Estaban mirando algo en el cielo y no pensaron que eso sería el inicio de todo.
Definitivamente, encontrarse no estaba en sus planes y mucho menos imaginaron que aquel sentimiento que experimentaron al verse sin previo aviso se repetiría una y otra...
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"Amo la luz porqué me muestra el camino. Pero amo también la oscuridad porqué me muestra las estrellas". – Og Mandino
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Las clases ya habían terminado y por fortuna, fue un buen día.
Hitomi me contó que consiguió hacer que Shousuke juegue fútbol, debido a que le dio un conmovedor discurso sobre la importancia de tener un equipo, gracias a eso, ahora cree que tiene futuro como coach motivacional.
Tras despedirme de ella, fui al genkan de la escuela, iba a abrir mi casillero para poder colocarme mis zapatos y luego salir. En el proceso, oí que alguien se estaba dirigiendo a mí.
—¿Eres la chica extranjera? —me preguntó una desconocida, parecía que era de tercer año, estaba bastante maquillada, se veía bien.
—Sí, ¿por qué?
—¿Estás saliendo con Komi-kun?
«Denme paciencia»
—No.
Al saber que me hablaba para preguntarme cosas como esa, mejor volví a lo mío y dirigí mi vista a mis pies para acomodarme mis zapatos.
—¿Entonces por qué dicen que siempre estás con él en las clases?
—¿Porque estudiamos juntos? Estamos en la misma clase.
—Pero regresan juntos a casa.
—Solo a veces.
—¡Además-
—Él es mi amigo y ya —solté cansada de su interrogatorio, ya había terminado de ponerme mis zapatos— no hay nada aparte de eso. Ahora, disculpa, pero debo irme.
Empecé a avanzar hacia la salida, pero ella me seguía.
—¿Realmente? ¡Es imposible que no te guste!
—No hay nada, puedes irte en paz
Lucía escéptica pero terminó cediendo.
—Como digas —dijo antes de irse.
Ya había perdido la cuenta de las veces en que me habían preguntado si era la novia de Shousuke. Siempre procuraba negarlo amablemente, pero era un gran desgaste de energía tremendo.
Al menos la mayoría ya se había convencido de que no había nada entre nosotros.
¿Cómo? No lo sabía con exactitud, pero era mejor así.
Había regresado a casa con Shousuke algunas veces durante este último mes cuando la oportunidad se daba o simplemente quería y corría hasta alcanzarlo, generalmente sucedía cuando me sentía animada y comenzaba a contarle sobre mi día. Él era un buen oyente.
