CAPÍTULO 6: La Mina.

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El Callao en la actualidad cuenta con varias minas, algunas muy populares dentro de la región. Sobre todo por la cantidad de toneladas de cuarzo aurífero que se pueden procesar al día. A lo largo de los años, familias enteras han dejado sus hogares y se han mudado a esas minas. Para trabajar en actividades básicas relacionadas con la explotación. Ya que el oro ha permitido elevar el nivel socioeconómico de muchos. Esto gracias a que con la venta del mineral pueden llevar el sustento y comida a sus hogares.

Trabajando en las minas de El Callao se puede ganar en una semana más de lo que se podría generar en un mes en otras partes del país. Por eso muchos se arriesgan a ir a trabajar al sur. Desde diferentes estados del país se adentran a la aventura y emprenden la ruta del oro. Para conseguir prosperidad, bienestar y poder así enviar plata o dinero a sus seres queridos.

Este es un tema un poco confuso porque el valor de la cesta básica en Venezuela se ubica en 300 USD aproximadamente y el sueldo mínimo de una persona es de casi 3 USD. Obviamente, se tienen que realizar otras actividades para poder obtener más ingresos. Por ello se ha incrementado la venta de bienes y servicios informales, acelerando la pobreza y la desnutrición de muchas personas que no cuentan con recursos suficientes para comer tres veces al día.

Consumir todos los productos de la canasta básica se hace cuesta arriba para los venezolanos. Por eso El Callao es catalogado como una tierra de esperanza y futuro. Una grama de oro puede costar 40 veces más que el sueldo mínimo que devenga un trabajador común en un empleo calificado. Por eso este mineral puede ser la salvación y de igual manera ser el detonante de lucha y poder en el territorio.

Por otro lado, un fenómeno que se ha evidenciado en los pueblos del sur de Venezuela es la abundancia de dinero en efectivo, la comida y el combustible. En cambio, estos escasean en el resto del país. La primera impresión que tuvieron Pedro y Luis al llegar al pueblo fue observar casas bajas y un suelo color ocre, rodeado de impresionantes montañas. El Callao se encuentra a una distancia de la capital del país, Caracas, de unos 850 kilómetros.

Desde San Félix se puede comenzar la travesía. Exactamente, desde "La para de los Pobres" desde la cual viajan diariamente cientos de personas a vender mercancías, café, dulces o golosinas. Esto porque en Ciudad Guayana escasea el efectivo. Pero, en cambio, en el Callao si se pueden obtener con mucha facilidad. De esta forma, los comerciantes informales podrán vender sus mercancías y recibir buenos ingresos.

Pero hay una gran parte que llega al pueblo para internarse en la mina. Algunos de ellos ni siquiera llegan a tener los 18 años. Tienen que ingresar a los huecos o galerías que se encuentran a más de 30 metros de profundidad para excavar el preciado ORO. En las cuales tienen que pasar penurias como lo son: la oscuridad, humedad, calor o ventilación escasa.

Es por eso que para el gobierno nacional la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (AMO) es de vital importancia. Esto por la caída acelerada de la producción de petróleo en el país. Originando que en el Callao se encuentren apostados diferentes cuerpos de seguridad. Que luchan incansablemente con las bandas delictivas y con los Pranes.

El Arco Minero comprende 111.846 kilómetros cuadrados, lo que representa un 12% de la superficie del país. Por eso fue designada como "zona militar especial" en el año 2016. Ya que cuenta con una reserva aproximada de 7.000 toneladas de oro. En este sentido, notablemente se encuentran bien estructurados diversos puntos de control en la vía que une al Callao con las minas de la región.

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Pedro no pasó mucha necesidad para llegar al Callao, al contrario, su viaje fue sumamente placentero

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Pedro no pasó mucha necesidad para llegar al Callao, al contrario, su viaje fue sumamente placentero. Ni siquiera el tener que levantarse de madrugada le afectó. Ya que estaba bien acostumbrado a esto desde que era un niño y ayudaba a su mamá Aminda con el puesto de empanadas.

Pero para muchos el sueño de oro, lujos y progreso se le puede truncar en cuestión de minutos. De hecho, de la noche a la mañana se puede pasar de estar vivo a muerto. Pedro se dio cuenta de que a las personas que no se portan bien o cometen alguna irregularidad no se les tenía ningún tipo de clemencia, no importaba si eras mujer, adolescente o anciano.

"Vas pa esa como dicen"

Ya encontrándose bastante cómodos en el lugar, él y Luis comenzaron a adaptarse al ambiente que tenían que vivir hasta que un día por casualidad apareció su tío con Juancito y les encomienda la misión más difícil que les ha tocado en sus vidas. Les pide que se vayan con Robert y con Pablo a caerles a coñazo a unos tipos que se portaron mal (comieron la luz).

—Sí, va tranquilo tío. —afirmó Pedro, quien no tuvo tiempo de poner objeción a la petición que les hacía a ambos su superior

Fue así como Pedro tomo su bolsito negro y se lo coloco de medio lado y se dirigió con Luis al cerro. Para llegar al sitio donde se le daban golpizas, mutilaban y hasta asesinaban a los que hacían lo malo, para eso tenían que caminar como unos 10 minutos aproximadamente. Realmente no estaba muy alejado de la base. De hecho, cuando golpeaban a alguna persona estando en el campamento se podrían escuchar con facilidad los lamentos, gritos o gemidos.

Este tipo de sitios deberían de encontrarse un poco más alejado, pero parece que son ubicados de esa forma para hacer un recordatorio a los que hacen vida en el refugio. Así que en cualquier noche, se puede escuchar hasta cuando encienden una motosierra para desmembrar el cuerpo aún con vida de algún minero. Suele ser el sonido más espeluznante que se haya escuchado, acompañado de gritos, chillidos, gemidos, súplicas o un por favor a lo lejos, que la brisa puede hacer que se escuche un poco más intenso o lejano.

Para Pedro esto era algo de lo que simplemente no quería acostumbrarse, cada vez que escuchaba esos sonidos atormentadores, se persignaba e imploraba una plegaria por el alma de ese ser. Pedro sabía que venía luego. El cuerpo o las partes de ese ser humano tendrían que ser trasladados a una fosa común y nunca más se volvería a ver o saber de ese sujeto. Uno más que podrá luego aparecer en las planas del periódico local o nacional, como desaparecido en las minas del sur.

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Pedro CalleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora