Trii.

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Estabamos en los tacos "El primo", esa noche me había arreglado así bien elegante, coqueta y casual, como la tambler guerl que soy, pa' restregarle en la cara al Alecsander, de lo que se había perdido.

La Katia era bien pishis tragona, se comió 16 tacos con harta salsa y 2 refrescos y pos el wero pago las consecuencias. Lección de vida, jamás invites los tacos.

La verda es que fue muy gacho de su parte que la Katia se comiera muchos tacos y ni siquiera diera cooperacha o ya por lo menos pagara la micha de lo que se tragó y todavía quiere pasar a la tiendita de la esquina pa que invite el wero, agarrada.

Estábamos platicando en los elotes cuando, ¡Chin! Mi jefa no sabía donde estaba. Corrí más rápido que el Usain Volt hasta mi casa, la Jennis me seguía por la banqueta y casi nos tropezamos en un bache. Cuando abrimos la puerta no había neiden en la sala, fuimos por el pasillo para nuestro cuarto cuando ¡Zaz! Una chancla me llegó por la nuca, esa noche fue de las piores cosas de la vida.

El día siguiente era viernes y los viernes son de pachanga en casa de Erika Matilda de las Nieves Martinez, lo malo es que no podría porque mi madre me había castigado a mi y a la Jennis, ke trizthe. Mi prima y yo caminamos 4 cuadras hacia abajo pa' llegar a la escuela. Pasamos en frente de la casa del pelos de elote (o como su novia la Lupita le dice; Sein Malic) y se unió a nuestra caminata. En la entrada estaba la odiosa de Tamara con sus amigas rubias mal teñidas, se acercó a nosotros con aires de grandeza.

-Hola, Yajaira -cerda, por lo menos no masques chicle cuando hables-. ¿Te castigaron ayer?

-¿Y tú cómo sabes chismosa? -le respondí y crucé los brazos.

-Además de fea, tonta. Yo le dije a tu mamá estúpida -se volteó a ver a las taradas de sus amigas.

-Ahora si te cargó el payaso pinche chismosa.

Le tomé las greñas mal teñidas que tenía por cabello y con gritos me decía "Suéltame ya o le voy a decir a mi mamá" pos me valió un carajo y yo le seguí jalando, me empecé a aburrir y le azoté la cara en el pavimento. Me fui de ahí como toda una reyna 👑.

En la tarde llegué a la casa y mi jefa 'taba lloran2, me le acerqué pa' ver que pasaba.

-¿Cómo que qué pasa? Por tu culpa doña Laura ya no me va a meter a las tandas.

-Perdón jefa no era mi intención, pero usted ya sabe como es de fastidiosa la Tamara, ya verá que se le pasa.

-No, Yajaira del Carmen -rajale, cuando me habla así es de que es algo serio-. Ya me aguantó muchos pleititos tuyos, esta vez no hay vuelta de hoja.

Pos el dinero que nos manda papá y los padres de la Jennis no alcanza pos mi mamá me dio la noticia de que tendría que buscar trabajo, le ayudé con los periódicos no sin antes aventarme la chancla.

Otra novela mexicanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora