capítulo 45: Eres un idiota

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Ambos se miran fijamente, el silencio es tan ensordecedor que Klaus empieza a detestar la quietud de su amante después de decir aquellas palabras que aún no termina por asimilar.

¿Qué hizo mal?

¿Cuál fue su pecado?

¿Por qué? Quiere preguntar, pero lo único que sale de su boca es:

"Puedo cambiar" asegura, no sabe que es lo que ha hecho mal, pero está seguro que puede arreglarlo.

Diego niega con su cabeza, negándose a verlo "No quiero que cambies"

"¿Por qué?" Pregunta, esperando hallar una respuesta, quizás si sabe que ha hecho mal, pueda encontrar una solución.

"Porque la amo"

Ah... eso no es algo que esperaba después de tres años de relación.

Y con esas palabras, en un instante, su mundo se hace trizas. Diego está parado frente a él, con la culpa iluminando sus ojos oscuros, y por un momento, Klaus puede jurar que todo a su alrededor se detiene.

Si, es muy dramático de su parte, porque en realidad el mundo no se detiene solo porque acaban de romperle el corazón.

De hecho, el mundo sigue su rumbo. Afuera puede escuchar los bocinazos típicos de la ciudad de Nueva York, en el piso de arriba puede escuchar los pasos que hacen la pareja de ancianos que siempre bailan a esta hora, tan enamorados como hace 30 años, aseguran ellos.  También hay un par de niños jugando en la calle, sus risas infantiles lo hacen suspirar resignado.

Y cuando toma aquella bocanada, duele. Cómo si su pecho estuviera siendo comprimido, incapaz de aspirar el preciado elemento que sus pulmones piden desesperadamente.

"Lo siento" dice Diego, como si aquello pudiera arreglarlo todo

Quiere decir tantas cosas, gritar hasta quedarse sin voz y beber para olvidar que alguna vez amo al hombre enfrente de él. No obstante, su voz queda estancada, incapaz de expresarse por el nudo que le apretuja las cuerdas vocales.

Así que hace lo único que puede hacer: reír.

No es una risa de felicidad, y de hecho Klaus no sabía que podía reírse de esa manera. Pero toda la situación es absurda. Ridículamente absurda.
Desde la muestra de pasteles de boda destruidos a sus pies, la culpa de Diego, hasta sus complejas emociones que solo lo dejan en un estado de histeria.

Se niega a llorar. No delante de Diego.
Diego lo mira como si acabara de perder la cordura.

"Está bien" se obliga a decir, sale más como un graznido de pato, pero sus palabras suenan fuertes.

Con pasos inseguros y torpes, pasa junto al hombre que hasta hace 20 minutos era su prometido.

No hay un último beso, ni un rompimiento amistoso, es solo un amargo adiós.

"¿Estás bien?" la preocupación de Diego le causa indignación "¿Quieres que llame a Five o Ben?"

No. No quiere molestar a su hermanito o a su mejor amigo.

Ben lo mirará con lastima y resignación, mientras que Five le dirá que ya se lo había advertido, antes de escaparse para golpear a Diego.

"No" Ahora desea haber escuchado a su molesto hermano.

Su caminata no se detiene hasta que llega al cuarto que ambos solían compartir. Cierra la puerta y se deja caer contra ella mientras abraza sus rodillas.

"Lo siento, Klaus" dice la voz de su ex a través de la puerta.

Él también lo siente.

Afuera, Diego apoya su frente contra la fría madera, sus ojos se llenan de lágrimas que apenas puede contener cuando escucha los sollozos de Klaus.

La culpa comienza a comérselo vivo. Quiere entrar a su habitación y consolar a Klaus; llenarlo de afecto y asegurarle que lo ama, que es al único que ama, pero no puede, no si quiere mantener a su tesoro a salvó.

"Lo siento" vuelve a decir, alejándose del castaño y de su hogar.

**

La idea de una buena noche para Ben es comer una deliciosa cena y poder dormir mínimo 6 horas sin ser molestado.

Su trabajo como escritor lo mantiene despierto la mayoría de las noches, pero no hoy, hoy ha sido un gran día. Ha entregado su manuscrito a la editorial y ahora puede tomarse un merecido descanso.

-Klaus te necesita-

El mensaje de Diego es sencillo, frío incluso, pero hace que su corazón brinque dentro de su pecho.

¿Por qué Klaus lo necesitaría?

Intenta llamar al detective, pero este lo envía directamente al buzón de voz. Sin importar la fría temperatura, toma su chaqueta de cuero y sale de su piso, rogando porque Klaus o Diego contesten el bendito teléfono.

Maldiciendo cuando ninguno de los dos contestan sus llamadas.

Maldice "¿Por qué tienen teléfonos si no van a contestarlo?" pregunta a la nada, con marcada frustración.

No tarda mucho en llegar al piso de Klaus. Ni siquiera se molesta en tocar, se disculpará más tarde si tiene que hacerlo, y entra con la llave de repuesto que tiene.

"Klaus" llama notando el desorden en el departamento, en el piso hay unos pasteles arruinados.

"¿Diego?" Klaus sale del cuarto que comparte con su pareja

"Dios. ¿Qué te ha pasado?" pregunta, notando el estado demacrado del castaño.

En todos los años que lleva conociendo a Klaus, los cuales son muchos porque han sido amigos desde el jardín de infantes; Ben nunca ha visto a Klaus tan demacrado. Ni siquiera cuando la madre de este murió en un accidente.

"¿Klaus?" vuelve a llamarlo, al notar que este no le está prestando atención

¿Acaso Klaus está drogado?

Klaus lo mira, de una manera tan desesperanzada que duele "Pensé que eras él"

"¿Diego?" pregunta, sin ser capaz de adivinar que está ocurriendo

Klaus lame sus labios, un hábito que ha tenido desde que dejo las drogas "Él me dejo" afirma el castaño.

La declaración de Klaus suena tan firme, tan rotunda, que Ben tiene que preguntarse si ha escuchado bien.  "¿Qué? No, eso no es imposible" asegura, conoce a Diego.

El detective adora a Klaus, y ambos se casarán en menos de dos meses. Diego jamás lastimaría a Klaus de esa manera. "Él te ama" afirma

Esta vez, Klaus parece a punto de llorar "No creo que lo haga, Benny. Quizás nunca lo hizo" la voz de Klaus se quiebra, pero en lugar de llorar, se lleva la botella de tequila a su boca y da un largo trago. Como si se tratara de agua.

"¿Qué? Explícate" exige mientras le arrebata la botella

Klaus se ríe, una mezcla de llanto y risa "Llegue a casa del trabajo, traía las muestras de los pasteles de boda y cuando llegue, Diego tenía sus maletas junto a la puerta" Klaus hace una pausa, mientras se apoya contra la pared "Me dijo que ya no podíamos estar juntos, le pregunte si había hecho algo mal, pero él me dijo que la amaba. Aún la ama"

Ben acorta la distancia entre ellos, envolviendo sus brazos alrededor de Klaus. "Él me dejo, Ben" susurra contra el hombro del asiático. Aferrándose a Ben, como si se tratara de su único salvavidas. Lo único que lo mantiene cuerdo en toda esta ridícula situación.

"Porque la amo"

Esa frase sigue repitiéndose en su mente. Cómo una herida que se niega a dejar de sangrar. Se pregunta si alguna vez dejará de hacerlo.

**

Eudora no hace ningún comentario cuando ambos parten rumbo al piso de esta. Ambos viajan en un incómodo silencio y Diego está tentado a pedirle que lo insulte, como su amiga suele hacerlo cada vez que está haciendo una estupidez, pero Eudora ni siquiera lo mira.

Aprovecha el silencio para enviarle un mensaje a Ben, sabiendo que este vendría a consolar a Klaus. Sabe que, entre Five y Ben, su mejor opción es el asiático, porque el hermanito de su ex, en lugar de consolar a Klaus estaría planeando su asesinato.

Quizás permita que el enano lo golpeé cuando haya acabado con Lila y su madre, porque sabe que se lo merece.
Tal como lo imaginó, Ben lo llama casi de inmediato, y se apresura a cortar la llamada, y las siguientes llamadas también.

¿Qué puede decirle a Ben? Lo siento, le rompí el corazón a Klaus, ¿Podrías consolarlo mientras me encargo de mi loca ex?

No tiene el valor.

Eudora y Herb se lo habían dicho, algún día su pasado como vigilante volvería a perseguirlo, y aquí está siete años después de que decidiera abandonar esa vida de vigilante, está volvía a morderle el trasero.

Esta mañana todo había comenzado como un día común. Despertó a la madrugada porque algunos hábitos son duros de abandonar, aunque la calidez de Klaus a su lado, lograba que quisiera quedarse un rato más en la cama, abrazando a su tesoro.

Cuando finalmente fue capaz de abandonar la calidez de la cama y de su prometido, había ido a la cocina, dispuesto a prepararse su licuado de proteínas antes de partir al gimnasio, pero al llegar a la cocina se detuvo en seco.

"Es un chico bonito"

La pequeña nota estaba pegada en la tapa de la licuadora. La letra de Lila era reconocible y su mano había toma el cuchillo que siempre cargaba consigo, buscando rápidamente a la intrusa. Lo único que vio fue la ventana de la sala abierta, dejando que la brisa matutina se cuele en el piso.

Buscó con desesperación en cada rincón de la casa algún peligro, una bomba, un micrófono o cámara.  No fue capaz de encontrar nada, pero la idea de que Lila haya invadido su hogar, dejado una nota y irse sin que él la detectara, lo aterra.

No por él, porque la amenaza no va dirigida a él, sino a su Klaus.

Con pasos inseguros, caminó de regreso a su habitación, donde Klaus aun dormía pacíficamente.

"Es un chico bonito" estaba escrito en la nota, y todo lo que Diego pudo sentir era miedo.

¿Qué tal si la próxima vez Lila lastimaba a Klaus?

Klaus se había removido inquieto entre sus brazos "¿No iras al gimnasio?" pregunto de forma somnolienta

"No, quiero quedarme contigo" sus brazos habían rodeado a su novio, pegando sus cuerpos tanto como le fue posible. "Sigue durmiendo, aun puedes dormir algunas horas"

Los posibles trágicos desenlaces pasan por su inquieta mente.

Klaus no tardó mucho en volverse a dormirse, ignorante de la vorágine de pensamientos de su prometido. "Te amo" le susurró el latino al hombre durmiente.

Con una decisión firme en su cabeza.
Una decisión que volvió realidad esa misma tarde y ahora ni siquiera sabe que hacer o como arreglar este desastre.

"Eres un idiota" le dice su mejor amiga, al parecer no fue capaz de aguantar más el incómodo silencio

"Lo sé"

**

¿Cuánto tiempo ha pasado? Por momentos siente que ha pasado una eternidad y por otros siente que su ruptura pasó ayer.

La verdad es que ha pasado tres meses, una semana y tres días, no cuenta las horas porque eso sería muy patético de su parte, ¿Cierto?

Aún así, hay cosas que no puede evitar hacer. Fuma con más frecuencia, come menos y duerme muy poco. También comenzó a ir a fiestas o bares, y la adrenalina que siente cada vez que el alcohol inunda su sistema sanguíneo, le hace olvidar momentáneamente el punzante dolor de su pecho.

Se niega a llorar, aunque termino llorando en un baño cuando un hombre lo intentó besar.

Ben le acaricia el cabello "Creo que deberíamos casarnos" suelta sorpresivamente Klaus, el alcohol en su sistema lo hace sentir adormilado.

Ben se ríe "Claro" acepta "Yo seré el esposo y tú puedes ser la esposa que se queda en casa cuidando de nuestro hogar y de los niños"

Esta vez es el turno de Klaus de reírse "Y cuando seamos ancianos bailaremos todas las tardes como los ancianos del piso de arriba"

"La vida soñada" ironiza el asiático
Se miran por un minuto antes de reírse. La idea parece absurda, bellamente absurda. Casarte con su mejor amigo suena bastante aburrido pero cómodo.

"Pobre Jill, le estoy robando a su hombre y ni siquiera lo sabe"

"Eres un rompe hogares. Avergüénzate de ti mismo"

"Soy una basura sexy y no me arrepiento de nada"

Ben vira sus ojos. "Eres un idiota"

"Soy tu idiota y tú eres el mío" declara y Ben solo puede asentir con la cabeza. Porque Klaus tiene razón.

"Aun no te lo has quitado" Ben trata de sonar casual, pero es obvio que está mirando la mano de Klaus.

"No" afirma mirando el anillo de compromiso, le sorprende que Diego no le haya pedido el anillo de Grace.

"¿Vas a devolvérselo?" pregunta con seriedad

"Pensaba venderlo" admite "y comprar mucho alcohol, quizás hacer una fiesta o un viaje"

"Klaus" la voz decepcionada de Ben es suficiente castigo.

"Lo sé, no me darán mucho dinero"
Sabe que no debería estar jugando con algo tan serio, pero está dolido y enojado.

Lo más humillante de toda esta situación no es solo su corazón roto, fue tener que hablar con los invitados y proveedores para anunciar que su boda fue cancelada.

Recuerda haberse emborrachado después de hablar con su padre y despertar con un desconocido, del cual huyo despavorido. Es la primera vez en tres años que duerme con otra persona que no es Diego. Una parte de él está agradecida de no poder recordar nada.

Aunque, quizás debería volver a dormir con desconocidos. Solía ser divertido, incluso si se siente enfermo pensando en acostarse con otra persona que no fuera Diego.

"Tienes que dejar de castigarte de esta manera" le dice Ben, como si pudiera leer su mente "Ha estado preguntando por ti" confiesa su mejor amigo

No necesita preguntar sobre quién está hablando Ben, en su lugar finge estar dormido, porque no está listo para esa charla. Que Diego se preocupe por él lo hace sentir culpable y esperanzado.
No debería sentirse de esa manera. Diego dejo muy en claro que sigue enamorado de Eudora y Klaus es una persona libre, puede acostarse con quién se le de la gana.

Diego y él no son nada, piensa con rabia.

El frío metal alrededor de su dedo anular se siente como una carga. Una cadena que lo ata a Diego.

Había sido tan feliz cuando Diego le había propuesto casarse, pero ahora solo es un recordatorio amargo.

Le toma otras dos semanas quitarse definitivamente el anillo, y una semana más enviárselo a Diego por mensajería.

Sabe que está siendo un cobarde, pero aún no está listo para ver a su ex. Quizás algún día tenga la suficiente valentía de verlo sin sentir esa sensación aplastante en su pecho, pero por ahora, todo lo que puede hacer es devolverle el anillo que en algún momento perteneció a la madre de Diego, Grace.

Se felicita a sí mismo y esa noche sale a festejar a un bar hippie, dispuesto a beber hasta el olvido y conseguir algo de diversión. Se lo merece, quiere olvidar y disfrutar. Incluso si Ben y Five se niegan a acompañarlo. No los necesita para divertirse.

"Hola chico bonito" le dice una chica bajita, con cabello y ojos oscuros, no es de su preferencia, pero es linda

"Me gustan los chicos, a veces también las chicas" está más borracho de lo que pensaba.

La chica se ríe, sentándose a su lado "A mi también" y alza su vaso de whisky para brindar, Klaus duda brevemente, pero al final termina hablando con la chica hasta que todo se vuelve oscuro.

Five va a matarlo.

**

"Klaus me devolvió el anillo de compromiso" dice de forma calmada mostrando el anillo en cuestión.

Eudora lo mira como si fuera estúpido "¿Qué esperabas? Tienes suerte que no lo botara a la basura"

Diego hace una mueca "Esperaba poder tener más tiempo" explica girando el anillo entre sus dedos.

"Han pasado cuatro meses Diego. Deberías dejar de acecharlo en tu tiempo libre y volver con él" dictamina la mujer "Aún no averiguamos la ubicación de Lila y su madre, ni siquiera han hecho algún movimiento, deberías volver con Klaus y decirle la verdad" dirigiéndose hacia la oficina de Diego

"No voy a arriesgar a Klaus de esa manera. Lila y su madre son inteligentes" dice mientras entran a la oficina, pero hay alguien más allí, mirando el tablero dónde tienen toda la información de Lila.

"Cualquiera es más inteligente comparado a tu diminuto cerebro" Five luce impecable con su traje de diseñador mientras bebe su café descaradamente "Así que por esto dejaste a mi hermano" Five se frota la frente "Nunca voy a entender porque a Klaus le gusta los idiotas"

"Mocoso ¿Qué haces aquí, el golpe que me diste la otra vez no fue suficiente?"

Five sonríe de lado "Debería haberte golpeado más fuerte" declara "Eres un idiota, dejaste a mi hermano sin protección por culpa de tu ex, y ahora ellas lo tienen" suelta con rabia, mostrándole una fotografía dónde Klaus aparece atado y golpeado

"¿Qué?" pregunta

"Anoche Klaus desapareció. Tenía a algunos de mis hombres vigilándolo, pero fueron asesinados y dejaron esta bonita fotografía" explica cómo si Diego fuera un niño "Si algo le pasa a mi hermano, Kraken, te voy a matar después de asesinar a esas dos" dice con calma a pesar de que está hablando con dos policías.

Diego no luce sorprendido de que su cuñado sepa sobre su nombre de vigilante, además está muy ocupado buscando sus cuchillos y evitando entrar en pánico, Lila se había llevado a su tesoro, y era su culpa.

Eudora, por su parte, no puede evitar estremecerse, Five es más que un joven genio que trabaja con la CIA, es un asesino profesional, aquel que mandan a hacer el trabajo sucio.

Lila y Handler han cometido un error muy grande al secuestrar a Klaus Hargreeves.

Diego azota la puerta cuando sale en busca de Klaus armado con sus famosos cuchillos, sabe que lo que les pase a Lila y su madre va a ser una masacre y si ella va a limpiar la mierda de esos dos, por lo menos merece estar en primera fila para disfrutar del show.

**

Le duelen las muñecas, el cuello y el vientre. Las sogas le están cortando la circulación y si otra fuera la situación, esto sería bastante sexy, pero ha dejado de ser sensual a convertirse en una mala película policial.

"¿Qué fue lo que vio Diego en ti?" pregunta la mujer "Me pareces bastante ordinario" dice mientras se limpia los nudillos manchados de su sangre.

"Grosera, soy bastante especial" dice luego de escupir sangre, se asegura de ensuciar las botas de la chica "No me culpes por tener un cuerpo más espectacular que el tuyo"

La chica lo sujeta de su cabello "Solo eres bonito"

"Lo soy. Mucho más que tú" asegura y eso le gana otro golpe

No debería estar provocando a la mujer, pero no puede evitarlo. Su boca siempre ha tenido vida propia, y suele hablar y después pensar.

"Cristo en una galleta, alguien es bastante sensible" susurra con los dientes apretados.

"Vamos a ver si le gustas cuando destroce tu linda carita" advierta la chica "Quizás te deje vivo para que te conviertas en su mascota, soy una novia generosa"

"Aww que linda pero no me gusta compartir"

"A mí tampoco" la sonrisa de la chica logra que se estremezca. Debe aceptarlo, la chica lo atemoriza tanto como Five cuando está enojado. "Pero Diego parece haberte tomado un cariño especial"

Tiene que reírse ante eso "No lo creo, si esperas que Diego venga a buscarme, desesperadamente y dispuesto a todo, creo que te equivocaste de persona"

Lila sonríe, e incluso se ríe "Lo hará, eres su chico bonito, aunque no puedo asegurarte que pueda aguantarme mucho. Muero por marcar esa linda cara"

"Grosera"

"Lila, cariño, no molestes a nuestro invitado" la sensual voz interrumpe el golpe que le iba a propinar la chica

Tiene que admitirlo la mujer luce espectacular. Desde su peinado sofisticado hasta su atuendo delicado y chic.

"Mamá" murmura la chica, alejándose

La mujer acaricia su rostro con sus guantes de seda "Recuerda que no es solo a Kraken a quien queremos. No podemos dañar nuestra mercancía"

¿Kraken? ¿Acaso están hablando del nombre de vigilante de Diego? Interesante.

"Eres muy parecido a tu hermano, supongo que los ojos verdes vienen de familia"

"Somos adoptados" explica "Five no vendrá, no es idiota" intenta mentir.
La mujer sonríe de lado "Claro que vendrán, eres el tesoro de Kraken y el amado hermano de Five. Y si no vienen, dejaré que mi hija se divierta contigo"

Los disparos lo sorprenden. Lila y su madre sonríen.

Mierda. Piensa al sentir el frío del cuchillo contra su garganta.

"Encárgate de él, cariño. Yo saldré a recibir a nuestros invitados" dice la elegante mujer

"Claro" la chica parece extremadamente feliz "Tu hermanito va a morir" declara

El corazón de Klaus da un brinco de temor al imaginarse el futuro de su hermano. Estas mujeres están locas. Pero duda que su hermano se deje vencer.

"¿Qué pasará con Diego?" pregunta.
En el fondo, él sabía que Diego vendría a buscarlo, pero realmente esperaba que no lo hiciera.

La chica permanece en silencio, pero el cuchillo contra su garganta se afloja.

"Dijiste que lo amabas, pero tu madre va a matarlo" afirma, tratando de soltarse de las sogas, la transpiración y la sangre hace que las sogas estén más lubricadas, solo necesita el momento adecuado

"Mi mamá sabe lo que siento por él, prometió no lastimarlo"

"¿Y tu le crees?" pregunta, logrando aflojar su mano derecha, está jugando sucio y lo sabe, pero la mayoría de las personas tienden a olvidar que es el hermano mayor de Five y que ambos comparten al mismo padre espartano.

Nunca estuvo tan agradecido de haber crecido con Reginald Hargreeves, como en el momento que logra derribar a la chica, aunque ambos terminar luchando en el piso.

**

Diego observa el abandonado galpón. Todo parece ser una vil trampa, pero todo lo que quiere hacer es correr adentro para rescatar a Klaus.

"Tengo un infiltrado" anuncia Five, con una calma que lo desconcierta "¿Crees que eres el único que las buscaba?" le pregunta con seriedad

"¿Cómo supiste que era Kraken?" cuestiona "No, espera, aún más importante: ¿Klaus lo sabe?" siempre ha tenido que su Klaus supiera de su pasado. No es algo de lo que está orgulloso.

"No lo sé. Si lo sabe es porque lo averiguo por su cuenta. Y no es difícil saber quién eras, la CIA te tenía vigilado"

"Mierda" dice Eudora, a través del auricular "No quiero arruinar su pequeña charla de cuñados, ¿Pero podrían darse prisa y rescatar a Klaus?"

"Tenemos que esperar la señal de Hazel" informa el agente, pero Diego y él salen corriendo al escuchar disparos.

Al diablo con el sigilo. Es obvio que han sido descubiertos.

La mayoría de los cómplices de Handler han sido desmantelados. Five ve a Hazel luchando con Cha Cha y no tarda mucho en localizar a Handler.

"¿Me extrañaste, pequeña mierda?" pregunta la elegante mujer sosteniendo una ametralladora

"Me gustaría poder decir que sí, pero estaría mintiendo" dice de forma galante tratando de distraerla lo suficiente para que Diego pueda rescatar a su hermano.

"Salúdame a A.J en el infierno" dice la mujer e intenta disparar, pero no tiene balas. Five sonríe, al menos Hazel ha sido lo suficientemente astuto para desmantelar las armas, eso hace su trabajo mucho más fácil.

Handler no necesita armas para luchar, y quizás eso es lo que más le gusta a Five de ella.

Siempre es divertido pelear contra ella. Es como un baile complejo o una buena partida de ajedrez, es una pena que Handler decidiera secuestrar a Klaus. Ahora no tiene más alternativa que matarla.

**

Diego se escabulle, aprovechando que la madre de Lila está enfocada en Five. Sabe que Eudora está en el techo del edificio de al lado, apuntando a cualquier peligro.

Casi tropieza cuando escucha los gritos de Lila y Klaus, pero se recupera lo suficientemente rápido para correr a toda velocidad.

Cuando llega a la parte de atrás, espera ver el cuerpo moribundo de Klaus. Mínimo que esté este herido, pero la imagen que lo recibe, es bastante distinta a lo que imaginó.

Lila está tirada en el piso, con una herida en el estómago, inconsciente y Klaus está ejerciendo presión en la herida de Lila para que no se desangre.

El castaño está herido pero Lila estaba fuera de combate

¿Qué diablos ha ocurrido?

"Kla-aus" nombra a su tesoro, su voz es un poco más aguda de lo que le gustaría y no puede evitar tartamudear.

Klaus lo mira "Oh. Hola Diego" saluda como si nada estuviera pasando "¿Podrías llamar a una ambulancia para tu amiga?"

"No es mí amiga" responde acercándose, notando las heridas de Klaus

"Bueno, tu novia o ex, por favor llama a una maldita ambulancia" ordena, bastante exasperado.

"Dile a Klaus que la ambulancia viene en camino" le dice Eudora a través de la radio

Se siente como si hubiera entrado a una dimensión desconocida. Cambia de lugar con Klaus luego de asegurarse de esposar a Lila y Klaus se deja caer a su lado

"Gracias por venir a buscarme" dice el castaño, desmayándose del cansancio.

Está ha sido la noche más extraña que ha tenido Diego, pero entonces, no debería sorprenderse, Klaus tiende a poner su vida de cabeza. Por eso se enamoró de él.

**

Cuando Klaus se vuelve a despertar, Diego está sentado al lado de su cama. No sabe cuánto tiempo ha estado durmiendo, pero su cuerpo se siente como si lo hubieran torturado.

Ah, cierto, eso fue exactamente lo que le pasó.

Obviamente le han dado algunos analgésicos, pero no lo suficientemente potentes. Algo que agradece, porque no cree que sea buena idea recaer en su viejo hábito con las drogas, y, por otro lado, maldice a los médicos, porque le duele y está demasiado sobrio para aguantar tanto dolor.

Ah, las alegrías de ser un ex drogadicto.

"¿Klaus?" Diego acaricia su mano, llamando su atención, con algo de esfuerzo, voltea a verlo.

"¿Por qué estás aquí?" pregunta, sin intención de ser cruel, pero se encuentran un poco sorprendido.

Quizás Diego siente culpa por lo que ocurrió.

"No queríamos dejarte solo. Ben ha ido a tomar un café y Five está hablando con sus jefes. Llevas dos días dormido" explica el policía "Estábamos preocupados"

"Soy inmortal, bebé" bromea, causando que Diego se ría, aunque es una mezcla entre una carcajada y un sollozo.

"Lo siento" dice el latino, luego de un momento "No debí haberte puesto en peligro de esa forma, no pensé que irían detrás de ti después de que rompimos" hablar de sentimientos siempre pone incómodo al detective, por suerte no ha tartamudeando ni una sola vez, pero su voz se hace cada vez más débil.

"Está bien, no es tu culpa" murmura Klaus, sintiéndose cada vez más somnoliento. Cansado. Quiere permanecer un poco más despierto, pero las drogas, el dolor y la mano de Diego acariciando su cabello, hace que su esfuerzo sea vano.

Klaus se queda nuevamente dormido y Diego solo puede observarlo dormir. Han pasado cuatro meses, dos semanas y cinco días desde la última vez que vio a Klaus dormir, y realmente, extraño esos dulces momentos.

Tienen un largo camino por delante. Klaus va a tener que testificar sobre lo ocurrido, Lila seguramente ira a la cárcel, su madre está muerta, y si en algún momento, Lila escapara o fuera liberada, es posible que busque venganza contra de ellos. Siempre va a ser un algo por lo que deban estar atentos, pero ha aprendido su lección. No volverá a dejar solo a Klaus.

Quiere a su tesoro devuelta, solo que no sabe cómo recuperarlo. ¿Cómo le explica a Klaus que todo lo que ha hecho fue para protegerlo?

**

"En serio, Diego, no tienes que quedarte a cuidarme" Insistió nuevamente Klaus "Five ha colocado un buen sistema de seguridad y estoy seguro que tiene a uno o dos personas vigilando el edificio" Señala las ventanas que dan a la calle

Diego se asegura de revisar el lugar minuciosamente "No voy a dejarte solo" insiste el detective, asegurándose que la despensa y la heladera de Klaus estén bien provistas de alimentos saludables

Klaus ha sido dado de alta después de 4 días de haber estado en el hospital, y aunque a Ben le hubiera gustado quedarse con su amigo, Diego ha insistido en quedarse y cuidar a Klaus mientras termina de recuperarse.

"¿No deberías volver con Eudora?" pregunta el castaño.

Otra de las razones por las cuales necesita este tiempo con Klaus, es para poder tener la oportunidad de explicarle todo al castaño. Desde su pasado como vigilante hasta su decisión de romper y hacerle creer que ya no lo amaba. Diego tiene un discurso preparado, ha practicado frente a su espejo, le ha pedido consejo a Eudora, pero cada vez que intenta explicarse, o su valor se esfuma o Klaus cambia de tema o son interrumpidos por alguien.

Ahora es el momento adecuado.

"Ella y yo no estamos juntos. Nunca lo estuvimos" declara bruscamente

Klaus lo mira fijamente, pestañando lentamente antes de ladear su cabeza de manera pensativa, como si estuviera analizando detalladamente sus palabras.

"No estoy seguro de querer saber" dice el castaño tratando de escapar nuevamente, pero Diego lo toma del brazo con delicadeza

"No que- quería las...tim...arte" No puede evitar tartamudear, quiere poder expresarse, pero las palabras se amontonan en su garganta saliendo desordenadamente.

"Diego"

"P...por...favor" suplica por ser escuchado

Klaus, quizás notando su nerviosismo, deja de luchar y entrelaza sus dedos con los de Diego, dándoles un breve apretón, generalmente eso ayudaba a calmar el tartamudeo del detective.

"Visualiza tus palabras, Dee" murmura con suavidad, recordando el consejo de Grace.

Diego parece frustrarse cada vez más, necesita explicarle a Klaus, necesita que el castaño lo escuche, estuvo a punto de perderlo, cuando Five le dijo que Lila se había llevado a Klaus, sus pesadillas se habían vuelto realidad, y por momento, pensó que no llegaría tiempo. La sola idea de encontrar a Klaus muerto, le arrebataba el aire y la cordura.

Diego está a punto de tener un ataque de pánico, Klaus conoce esa mirada de ansiedad y desesperación, esa respiración rápido y superficial, y ese esfuerzo sobrehumano que el detective hace para llenar sus pulmones de aire y poder expulsar sus palabras.

Klaus sabe que necesita calmar a Diego, por lo que hace lo que Grace y su experiencia como pareja de Diego le ha enseñado: primero acaricia con suavidad las mejillas de Diego haciendo que la mirada café se enfoque en su persona, sus pulgares se deslizan con suavidad, marcando patrones abstractos y sus labios besan con suavidad la piel mojada por el sudor frio; primero besa las mejillas, luego la frente para bajar hasta besar la punta de nariz, seguido por la barbilla y, por último, un casto e inocente beso en los labios. 

"Vuelve cariño" murmura luego de un momento, la respiración de Diego comienza a imitar la suya. Aspirando y exhalando al mismo ritmo, hasta que el color comienza a regresar al masculino rostro. "Respira Dee"

"Te amo" murmura notando con pena como los ojos verdes se llenan de lágrimas, Klaus sacude su cabeza. Diego apoya su frente con la de Klaus, aferrándose al castaño.  "Lila sabía...que te ama...amaba y...y...y pen...sé que, s..i te de...jaba, ella te deja...ría en paz...Debí saber e..so no fun..cio...naria"

"No fue tu culpa. Fue mía" confiesa Klaus "Fui a ese bar para
emborracharme y acostarme con alguien...Solo quería que dejara de doler" Por toda respuesta Diego abraza a Klaus.

Aquella confesión duele. Les duele a ambos. Deja expuesto las fallas y traumas que cada uno posee.

Es irónico como resultaron las cosas. Diego dejó a Klaus para poder protegerlo y Klaus fue secuestrado cuando intentaba olvidar el dolor que le causo Diego. Al final ambos habían terminado hiriendo al otro.

Definitivamente eran idiotas, lo bueno es que ambos eran el idiota del otro.

El atardecer los encuentra a ambos abrazados en el sillón, temerosos de perder nuevamente esa calidez que ambos habían extrañado tanto. Aún tienen cosas que hablar, pasados que revelar y problemas por resolver, pero por ahora ambos están felices de tenerse nuevamente.

Por primera vez en cinco meses, Klaus y Diego son capaces de respirar sin sentir esa opresión en el pecho.

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