Capítulo 7

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A las 7 como siempre tenía ensayo con el club de baile, Felix ya se encontraba en la sala cuando Jisung entró, estaban sentados esperando por el resto de los compañeros cuando el mejor bailarín del instituto entró y le sonrió desde lejos.
-Oye, ¿Que te traes con Yugyeom?- preguntó su amigo.
-¿Enserio?, Tu también Lix, ¿Que os pasa a todos? Yo no me traigo nada con él- Empezaba a estresarse con tantas preguntas.
-Vale vale, es que os sonreís de forma coqueta cuando os veis y eso…- Han no le respondió- Por cierto… ¿Quien a parte de mí se ha fijado en eso? Por curiosidad- Pensaba que él era el único que notaba esos coqueteos.
-Minho- dijo tan tranquilo.
-¡¿Qué?! ¡¿Minho?!, ¿Minho ha notado algo que no tiene que ver con el mismo? ¿Qué coño te traes con Minho?- se le escapó una carcajada.
-¿Quieres que te pegue Felix? ¿Buscas pelea?- dijo entre risas- Yo no me traigo nada con nadie.
-Está bien, está bien, pero esque no me lo esperaba, creí que tu y Minho ni siquiera os hablabais- lo miró a los ojos.
-Ya bueno, no hablamos mucho, pero cuando lo hacemos las conversaciones son... Intensas…- No sabía ni como describir su "relación".
- Con qué intensas eh…- levantó una ceja- Y después dices que no hay nada entre vosotros…
-¡Ai cállate Felix!, Tu siempre mal interpretando todo...- se levantó del banco en el que estaban, ya que habían llegado todos los compañeros.
Su amigo lo siguió riendo y pasando un brazo por su hombros mientras le pedía unas no muy sinceras disculpas.

Como siempre al final de la clase Jisung se quedaba unos 20 minutos a mayores a ensayar con Yugyeom para su actuación, le gustaba pasar tiempo con él, era muy risueño, pero a veces se pasaba de cariñoso agarrando su cintura, ¿Y si Felix y Minho tenían razón y estaba coqueteando con él? No, no podía ser eso, se negaba a darles la razón, sobre todo a Minho, cualquier cosa menos darle la razón a él.
Y hablando del rey de Roma, ahí estaba observándolos en la puerta sin disimular lo más mínimo, que tío, Jisung no podía concentrarse en el baile con un guardaespaldas mal encarado mirándolos.
-Yeom, ¿te importa que sigamos mañana?, estoy un poco cansado- dijo fingiendo cansancio.
-Claro Sunggie, no te preocupes- y de imprevisto dejó un pequeño beso en su mejilla, jamás había hecho algo así, y Jisung se quedó pensando si no lo haría adrede para molestar a su enemigo, se puso colorado hasta las orejas y se dirigió a pasos ligeros a la puerta, agarrando a Minho por un brazo.
Lo arrastró hasta el cuarto de limpieza que había al lado sin ningún esfuerzo ya que este se dejó llevar sin poner resistencia, cerrando la puerta al entrar.
-¿Es que vas a estar siempre vigilando como un maldito perro?- Cada vez lo ponía más de los nervios.
-¿A que ha venido ese beso? ¿Es que ya os habeis casado en las vegas y no nos habéis invitado?-En su cara se podía ver el fastidio.
-No me cambies de tema, ¿Porqué nos vigilas?- Intentó ponerse lo más serio posible intentando ignorar lo que provocaba en su estómago la cercanía de sus cuerpos, en el pequeño cuarto de limpieza.
-No me cambies de tema tú, ¿Te gusta?- lo miró directamente a los ojos.
La pregunta lo cogió totalmente desprevenido, Yugyeom era muy guapo, pero ¿Le gustaba?, La verdad es que no.
-No- dijo muy seguro, apoyando su espalda en la pared para tomar un poco de distancia.
-Yo no estoy tan seguro, os traéis algo fijo…- Habló mientras se acercaba a él, posando una mano en la pared en la que se había apoyado, a la altura de su cabeza- ¿Por qué me mientes Jisung?- bajó su mirada inconscientemente a su boca, le parecía muy raro que no le gustara el bailarín, hasta Minho admitía que era guapo de cojones, notó como los labios de Jisung se separaban y una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo.
-Yo… No esto-oy mintie-endo…- la cercanía de Minho lo estaba acalorando demasiado, cada parte de su cuerpo era consciente de su presencia a pocos centímetros.
-¿Entonces por qué tartamudeas?, Eso es señal de que mientes- Se acercó un poco más, sus alientos se mezclaban y Minho deseó poder quedarse en esa posición hasta que los caracoles pudiesen volar.
-Yo….-Rayos, no estaba tartamudeando por ninguna mentira, ¿porque tenía que estar tan cerca de él?, ¿Es que no conocía el significado del espacio personal?- ¿Te puedes... alejar un poco Minho?- En serio su cercanía no le estaba haciendo ningún bien a sus latidos desbocados.
-No me pienso alejar hasta que admitas que te gusta el bailarín- Su mirada volvía a estar en esos labios rosados.
Con que eso quería el muy estúpido, pues se lo iba a dar, se iba a arrepentir de sus deseos.
-Está bien…, Si me gusta- dijo tan tranquilo, haría lo que fuera necesario para poder respirar de nuevo con normalidad.
Y en menos de dos segundos Minho se había ido del cuarto de la limpieza.

El ladrón de cada uno de mis suspirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora