Capítulo 40: Dulce gatito (Kliego)

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La droga entra a su sistema, y es rápida en hacer su efecto. Prácticamente puede sentir como su delgado cuerpo cobra vida por la sustancia que recorre sus venas. Es tan placentero como enérgico, y Klaus ama la sensación de sentirse invencible, poderoso, y libre.

Libre de sus recuerdos. De sus pecados. De sus fantasmas.

Se estira, casi como un gato perezoso, dirigiéndose a su armario, recorriendo lentamente cada uno de sus atuendos. Generalmente luce ropa oscura, para ser fácilmente camuflado con la oscuridad de su cuidad, pero esta noche se siente que debe usar algo especial, algo que destaque y grite "Fóllame", no es que su ropa no grite eso habitualmente, solo que hoy necesita que sea muy pero muy visible su necesidad de ser dominado y tomado.

Podría culpar a la proximidad de su celo, pero no es su necesidad biológica lo que lo hace rebuscar entre sus prendas. Es el hecho que hoy cierto apuesto detective está de guardia.

Sus labios se estiran en una sonrisa llena de dientes y sus ojos brillan de necesidad, lo sabe, no puede despegar sus ojos del espejo donde su cuerpo le muestra lo necesitado que está.

Su mano toma su erección, acariciándose primero con lentitud mientras se apoya en el marco de su closet, pero a medida que recuerda el cabello oscuro, la piel trigueña y esos ojos marrones, no puede evitar mover su mano casi con desesperación.

Casi puede imaginar que no es su mano, sino la de su amado detective, y no están en su habitación, sino en algún callejón oscuro

"¿Te gusta esto, gatito?" Casi puede escuchar la voz ronca del detective, que no tiene ningún problema en apoyarlo sobre la sucia pared mientras lo masturba sin piedad "Voy a follarte" dice y Klaus se muere de deseo al pensar en el miembro del policía invadiendo su cuerpo sin piedad. Una y otra vez hasta que Klaus suplique por ser anudado.

Su entrada se lubrica de forma natural y Klaus se viene con un grito ahogado, sus piernas tiemblan, como si no fueran capaces de sostenerlo, sus muslos se sienten algo resbaladizo y lo único que puede pensar es que necesita más. Algo más real y grande que sus dedos y delicada mano.

Toma una minifalda y su abrigo de plumas, antes de escapar por la ventana de su cuarto.

No tarda mucho en llegar a la antigua joyería, y sus ojos brillan con picardía cuando ve las joyas de la vidriera.

Las drogas no son baratas, y las necesita. Además, hoy es un día especial, hoy se cumple un año desde que comenzó su carrera como ladrón. Que mejor manera de festejarlo con un gran asalto que seguramente terminaría con el detective persiguiéndolo por la ciudad.

Jugando al gato y al ratón. Como si verdaderamente se odiaran, cuando es más que obvio que lo único que quieren es follar hasta el cansancio.

Solo que esta vez, realmente espera que tenga resultados más interesantes que unos simples besos.

Entrar a la joyería era demasiado sencillo, los laser de movimientos eran fáciles de esquivar, y las cámaras de movimientos casi no podían captar su velocidad. Las drogas de Hargreeves eran las mejores.

Sonríe con alegría casi infantil cuando llega a su premio mayor, el collar de diamantes y esmeraldas, colocado sobre una vitrina justo en medio de la tienda. Tan brillante y tentador, que casi parece una trampa, pero no lo es, porque tiene que hacer sonar la alarma apropósito cuando sale por el techo.

Ha sido tan fácil que casi es aburrido.

Excepto que no lo es, el cuchillo le roza el oído, clavándose justo al costado de su cabeza.

"Hola detective" saluda, casi ronroneando al ver la apariencia del hombre, quizás debería llamarlo vigilante, porque duda que los detectives vistan de cuero.

"Hola cariño" saluda con su voz de alfa "Entrégame el collar" ordena, y Klaus casi se quiere reír, no puede ser afectado por esa voz, no cuando está drogado.

Si no lo estuviera, ya estaría de rodillas, suplicando.

"Pero mi vida, me queda mucho mejor a mi" dice con sinceridad

El detective ladea su cabeza, y adelanta dos pasos que Klaus fácilmente retrocede, al parecer su juego de persecución empezara temprano "Ambos sabemos que no te lo quedaras, lo usaras para comprar drogas" gruñe el alfa, furioso "Puedo ayudarte, no tienes que seguir drogándote" el alfa luce esperanzado

Klaus tiene que sonreír, su detective es tan lindo "¿Entonces como nos veríamos?" pregunta, ladeando su cabera, dejando que su falda de eleve un poco sobre sus muslos "¿Como jugaríamos este juego que ambos sabemos que nos encanta?" cuestiona, y esta vez es él quien se acerca, deteniéndose solo a unos pasos y deja que sus feromonas floten libre por el aire

Las pupilas del detective se dilatan, y Klaus no puede culparlo, su aroma es exquisito, irresistible como lo es él "Déjame salvarte" susurra el vigilante, colando sus manos sobre las caderas del ladrón.

Klaus apoya sus brazos sobre los hombros del alfa "Yo solo quiero que me folles" susurra contra los labios del otro.

Pero aleja su rostro cuando el alfa va a besarlo y el detective parece mirarlo con ira

"Gatito" susurra en forma de advertencia

"Alfa, mira, me puse esta falda especialmente para ti" responde y toma las manos del alfa y hace que desciendan por el material suave de la tela "Es tan corta que podrás tomarme sin quitarla" susurra y ve que el alfa parece sorprendido e indeciso "Si no vas a cogerme, entonces no empieces algo que no puedes terminar" su gruñido suena más a bufido gatuno

Maldita seas, detective, me has hecho perder mi tiempo. Piensa enojado y trata de alejarse.

La mano del alfa lo toman de la parte posterior del cuello y finalmente como si se tratara de una jaula rota, el detective deja fluir su deseo y lo besa mientras lo apoya contra la pared de la chimenea. El Alfa lo sostiene con fuerza, y Klaus enrienda sus piernas alrededor de la cintura de este.

Ansioso y deseoso de sentir la erección del alfa.

"No llevas ropa interior" declara el policía, algo escandalizado y excitado en partes iguales

"Te dije que no habría obstáculos" es su respuesta cuando los dedos del detective se introducen en el interior "Se siente tan bien" suspira, dejando caer su cabeza contra la pared, dejando libre acceso a su cuello, el cual es atacado por los labios del alfa.

Es tan abrumador como lo imagino, las manos callosas, los labios calientes y el aroma masculino son demasiado abrumadores. Solloza al sentir el cuidado con lo que el alfa lo prepara, incluso cuando está lo suficientemente lubricado para que no necesite mucha preparación, pero es lindo saber que el alfa se toma su tiempo.

Es una pena que no tengan más tiempo "Fóllame, ahora" ordena

Pero es demasiado tarde. Las sirenas de la policía suenan demasiado cerca y por un instante ambos se miran con asombro y algo de resignación.

Klaus usa su delgado cuerpo para hacer palanca y el alfa queda tirado en el piso, demasiado sorprendido por aquel brusco movimientos.

"Fue divertido" suspira resignado "Pero ya debo irme" camino apresurado hacia la cornisa

"Gatito" llama el alfa y Klaus voltea por mera curiosidad, y sus ojos se agrandan al ver el collar que ha robado entre los dedos del detective que sonríe de manera victoriosa

No se sorprende. Parece que su alfa ha aprendido algunos trucos. Casi se siente orgulloso.

"¿De verdad piensas que eso fue lo único que robe?" pregunta divertido, la sonrisa del alfa se desvanece "Te veré luego, querido alfa"

Y con eso, sale corriendo. Sabiendo que el alfa se quedara allí, maldiciéndolo y maldiciendo a la policía por interrumpirlos.

No ha podido realizar ninguno de sus objetivos, pero aún tiene el suficiente dinero para comprar otra dosis más.

No puede esperar hasta que vea nuevamente a su detective. Quizás, la próxima vez, se deje atrapar por su alfa.

***

Pedido en Tumblr. Ni tiempo tuve de editar esto. Jajajaja

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