Pedro Calle

CAPÍTULO 11: Bar de Petra. (+18)

Ya estando todos dentro de la habitación; Luis colocó un poco de música, las chamas comenzaron a divertirse, a jugar entre ellas y a bailar. Pedro se sentó en una silla al lado de una de las mesas y comienzo a esmoñar (desmenuzar) el creepe, para armar unos buenos tabacos de marihuana.

De repente tocaron a la puerta, Luis rápidamente tomo su pistola y se asomó por el ojo mágico o mirilla para constatar que en efecto se trataba de la asistente con todo el pedido que se había realizado momentos antes; él abrió la puerta, lo tomo, le dio las gracias y se sacó de su bolsillo y billete de 20 USD, se lo entrego y cierro nuevamente. Coloco las cosas en una de las mesas de la enorme habitación que les dieron, la cual parecía un cómodo apartamento de solteros, con una enorme cama king size, muchas almohadas, con hermosas e impecables sabanas color gris, en la pared de atrás de la cama se encontraba un cuadro enorme con la imagen en blanco y negro del río Yuriani.

La habitación tenía varios detalles lujosos, algo vintage y con flores naturales, como girasoles, rosas y algunas flores secas para hacer un bello contraste neutro. Cuenta con dos mesas y dos mesitas de noche a los lados de la cama. Tenía una pequeña habitación adicional con un columpio en el centro de ella; perfecto para colgar a una joven, dejarla inmóvil y poder hacerle lo que se deseara.

Tiene además un baño como para 10 personas, con grifería dorada y todas las paredes de cristal. Es decir, que quien se estuviera bañando en él pudría ser observado por los presentes en la habitación. También contaba con un mueble color crema ideal para que las jóvenes se acostaran y sus partes íntimas quedaran en la mejor posición, esto permitiría una penetración más fácil y profunda, así como un potro salvaje; una especie de silla como la de los médicos ginecólogos en el que las jóvenes podían sentarse y quedarían con el trasero y la vagina al descubierto, poseía además una camilla para masajes y un pequeño estante vintage con muchas cremas y aceites para el cuerpo.

Luis abrió la champaña y sirvió dos copas para las hermosas damas que los acompañan, Pedro se acercó y le ofreció uno de los varios tabacos de marihuana que armó. Una de ella, la catira (rubia) de ojos azules, piel blanca, cabello amarillo liso hasta la cintura, con pecas en todas partes, de tetas enormes; se notó que tenía una operación de hace pocos meses, con cintura diminuta y un culo enorme, llamada July, tomo el tabaco y el encendedor, lo prendió y comenzó a fumar mirando detenidamente a Pedro.

—¿quieres un poco papi? —preguntó July a Pedro.

—Sí. —rápidamente, respondió sin dejar de mirarla.

July tomo una buena aspirada del tabaco y se le acercó, coloco su mano en su cabeza, Pedro abrió un poco la boca y ella comenzó a soplarle el aire de marihuana en su boca, para que él lo aspirará también, terminando con un pequeño beso en el que al final ella le chupo dulcemente el labio de abajo. Pedro lo aspiro y lo expulso, luego tomo uno de los tabacos que tenía en su mano, se lo entrego a Luis y se quedó con uno de ellos para encenderlo y comenzar a disfrutar del momento.

Luis se sentó en la cama y la otra joven de piel canela, cabello liso color negro y ojos marrones llamada Alondra, se le sentó en las piernas, él la beso romántica y lentamente, le empezó a tocar las piernas e introdujo poco a poco su mano hacia su vagina, acariciándola tiernamente, luego separo hábilmente con sus dedos su ropa interior para poder introducir suavemente, pero sin apuro los dedos. La joven comenzó a sentir esos largos y gruesos dedos punzantes, al cabo de un rato se levantó en frente de él y se quita lentamente la ropa, descubriendo un cuerpo casi perfecto por horas de entrenamientos en el gimnasio. Ella se agachó y con sus manos empezó a quitarle la correa, suelto el botón del pantalón y le bajo el cierre, Luis se levantó un poco para poder bajarlo al igual que su bóxer, al mismo tiempo que termino quitándose la camisa.