15 - 00:00 a.m.

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Desde que Robby llegó a la vida de Tory para quedarse, había pasado algún tiempo. Habían pasado la navidad y año nuevo juntos, y aunque no tenían dinero suficiente para darse algún regalo, la compañía era todo lo que necesitaban.

Robby siempre pasó las fiestas solo, su padre estaba quien sabe dónde y su madre andaba de fiesta con un hombre al azar.

Tory tenía que conformarse con ver a su madre luchando por su vida, y los dibujos que Brandon le daba de regalo. A cambio ella les cantaba alguna canción de navidad.

Aquella navidad con el chico Keene había sido no muy diferente, pero Tory se sentía mucho más feliz. Ambos cantaron villancicos y jugaron 'Clue' con Brandon toda la noche, pretendiendo ser los personajes de Sherlock con la emoción del misterio. La comida tampoco fue lo mejor, pero por lo menos nada les faltó.

Y cuando dieron las 00.00 horas del nuevo año, en el tejado del hogar de los Nichols, Robby sostuvo la mano de Tory. "Feliz año nuevo, Nichols."

"Feliz año nuevo, Keene. Estoy feliz de que estés aquí."

"Yo también estoy feliz."

...

Mientras Tory recordaba todo lo que ya había vivido junto a Robby en tan poco tiempo, intentaba idear qué regalarle para su cumpleaños.

El 4 de febrero se acercaba, y aunque los regalos no eran importantes para ellos, la pelirrubia sentía la necesidad de hacerle uno.

Y entonces pensó en la sonrisa de su madre y su hermano cuando ella cantaba, y recordó el trato que hicieron.

"Hagamos un trato. Yo te enseñaré a usar el skate si tu prometes cantarme una canción."

Así, Tory pasó gran parte de la semana buscando una canción que pudiera dedicar especialmente al chico, y después de haberla encontrado, se escapaba en cada oportunidad que tenía para practicarla. Estaba nerviosa, tenía que salir perfecto.

Robby y Brandon le hacían preguntas regularmente, todo para averiguar que tenía entre manos la pelirrubia. Pero esta solo les diría que se metieran en sus propios asuntos.

...

El día por fin había llegado.

El día en que Robby Keene había llegado al mundo.

Él no pensaba mucho sobre aquello, sus cumpleaños no eran particularmente felices. Pero así habían sido sus navidades y años nuevos, y los Nichols habían logrado cambiarlas para mejor.

Eran las 00:00 horas, dando fin al 3 de febrero y dándole la bienvenida al 4.

Brandon se había ido a una pijamada con sus amigos y Mary ya se encontraba durmiendo. Ellos saludarían al cumpleañero al día siguiente.

Tory tenía otros planes.

Ella arrastró a Robby al sofá en donde habían pasado tanto tiempo juntos, este solo se dejó llevar con bastante curiosidad.

"¿Me dirás qué estamos haciendo?" Cuestionó el chico mientras se sentaba.

"Te estoy dando tu regalo de cumpleaños."

"¿Y dónde está? Volvió a preguntar Robby con diversión. Tory alcanzó la guitarra, anteriormente la había dejado junto al sofá. La chica dio un gran suspiro antes de comenzar.

La guitarra comenzó a sonar, y Robby se preparó para lo que venía a continuación.

"Cuando te miro a los ojos, veo la eternidad

Eres todo lo que siempre he querido, y quiero que seas siempre mío

Hagamos una promesa hasta el fin de los tiempos

Love, Hate, Love // Cobra Kai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora