06 - Una promesa silenciosa

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Robby pasaba los días en la casa de los Nichols haciendo lo que podía para ayudar. No podía salir del lugar y arriesgarse a que alguien lo reconociera, por lo que debía entretenerse en lo que podía. Tory lo había instruido en cómo cuidar de su madre, y además de eso, él se encargaba de limpiar. Y cuando la pelirrubia llegaba del trabajo, le tenía la comida servida.

También le gustaba hacer las cosas más básicas, como, por ejemplo, ayudar a Brandon con sus tareas y trabajos.

Tory insistía en que no era necesario, pero él no podía evitar pensar que debía pagarle de vuelta el favor.

La verdad es que al chico le gustaba ayudar, había llegado a conocer a los tres Nichols y a ganarse su cariño. Mary lo trataba como un hijo. Brandon adoraba pasar tiempo con él y su hermana, generalmente viendo Sherlock y discutiendo las teorías que Robby proponía. A veces el menor de los Nichols les tomaba fotos con una antigua cámara polaroid que siempre traía con él. Y Tory, bueno... Ella era difícil de leer, pero su manera de comportarse con él le decía que le agradaba tenerlo ahí también.

...

El reloj marcaba las 04.00 a.m. y Robby intentaba volver a dormir después de una de sus tantas pesadillas. El chico aún estaba tratando de recuperar el aliento. El cuello de su polera, así como su frente, estaban ambas sudorosas.

Aun tratando de recuperar la compostura, Robby se dirigió a la cocina en busca de un vaso de agua. Pero de pronto, el chico fue sacado de su trance cuando escuchó la tos desesperada de Mary Nichols.

Al instante, Tory abrió su puerta y se dirigió a la habitación de su madre. Fue una reacción tan instantánea, que hizo a Robby concluir que la chica debió estar despierta al igual que él. El chico fue también a la habitación, siguiendo los pasos de la pelirrubia.

Allí, Tory ayudaba a su madre a sentarse, colocando las almohadas en su espalda. Robby le llevó un vaso de agua y se lo acercó de manera cuidadosa.

"Está bien, mamá. Estarás bien." Aseguraba Tory a su madre, reconociendo los signos de problemas para dormir en Robby.

La forma tan calmada en que la chica reaccionaba, le decía que esto era una situación habitual. De pronto, Robby sintió gran empatía y admiración por Tory y por el resto de su pequeña familia.

Unos minutos más tarde, Brandon se hizo presente en el lugar.

Por suerte, Mary ya se encontraba bien.

El más pequeño de los Nichols se hizo camino hacia la cama de su mamá, acostándose junto a ella.

"¿Qué tal si duermen conmigo hoy?" Cuestionó la pálida mujer a sus dos hijos.

"¡Siiii!" Exclamó Brandon, abrazándola.

Tory no podía arriesgarse. No podía preocupar a su madre con sus problemas.

"Creo que Brandon ocupará todo el lugar." Dijo la chica como una excusa. "Está bien de todas formas, que duerman bien."

Tory le dio una mirada a Robby, ambos comenzando a caminar hacia la puerta.

"¡Espera, Tory! ¿Por qué no me cantas un poco antes de que te vayas? La pelirrubia miró al chico a su lado al instante.

"¿Tú cantas?" Cuestionó este con una sonrisa.

Ella estaba tan avergonzada que ni siquiera respondió. En su lugar, Tory miró al suelo como si fuera la cosa más interesante en el lugar. Aun ahí en la oscuridad, Robby podría jurar que la chica estaba sonrojada.

"¡Claro que sí!" Exclamó Mary emocionada. "Tory quería ser cantante cuando era una niña. Tomó clases incluso, pero no pudimos seguir pagándolas cuando su papá se fue." Concluyó la mujer con una pizca de tristeza.

Love, Hate, Love // Cobra Kai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora