Capítulo 2

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-Se llama Jisung, ahora si no te importa puedes pirarte del salón de baile que tan poco te interesa- En la voz de Felix se notaba fastidio.

-Tienes razón rubito, el baile no me interesa, es de pringados- dicho eso se dio la vuelta y se largó caminando de forma altanera.

-¿Qué ha sido eso?- Lo había cogido con la guardia baja.

-Ese era Minho, el máximo enemigo de los bailarines, intenta no acercarte mucho a él, es un estúpido-dijo Felix caminando fuera del aula, seguido por Jisung.

-En fin Jisung hasta aquí el tour, tengo clase, tú debes dirigirte a la segunda planta, tienes matemáticas en el salón 3, te acompaño.

Jisung nunca había tenido muchos amigos, solía pasar desapercibido, pero en ese instituto todos parecían observarlo con interés, se le hacía muy raro ser el centro de atención, llegó a su clase y se despidió de Felix, odiaba el inicio de curso, pero odiaba más el inicio de curso en un sitio nuevo.

Se adentró en el aula y se sentó lo más lejos posible del profesor, en la última fila, donde encontró un sitio vacío, al lado de un chico bajito y moreno.

-Hola, soy Seo Changbin, ¿Tú eres?- en su rostro dibujó una suave sonrisa.

-Soy Han Jisung- respondió tímido, al menos se estaba encontrando con gente bastante amable, sin contar con el "anti bailarines".

El profesor entró y empezó a dar la clase tras pasar lista, no obligó a Han a presentarse ni nada por el estilo cuando dijo su nombre, simplemente le dio la bienvenida y siguió con la clase, y este le dio las gracias al universo, en verdad odiaba ser observado.

Las clases de la mañana se le hicieron largas, cuando terminaron se acercó al comedor y se llevó una gran alegría al ver a Felix en la puerta junto a su compañero Changbin.

-¡Ei Jisung! ¿Qué tal la mañana?-el tono cantarín de Felix le hacía sentirse tranquilo.

-Bien, supongo-Se encogió de hombros.

-Ven, vamos a comer, ¡me muero de hambre!-dijo tirando de él.

Pasó un rato agradable con ambos chicos y después lo acompañaron a su dormitorio.

-En cada dormitorio duermen 2 chicos, pero las duchas son comunes con el dormitorio de al lado, osea que el baño es compartido por 4 chicos, ¿entiendes?-Le explicaba el rubio de camino a las habitaciones.

-¿Entonces mi habitación está comunicada con la de al lado por el baño?-Comentó con interés.

-Así es, creo que tu compañero es Seungmin, te llevarás bien con él-Ya habían llegado a su habitación, la número 45.

-Ei Minnie, te traigo tu nuevo compañero de cuarto- dijo abriendo la puerta.

-¡¿Enserio?!, ¡Por fin dejo de estar solo!, me aburro como una ostra desde que se ha ido Kai- Se ve que su anterior compañero de cuarto tuvo que dejar el internado el curso pasado por problemas de salud o algo parecido logró entender Jisung.

Se pasó la tarde con Felix bailando, estaba feliz, sus padres intentaban separarlo de la danza y los muy tontos lo habían matriculado en un instituto con sala de baile, la vida estaba a su favor.

Subió a su cuarto lleno de sudor con la intención de darse una ducha pero al entrar al baño dio un frenazo brusco, en la ducha se encontraba un chico de espaldas, el agua y el jabón bajaban por todo su cuerpo como una cascada, Jisung se quedó hipnotizado, era el cuerpo mejor formado que había visto en su vida.

-¿Te vas a quedar ahí mirándome todo el día como un acosador?- Dijo reprimiendo una sonrisa.

Un escalofrío recorrió la espalda de Jisung, esa voz la conocía, el chico se giró colocando una toalla en su cintura, esa cara, vaya, no podía ser otro, tenía que compartir baño con Minho, más de 300 estudiantes en el instituto y tenía que compartir baño ni más ni menos que con el estúpido cazador de bailarines, bravo, para colmo se había quedado sin habla.

-¿Es que eres mudo? No te he escuchado hablar desde que has llegado- Se acercó a él con el cuerpo mojado, llevando solo la toalla en su cintura, maldita sea, ese chico parecía una escultura de la antigua grecia.

-Yoo… esto…- No sabía qué decir.

-¿Los bailarines no se supone que debéis tener el cuerpo bien formado?, tú eres un flacucho, estoy seguro de que si soplo te caes al suelo- Una sonrisa burlona se dibujó en sus labios, le encantaba intimidar a la gente.

Su comentario no le gustó un pelo a Han, ¿quien se creía ese tío para meterse con su físico?, está bien, quizá su cuerpo no estaba tan formado como el suyo, pero no se quedaba muy atrás.

-¿Los tíos cachas como tu no se supone que sois inteligentes?, porque estoy seguro que eres el tío más estúpido que he conocido en mi vida- No se dejaría intimidar en su primer día, si quería guerra, la iba a tener.

Una expresión de sorpresa se dibujó en su rostro, no esperaba que el chico nuevo se fuese a poner de gallito con el.

-No tengo tiempo para tus inútiles acusaciones flacucho, quítate de mi camino- Le hizo una señal con la mano para que se apartase y Han le obedeció porque sus ganas de darse una ducha eran más grandes que las de seguir discutiendo.

El ladrón de cada uno de mis suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora