Aquella velada había sido un tanto extraña. Desde su mesa cerca de la ventana, pero con una vista amplia de todo el salón como los garzones se movían inquietos, como algunos entraban y salían algo asustadizos desde la cocina y peor, como es que intentó un par de veces conectar su mirada con el maître, notando que era imposible.
Agradeció cuando el garzón trajo su plato, se disculpó, pero preguntó si podría conversar con el maître, notó como el garzón negaba justificándose que esta noche era un tanto complicada puesto que tenía otros asuntos que atener de importancia en el restaurant y hotel. Agradeció y comió un poco de su plato, no sabía lo que era ni sabría si podría pronunciar el nombre, pero no era algo por lo cual en ese minuto estuviera preocupado. Siguió con la mirada a todos, para cuando terminó su plato sabiendo que era momento de retirarse, decidió no ser tan solo un observador y decidió moverse.
Esperó fuera de la salida del restaurant hasta que el último de los comensales se retiro y el acceso al publico fue cerrado. Caminó hasta la salida del personal y preguntó a uno de los garzones por Tonny, uno de los chicos, con un cigarro en la boca le contaba que aún seguía dentro, quizás encerrado en su oficina. Agradeció aquello y se encaminó, ingresó sabiendo que no era personal autorizado y con una mentira bien concreta, buscó al Meitre, siendo escoltado por uno de los chefs que quedaba allí. Pudo ver a los que quedaban limpiar y fregar un mesón, se encaminó hasta una pequeña oficina donde pudo escuchar a Tonny conversar con una chica.
Escuchó solo un poco antes de golpear a la puerta de vidrio, notó como ambas personas dentro reaccionaban a él, la chica con duda, Tonny con asombro
- ¿Qué haces acá?
-Quería saber de ti, te vi lo suficientemente preocupado en la tarde – Notó como el maître se ponía de pie mas la rubia se le adelantó diciéndole que ella necesitaba un cigarrillo, que estaría afuera, que todos necesitaban algo esa noche. La observó salir y agradeció con un movimiento de cabeza, miró al administrador quien parcia cansado, su perfecto traje ahora estaba desarreglado, sin corbata, sin chaqueta, con los puños sueltos y arremangados a la altura de los codos - ¿pasó algo muy malo?
-Paso lo peor que podía pasar – lo notó suspirar, llevar su mano a su nariz, acariciando el puente de esta antes de cerrar los ojos y suspirar – el pasado nos alcanzó, y todo se fue a la mierda.
-No todo, aun tienes el restaurant, el hotel y muchas personas que trabajan acá
-No, no lo entiendes – lo notó sonreír con ironía – acabamos de perder la opción de la tercera estrella Michelín para Adams, la reputación del restaurante y el trabajo de muchas personas por culpa de una venganza... - dio un par de pasos dentro de esa oficina, Tonny no parecía cambiar de postura – Y por primera vez no sé qué hacer.
-Yo te puedo ayudar
-Sin ánimos de ofender, pero ¿Cómo me ayudaría un exsoldado? Esto no es la guerra
-No lo es, pero yo reconozco a los obstinados, a los determinantes y se quienes dejan una pelea a media y quienes no se dan por vencidos y tu eres de los segundos – notó como el otro al fin abría sus ojos y le miraba, sonrió levemente para tratar de transmitir confianza – yo me siento acá y tu me contaras toda esa historia... - se sentó en un sofá colindante – y no te ahorres los detalles, todo lo que quieras decir, dilo
Tonny lo observó, esperando que fuera una broma o un mal chiste, pero el otro parcia decidido a escucharlo, por lo que solo pudo suspirar, pasar sus manos por su cabello y comenzar a contar todo lo sucedido, todo desde aquellos años de adolescencia en Francia, desde sus experiencias laborales en equipo, con amigos que ahora eran a la competencia, de esos 2 años de diversión, de todo lo que se aprendió y por sobre todo de todo lo que no se debió hacer.
En la puerta, una rubia chef, Helena, también ponía atención escuchando todo, Tonny comprendía que para que esto se solucionara, todos tenían que saber al menos el trasfondo de lo sucedido, de las decisiones, de el porque de las cosas. Contó todo y finalmente suspiro.
Enfocó su vista en Helena, quizás mordía la uña de su dedo meñique mientras miraba sus zapatos, procesando, James de otro lado lo observaba.
-Helena
-Déjalo Tonny, hoy no podrás – la rubia soltó sus brazos que tenía cruzados en ese minuto – hoy no se puede, es mejor que lo intentemos mañana
La chica se despidió, saliendo y dejando su adelantar a un lado – Tonny – el mencionado miró al otro que se ponía de pie, acercándose a su escritorio - ¿y si mañana llamas temprano a ese tal Michelin y les cuentas lo que sucedió? – notó la expresión del otro – No, no es broma, si para entender esto tuviste que contarnos la historia larga, quizás ellos también necesitan conocer esa versión y si les explicas bien, podrás hacer algo al respecto.
-No lo sé – suspiró – esta noche tengo demasiadas dudas, demasiados temas y mi cabeza no puede más con ello. Observó a James quien ahora le extendía su mano, lo observó sin entender, viendo como no bajaba esta y tras un largo suspiro, se puso de pie para acercarse al otro – James, es mejor que vayas a tu casa, yo
Y el otro lo atrajo, abrazándole, estrechándole y besando su cabello
-No importa Tonny, tu podrás con esto, lo solucionaras y esto será un mal recuerdo, pero esta noche ignóralo, por esta noche deja que se problema de otro y solo piensa en ti, en que debes descansar, necesitas las fuerzas para que mañana esto sea tu victoria – el maître no sabía que decir, sentirse estrechado era extraño, pero ese aroma, ese calor, la forma en que los brazos lo confortaban era algo que, en ese momento, en ese instante en verdad necesitaba.
En algún minuto, las manos del administrador se relajaron y se abrazaron al otro, enterrando su cabeza contra su cuello, contra su hombro y sintiendo la caricia en su espalda.
Tonny se mordió el labio y se encamino hasta aquel sofá, asombrando al exsoldado, terminando en ese sofá
-Mañana necesito llamar a los de Michelin y explicarles esto – se acomodaron en aquel sofá – necesito contarles y pedirles que no consideren esta visita – se apoyó contra el pecho de James – quizás deba hablar con todo el equipo, dejarles por avisado con anticipación lo que puede suceder – sintió la caricia en su cabello y suspiró – No sé si Adams regrese mañana, temo que tome una estúpida decisión esta noche... - se mordió el labio – No se que haremos si el se va y nos deja una segunda vez
-... Yo estaré allí, y aunque no se hacer sus platos, si será diferente a lo de hace años atrás, porque estaré allí, acompañándote, apoyándote y no tendrás que cargar con esto solo.
Tonny quiso creerle, al final era una especie de desconocido con quien estaba teniendo una especie de coqueteo extraño, aun cuando el no había dejado de estar enamorado de Adams, se encontraba abusando de esta situación acalorada de un abrazo y otro dispuesto a estar allí.
-Yo no se si pueda sentir lo mismo que sientes tú, James
-Oh, lo sé, tu estas enamorado de tu amigo, ese tal Adams, me lo has dejado claro desde el principio – el cuerpo del otro se acopló al del administrador en aquel sofá – pero todos necesitamos de alguien, ese tal Adams te tiene a ti, y tu me tienes a mi
-Suena estúpido
-Así es esto de que te guste alguien, uno no controla lo que siente, ni las estupideces que haces por quien te gusta, solo lo haces
-... ¿me harías el desayuno, James?
-Te prepararía el desayuno, la cena, el almuerzo o simplemente haría que tu día mejorara si está en mis manos hacer eso, mañana estaré a tu lado cuando tengas que llamar y explicar lo sucedido, estaré acompañándote, no estás solo en esto, Tonny
El administrador quería poder agradecer, aun no sabía si todo esto era genuino o una jugada inteligente, pero se quedó en esos brazos esa noche, pensando en el por vez primera en muchos años, no anteponiendo a Adams en sus decisiones sino, concentrarse en el y en lo que necesitaba por ese momento: Apoyo, compañía y descansar con alguien más mientras el mundo se derrumbaba solo
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Una mesa reservada
RomanceTony Belardi, un restaurant que busca su tercera estrella Michelin y un crossover innecesariamente justificado. Tómalo o déjalo, quizás con la primera opción te la pases mejor