¡Este no es mi cuerpo! [Adaptación Minayeon]

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⚠️¡A d v e r t e n c i a!⚠️

⇢ Al principio Mina y Nayeon serán otras personas, y tendrán distinto sexo. Aparecerán luego, así que no se extrañen con leer otros nombres al comienzo.

⇢  Minsang = Mina  

⇢ Namgung = Nayeon

⇢ Solo imaginen a Mina y Nayeon en versión masculina, o vean el multimedia 😉 (las fotos las tomé de internet así que créditos a quien corresponda)

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Eran las nueve de la mañana, y en varias casas ya las personas se estaban yendo de su hogar para dirigirse a sus trabajos, incluso algunos recién se iban levantando.

Una conversación tranquila y cálida se llevaba en una de las casas del que será nuestro protagonista: Estaba hablando alegremente junto a su madre, ambos tomando un rico capuchino con vainilla, el cual era dulce ya que ambos odiaban el café amargo.

— Hablamos en la noche, má. —Se despidió de su madre con una linda sonrisa el joven de cabello rubio.

— Maneja con cuidado, mi niño. Le mandas saludos a Namgung. —Se despidió de igual forma con una sonrisa, acariciando las mejillas suaves de su hijo. — Minsang, de verdad, ve con cuidado, ¿sí?

— Tranquila, mamá. Sabes que odio manejar rápido. —Tranquilizó tocando las manos de su madre y dándoles delicadas caricias a estas.

El joven se puso sus tenis blancos que estaban en la entrada y salió de su hogar para dirigirse a su auto, empezando a manejar a la casa de su mejor amigo apenas el carro prendió.

Por otro lado, estaba el mejor amigo de Minsang, el cual ya estaba terminando de desayunar de igual forma junto a sus padres y hermana mayor.

— ¿Ya viene tu novio a buscarte? —Preguntó una señora de cabello negro de forma burlona a su hijo.

— Mamá, que no es mi novio. —Respondió haciendo una mueca el joven de cabello negro.

— Pero bien que querrías eso. —Molestó también su hermana mayor con una sonrisa.

El joven buscó ayuda en su padre para que detuviera las burlitas, pero este solo reía también y asentía con su cabeza apoyando los comentarios.

— Como sea, ya me voy. —Avisó el pelinegro levantándose de su asiento mirando su celular, bloqueándolo al terminar de leer el mensaje que hace unos segundos le había llegado.

— Que te vaya bien, hijo. —Despidieron sus padres al unísono.

— Adiós, mocoso. —Se despidió esta vez su hermana.

— Adiós, inútil. —Antes de escuchar alguna queja, salió corriendo a ponerse sus botines negros, saliendo de la casa una vez puestos.

Caminó rápidamente donde estaba el auto de su mejor amigo, abriendo la puerta del lado del copiloto.

Ambos se saludaron con sonrisas y un tímido beso en la mejilla. Mientras que Namgung miró hacia la ventana sonriendo, Minsang mantenía una sonrisa acompañada de un tono carmín adornado sus mejillas.

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Curiosamente, ese día pasó más rápido de lo normal, a tal punto que, sin darse cuenta, ya estaban regresando a casa en el auto del rubio, aunque esta vez se dirigían al departamento que compartían ambos. Solo habían ido a casa de sus padres por dos días aprovechando el fin de semana.