuando le escribió "Vayamos a la Golden Week" el viernes pasado; en realidad, ella quiso decir: "Vayamos a la(Twin Course Mosaki, la principal feria de la)Golden Week(con mi familia)".
Por distintos motivos, __________ entendió que sería una pijamada en casa de la pelinegra. Así que cuando llegó el sábado, día predilecto, empacó ropa veraniega aceptable para ir a su encuentro.
Mayor fue su sorpresa al descubrir que toda la familia Tadano y una persona cuyo género desconocía, estaban subiendo a un auto. No mucho después, comprendió que su amiga había omitido información esencial en el mensaje que le envió.
Irían a una gran feria y pasarían la noche en una cabaña alquilada junto a su familia por la Golden Week.
Hitomi aprovechó la confusión e hizo que subiera al auto, una vez allí, la oji___ empezó a redactar un mensaje para su madre explicándole que las cosas eran un poquito diferentes a lo que le dijo.
Siendo honesta, se sentía emocionada por conocer una de las mejores ferias en todo Japón, sin embargo tenía cierto temor a lo que le podría decir su madre ante el cambio de planes. Ahora que el mensaje estaba enviado, solo le quedaba esperar a que ella no se moleste.
Suspiró y recostó su cabeza en el hombro de su amiga.
—Para la próxima, sé más específica, por favor —solicitó mientras se acomodaba en su lugar, pues todos se encontraban apretujados cual sardinas enlatadas.
—Descuida, seguro que tu madre entenderá —tranquilizó Hitohito quien se encontraba a su derecha.
